50.- Inicia el Proyecto Insight

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Habían pasado 4 meses y nada que Pierce aparecía por la base para comenzar con su proyecto, Alena sufría dia a dia, pero no perdía la esperanza.

Durante este tiempo de espera, Alena pudo reencontrarse, pensar en su pasado, en sus padres, terminar ese luto, perdonar. También resolver su trauma de cuando llegó a Hydra, recordar a su amigo y pensarlo, hablarle aunque físicamente no existiera, agradecerle por tanto. También decidió perdonar a Karpov, pero solo para ella, ya que este se había ido hace bastante tiempo.

Lo único que Alena no ha podido resolver es el rencor que le tiene a Nika, no puede, ni si quiera puede llegar a intentarlo, no logra coincidir, así que decidió dejárselo al destino, lo que este quisiera hacer con Nika.

También pidió devuelta su vieja oficina, no había entrado ahí por 2 años y ese día, fue muy emotivo.

Cuando Malik la llamó para entregarle las llaves de "su nueva oficina", la miró fijo y le dijo:
— ¿Estas segura que estás preparada?— Alena entrecerró los ojos sin entender y asintió lento.

Este sacó unas llaves de su cajón, extendió su mano, Alena hizo lo mismo con la suya y cuando vio las llaves recordó exactamente de donde eran.

Miró con sus ojos bien abiertos a Malik y este le dio una sonrisa casi de consuelo.

— Son...son... las llaves de...— Malik asintió y Alena comenzaba a respirar agitada.

— Ok... pero no llores aquí ¿si?... ve a llorar a tu oficina...— le dijo este vacilando.

Alena asintió con sus ojos lleno de lágrimas mientras soltaba una risa nerviosa, tomó las llaves y corrió hasta su oficina.

Abrió la puerta, entró, cerró la puerta y respiró profundo. Para luego romper en llantos.

Miles de recuerdos llegaron a su cabeza, miles de momentos hermosos. Cada rincón de esa oficina podía dibujar la silueta de James, Alena no podía con la emoción, se ahogaba en hermosos recuerdos, se quedó en el piso llorando por algunos minutos, recordó todo, con lujo y detalle, desde el primer día que conoció a James hasta el último.

Cuando por fin logro calmarse, se paró y recorrió la habitación entera, sonreía, lloraba, volvía la tristeza, pero luego volvía a sonreír. Eran muchos sentimientos, había mucho en ese lugar y Alena agradecía volver a sentir todo eso.

Después de un rato fue por Alpine, quien estaba con el doctor Ivanov, para luego nuevamente volver a su antigua oficina.

Cuando abrió la puerta Alpine reconoció el lugar, quizá por el olor, pero la pequeña Gatita recorrió la oficina y habitación completa, mientras se restregaba en los muebles.

— ¿Te gusta este lugar?...— le preguntaba Alena y Alpine respondía con un maullido.

Esa noche durmieron juntas, envueltas entre las sábanas, ambas recordando al hombre que amaban, Alena no dejó de pensarlo, hasta soñó con James.

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Pasaron 3 largos años desde que Pierce habló sobre el proyecto que involucraba al soldado del invierno, nunca más tocó el tema y Alena dejó de insistir después de 1 año.

Se convenció que jamás volvería a ver a James, quizá en vida, pero debes en cuando bajaba a la sala donde guardaban las cámaras criogénicas, a pesar de que esa puerta de entrada no tenía si quería una pequeña ventana, Alena se sentaba, cerraba los ojos e imaginaba que James la pensaba de la misma forma.

Cuando menos lo espero, un día llego Pierce, eufórico a la oficina de Malik.
— ¡Ya está!... ¡ya comenzó con misiones!... lo trajeron de vuelta...— entró gritando.

La Psicóloga de El Soldado del Invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora