40.- Alpine.

433 36 29
                                    

Amaneció y ambos figuraban mirándose detenidamente cada facciones de sus rostros, sonreían y volvían a concentrarse en ello.

—¿cómo que hora debe ser?— preguntó Alena. James levantó los hombros y haciendo una mueca le dijo.
— No lo se... y no me importa...— Sonrieron y volvieron a besarse.

— Te amo James... te amo como nunca he amado a alguien...— James la miró, afirmó su rostro y susurró.
— También te amo Alena, como nunca voy a amar...—. Rieron y se quedaron en la cama un rato más.

Pasaron un par de horas y alguien golpeó la puerta.
— Alena... Alena... ¿estas?...— Era Grigori hablando en voz baja.

James y Alena se miraron con los ojos bien abiertos, Alena se paró y gritó.
— ¡Si... momento... espérame!...— La chica se levantó, se puso un pantalón y una polera rápidamente y salió a abrir.

— Ey... ¿cómo estás?... estaba preocupado...— le dijo abrazándola mientras este entraba sin permiso. Alena se quedó en la puerta y sonreía nerviosa.

— Anoche fue todo muy raro...— Alena miraba hacia la puerta de su habitación y luego miraba a Grigori hablarle.
— ¿qué fue lo que les dijo Karpov anoche?...— Alena tartamudeó y dijo.
— Em... bu-Bueno... dijo que, qué bueno, que ya debería ... deberíamos dejar de...—

En eso James se asoma a la puerta y responde con voz ronca y segura.
— Que volveremos a estar juntos todo el día...— Grigori se giró de golpe y quedó sorprendido al ver a James ahí, luego miró a Alena y está sonreí nerviosa.

— Ok... ustedes... anoche ustedes...— James se acercó lento, andaba solo con ropa interior y su cabello desordenado, demostrando que si, que anoche la pasaron juntos.
— Si Gori... anoche dormí con tu novia...— Alena y James rieron, Grigori asintió serio para luego decirle.

— Y ¿cuando me iban a contar que han vuelto?— James y Alena hablaron al mismo tiempo.
El dijo:
— Recién anoche...—
Pero Alena interrumpió.
— Aún no volvemos...—

Grigori se quedó confundido, se acercó a la puerta y dijo.
— Ok... creo que deben ponerse de acuerdo, los espero en el casino para el almuerzo ¿si?...— James se quedó mirando a Alena, confundido también, él pensó que habían vuelto.

Grigori salió, Alena cerró la puerta y James le dijo.
— ¿No hemos vuelto?...— Alena negó y dijo.
— No me has pedido que vuelva a ser tu novia James...— Este rió más relajado, entendiendo que si, que él no le ha pedido ser su novio.

— Ok... tendré que pedirlo en algún momento...— le dijo acercándose a ella, para luego tomar su rostro y besar su boca.

— Ven...— le dijo tomando su mano y llevándola al baño.
James abrió la llave de la ducha, quitó su ropa interior y se metió.
Alena quitó la ropa que llevaba y también se metio.

James la besó con fuerza, introduciendo su lengua mientras le susurraba.
— Eres mía alena... completamente mía...— Alena asentía respondiendo a cada palabra mientras no dejaba de besarlo.

James bajó su mano a la intimidad de ésta y comenzó a estimularla. Alena gemía y jadeaba mientras se afirmaba de los hombros de James. Este disfrutaba del rostro de Alena.

Luego bajó hasta su intimidad, le abrió la piernas llevando una hasta su hombro y comenzó a lamerla completamente mientras el agua de la ducha caía en sus cuerpos desnudos. Los gemidos, Alena los retenía , ya que era de día y mucha gente caminaba por los pasillos.

James se levantó, la giró pegándola a la pared y le susurró en el oído.
— Extrañé estar dentro de ti...— Alena mordió su labio inferior y sonrió.

La Psicóloga de El Soldado del Invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora