La Psicóloga de El Soldado del Invierno

14.- ¿Qué ocurre?

Ola ke tal 🌝
Bbs, este capítulo también viene bien lujurioso, si no gusta de dominación/sumisión en el acto sexual pues no lo lea, pero si le gusta, disfrútelo mientras dure, también hay violencia y muerte, bueno, es un fic para mayores de 18 🔞 👀.

Oye, la otra vez les pregunté de donde eran, ahora quiero saber ¿qué edad tienen?, yo tengo 30 🙄 💕 bueno eso, besitos y disfrútenlo .

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Ya habían pasado casi 2 meses desde que James había vuelto. Alena seguía diariamente haciendo reportes del soldado y Karpov confiaba 100% en ambos dándole libertades exclusiva, como por ejemplo: Salidas al patio trasero, compartir celdas, pasearse por las instalaciones sin el respaldo de alguien o cuidado de alguien

Para Karpov, que el soldado haya vuelto solo a la base, significaba demasiado. Él pudo escapar del secuestró que habían hecho los soldados americanos, pero en vez de eso, decidió volver a Hydra. Claramente el soldado no volvió por Hydra, si no, que por Su hermosa chica.

Alena, a pesar de tener más personalidad con las demás personas, no podía ser así con James, el la intimidada de una forma desesperante, sobre todo en el sexo, Alena temía cada vez que se acercaba ese momento, pero le excitaba sentirse así.

James estaba en la gloria a saber que el cuerpo y corazón de esa hermosa chica le pertenecían completamente. Pero por otro lado, sabía que esa felicidad no sería para siempre. Él era una máquina para Hydra y podían desecharlo en cualquier momento.

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Una noche, James se duchaba después de haber entrenado todo el día . Alena estaba sentada en la cama escribiendo apuntes en su libreta, esperando que James saliera para por fin dormir, ya era tarde, cuando de repente el chico le Habla.

— Alena...— desde el baño.
Ella se levantó tímida, se acercó lento y desde afuera le dijo.

— ¿Qué ocurre?—.
— Ven, entra, necesito que me ayudes...—

Alena entró lento y preocupada, miró a James que estaba de espalda, ella vio los redondos glúteos del chico, Alena se cohibía con cualquier cosa, así que medio se giró  y le preguntó .
— ¿En que necesitas que te ayude James?—. Este se voltio y le dijo.

— Necesito que me ayudes con esto—. James tenía una ereccion dura, apuntando a Alena. La chica, voltio nuevamente a él quedando boquiabierta, tragó y entendió inmediatamente a qué se refería James, así que se acercó tímida y asintió.

— Quítate la ropa— le ordenó y se quedó ahí parado mirando a su chica mientras esta se quitaba la ropa.
— Hazlo lento Alena...— Alena tragó y asintió, ella se sentía tan pequeña frente a James, que su timidez la pisaba fuerte.

Comenzó lentamente a quitar sus prendas y James llevó su mano a su pene, para después comenzar a masturbarse mientras Alena se quitaba lento cada prenda de su cuerpo.

La mente de Alena se había pervertido tanto con James, que adoraba verlo se esa manera. Ella ya quería que el soldado la dominara como sólo él sabía y podía hacerlo.

Cuando la chica quedó desnuda James le susurró.
— Ven...— Extendiendo su mano. Alena entró con cuidado y mojó su cuerpo.
— Estas helada...— Le dijo este cerca de su oído mientras la abrazaba por detrás.

La chica saboreó sus labios al sentir la ereccion de James chocar con sus glúteos. Alena se giró y miró a los ojos de James, este la miraba serio, se acercó a su rostro, le dio un beso húmedo y le susurro.