CAPÍTULO 6
¿QUIÉN DIJO QUE LAS COSAS SE DAN GRATIS? SIEMPRE HAY UN MOTIVO PARA QUE TE DEN COSAS, SIEMPRE HAY ALGO QUE QUERRÁN A CAMBIO.
_______-Necesito por favor que me expliquen.
Luego de que estuve lista para las respuestas que me darían bajé de mi habitación y solicité hablar con el rey y la condesa en la sala, ellos están frente a mí y yo en otro sofá.
-¿Qué necesitas que te expliquemos, querida?-Ellos siguen con expresiones amigables y una voz muy tranquila.
Respiro y comienzo a relatar lo que me ha ocurrido.
-Hay un chico de cabello rojo, él... Él ha estado hablando en mi mente y ayer en la fiesta decidió mostrarse como es. Cayó del techo y no murió, apareció sano y salvo diciendo que era un vampiro y usted señor Orfeo lo conoce, porque escuché sin querer un poco de la conversación que tuvo con él en mi recamara.-enrojecí al mencionar que los escuché.
Ellos se miraran cómplices y el señor Orfeo decide tomar la palabra.
-Ok... Te contaremos, pero primero déjame llamarlo.
«¿Llamarlo?»
Cómo por arte de magia el chico aparece sentado en el borde del sofá en el que yo estoy, lo miré, me miró y ambos volteamos a ver a la pareja.
-Bien, mi esposa y yo te hemos observado desde que tenías unos cinco años. Nunca nos viste porque nosotros no quisimos, ¿por qué te mirábamos? Porque necesitabamos saber si eras la indicada para el cargo de condesa. Te explico más a fondo. Ella-mira a su esposa con amor-, era humana y después de compartir momentos felices con ella decidí que sería mi condesa, por eso la convertí en vampiro, él-señalo al chico-, es mi hijo y aquél-señaló una mesa vacía-, también es mi hijo-apareció Grathen y no lo pude creer -somos una familia de vampiros. Y si te preguntas porque no te adoptamos mucho antes entonces te quedarás con la duda porque esa es una respuesta mucho más larga que escucharás luego.
El señor Orfeo y la condesa Elizabeth dejaron de ser unos viejecitos para convertirse en la pareja joven que estaba en el retrato que había visto la primera vez aquí. Casi me desmayo otra vez, lo juro, quizás me daría un infarto en ese momento. ¿Es posible que muera en algún momento viviendo con ellos? Tal vez, lo más probable es que la respuesta sea sí.
Drack siguió hablando.
-Mi amada Elizabeth tiene quinientos cuarenta y dos años. Yo soy Drácula, pero más conocido en estos tiempos como Orfeo y tengo setecientos cincuenta y cinco años de edad. No quiero que el pueblo se escandalice, por eso mi apariencia casi siempre es la de un anciano.
«En fin, te elegimos porque creemos que serás una buena condesa ya que vimos que eres humilde, amorosa y a pesar de haber vivido tanto tiempo en un orfanato seguiste siendo la persona más maravillosa que hayamos conocido y mi hijo el mayor, Athan- osea el chico de cabello rojo-será el próximo rey, pero necesitaba una condesa humana, es decir, tú. Tienen que ser esposos.
-¡Ni pensar!-dijimos en unísono Athan y yo.
-Creo que expliqué la mayor parte de todo y antes de que preguntes, no te mataremos
-¿Por qué?-pregunté con el corazón en la garganta.
-Porque resulta que otra de las cualidades que vimos en tí es que tu sangre no nos llama la atención como la de cualquier otro ser humano, en pocas palabras. Eres especial, Alessia.
Los miré y negué con una sonrisa tensa.
-Vaya pues no quiero ser especial, lo siento, pero de verdad no quiero esto.
Está vez decide hablar la condesa -que es muy hermosa por cierto-.
Sin duda fue creada por dioses para ser entregada a un demonio.
-Entendemos, cariño, pero no puedes irte, debes cumplir tu destino. Con el tiempo te agradará la idea, sé que no será fácil, pero así es. A partir de ahora vives con vampiros y te casarás con uno de ellos.
Me negué, me negué rotundamente.
Athan no estaba muy feliz por eso de "casarnos" se le podía notar en la cara, Grathen estaba ahí parado solo viéndome con expresión de arrepentimiento en su rostro, lo miré mal porque él sabía todo esto y prefirió hacerse pasar por un humano común. ¿Qué puedo pensar? Quizás no entiende la palabra "arrepentimiento" o pedir "perdón"
Me levanté y fui corriendo a mi habitación, nadie me siguió, no hacía falta, tarde o temprano me iría de ese palacio viva o... muerta.
Orfeo
-No la sigan. Tarde o temprano comprenderá.
-No la íbamos a seguir y yo también me niego a esa estupidez. ¡Es una maldita humana!
Con Athan siempre ha sido un conflicto para todo, no le molestaba el hecho de que ella fuera humana, le molestaba el hecho de que yo se lo ordene.
Elizabeth lo miró mal y severo.
-¡Mas respeto!, soy tu madre y fui humana, no seas vulgar.
-Como sea.- Athan iba a desaparecer y lo evité, soy su padre, viene de Elizabeth y de mí y puedo quitarle sus poderes en el momento que yo lo quiera. Me miró con el ceño fruncido.
-Te quedarás sin poderes hasta el anochecer de mañana. Vete a tu habitación ahora.
No reprochó y subió.
-Y tu, Grathen, sabes cual es la regla, más te vale cumplirla al pie de la letra.
-Sí, papá. No follarme a la humanita.
-No digas esa palabra.
-Bueno perdón, corrijo-se aclaró la garganta-. No coquetear, no tocarla, no olerla, no besarla y nada por el estilo porque será la futura esposa de mi hermano mayor. ¿Así?
-Excelente, vístete y dile a Athan que se vista, debemos ir a buscar a Drucilla y a Afrodita.
Mi hijo sonrió y asintió. Se fue dirigiéndose a llamar a su hermano como se lo ordené.
Miré a mi esposa.
-De verdad espero que Afrodita no quiera pelear con Alessia porque me veré obligado a hablar con su padre.
-Descuida mi amor, no creo que haya ningún conflicto, ya no es una niña y sabe las reglas, ella y Athan no pueden estar juntos.
La besé dulcemente y la llevé a mi habitación en un santiamén.
Espero estar haciendo las cosas bien, de verdad lo espero. Lo que tengo que ocultarle a los chicos es un secreto que debo callar hasta que sea el momento adecuado y la verdad no es algo tan sencillo.
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El príncipe V
VampireEl príncipe V. V de, ¿vida? V de, ¿venganza? V de, ¿vulnerabilidad? V de, ¿qué? V de vampiro, ¿quizás? ¿Qué sucede cuando te mandan a vivir en el palacio de alguien que no conoces y es más extraño que los demás príncipes? Caos, sí. Caos es la palab...