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CAPÍTULO 20

Todos hemos tenido algunas vez ese sentimiento de querer amar a alguien y a la vez no querer hacerlo por miedo...

_______

Athan

Alessia se quedó dormida en mi hombro. Puse el libro a un lado y me levanté con cuidado de no despertarla, la acosté y le puse unas sábanas encima para cubrirla del frío.

-No otra vez...-Arrugué las cejas «¿Esta hablando dormida?»-la oscuridad...-me acerqué y ella estaba sudando y apretando sus ojos.

Sequé el sudor, abrí la ventana y me acosté a su lado. Sentí como se removió así que me acerqué más, ella se apegó a mí y me abrazó estando aún durmiendo, acaricié su cabello y me dejé llevar por el sueño.

A eso de las tres de la mañana desperté y dejé a Lessia en su cama- Aún no entiendo la razón del porque empecé a llamarla así-. Bajé a la cocina y saqué una de las botellas de alcohol del escondite de mi padre.

Me senté en el jardín y comencé a beber mientras miro la noche pasar.

«¿Por qué debo ser obligado a casarme con Alessia?»
Bebo un trago.

«¿Por qué la pienso tanto?»
Bebo otro trago.

«¿Por qué tiene que ser una humana?»
Sigo bebiendo.

«¿Por qué no la pude conocer en otras circunstancias?»
Bebo directamente de la botella.

«¿Por qué soy tan estúpido y no acepto que ya está empezando a meterse en mi jodida cabeza sin hacer nada?»
Bebo más y más y el líquido caliente pasa por mi garganta haciendo que arrugue la cara.

«¿A esto he llegado? ¿A tener que beber para poder olvidar que quiero amarla y a la vez no hacerlo nunca?»
Bebo sin importancia de que es fuerte la bebida y de que estoy sentado, detalle importante porque sé que al levantarme probablemente termine mareado, pero, ¿qué más da?

La botella se acabó al pasar un rato así que me levanté y efectivamente me fui de lado, dejé la botella en el suelo y empecé a reír a carcajadas.

Entré en la cocina y la vi ahí, parada, tan preciosa e inocente.

«Oh, mi amada y futura esposa. ¿Por qué debes ser tan bella como la muerte?¿con que permiso te metes en mi cabeza para causar el lío que había prometido no volver a sentir?»

-¿Athan? ¡Athan! ¿Qué haces ahí?-dejó una taza en el mesón y vino hasta donde yo estaba, ni cuenta me había dado de que me caí al suelo.

«¿Si estoy borracho?»

-¿Q-qué es... Estas haciendo despierta?

Frunció el ceño.

-Me desperté por un poco de agua...¿Estabas bebiendo? Hueles horrible a alcohol, Athan.

Carcajeé-No te enojes... Es tu culpa.

Bufó-¿Mi culpa?

Miré sus hermosos ojos azules, son tan hermosos que parecen el océano, un océano pacífico, tranquilo. Tan contrario a mis ojos que son como un remolino de nubes grises.

-Sí, por meterte en mi cabeza-sus mejillas se tiñeron de rojo y toqué una de ellas. Sonreí-, mira... Sonrojaste, que linda.

Me ayudó a levantarme. Es pequeña, no tiene tanta fuerza como yo y sin embargo pudo levantarme del suelo.

Ella no merece la forma en la que la traté los primeros días, ella no merece ser la culpable de mis malos tratos por culpa de mi asqueroso pasado. Alessia es muy increíble para soportar tan insignificante bestia como yo.

Ya cállate, Athan. Hablar incoherencia es uno de los efectos más graves del puto alcohol. Nadie es mejor que yo y quien no me soporte se puede joder, incluso ella.

-Ven. Debes tomar una ducha o al menos dejar que el agua caiga en tu cuerpo un rato para que se te pase eso.

Hice un saludo militar o bueno una imitación mala de eso.

-S-sí, mamá.

Subimos las escaleras y entramos en una habitación.

-Te quedarás en mi habitación porque no he entrado jamás a la tuya.

Ahora estamos en el baño, ¿cuando llegamos aquí?

-Eres muy ingenua si crees que estoy borracho.-me sostuve de la pared de la bañera y volví a caer de culo al suelo.

-Eres insoportable cuando estás en este estado, Athan. No te levantes, quédate allí y dejaré que el agua corra, ¿Ok? no importa que estés con ropa..-

La interrumpí, sonreí coqueto y jugueton.

-¿Y si me la quitas?

Volteó los ojos con fastidio. Reí, amo molestarla.

-Como te decía, quédate ahí, vengo ahora con una toalla.

Alessia

No entiendo que sucedió con Athan. ¿Por qué beber hasta quedar de esa manera? ¿Por qué dijo que yo estaba en su cabeza..? Él me sigue confundiendo y la sensación de no saber que hacer es horrible.

Tomé la toalla y entré en el baño, Athan sigue donde lo dejé. Gracias a Dios.

-Ven-lo ayudo a levantar y le coloco la toalla.

Me doy la vuelta para cerrar la regadera y cuando volteo Athan me lanza la toalla en la cara, me la quito y él se está quitando la ropa así que volteo inmediatamente para no verlo.

-Dame la toalla.-extiendo mi mano y se la doy cerrando los ojos.

Escucho como sale del cuarto de baño y también salgo, cuando paso a la habitación veo a Athan echado en mi cama con la toalla en su cintura y su pecho desnudo.

-¿Athan?

«Esta dormido, joder...»

Suspiro. Voy a mi cama y me acuesto con cuidado a su lado, pasa un rato cuando Athan me jala a su pecho y me abraza.

Él sigue dormido, pero habla.

-Maldita humana... Quiero estar contigo y a la vez no.

Mi corazón dió un fuerte brinco, mi boca se abrió en una enorme "o" y mis mejillas ardieron...

Después de pensar y procesar sus palabras como por veinte minutos, me apegué a él más de lo que ya estaba y me dormí junto a sus brazos y su piel helada contraria a mi temperatura.

Debía aprovechar cada momento pequeño que paso con él cuando está de buenas, en este caso cuando está borracho. Porque de lo contrario es insoportable.

El príncipe V Donde viven las historias. Descúbrelo ahora