El príncipe V

XXXIII

CAPÍTULO 33

EL SECRETO

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Luego de que todos se fueron del palacio, el rey Orfeo ordenó que subiera a mi habitación porque el debía hablar con su esposa e hijos, puso dos guardias en la puerta impidiendo entrada o salida y siendo sincera no entiendo que está ocurriendo aquí y quiénes eran esos vampiros que vinieron hoy.

Athan entró en mi habitación, todo entre nosotros ha estado bien todos estos días, pero de repente comenzó a ponerse extraño justo este día, justo en este instante.

Estoy sentada en mi cama y Athan está viendo por la ventana.

－No quiero casarme contigo, Alessia－eso que dijo comenzó una especie de discusión entre nosotros mientras él seguía perdido en el paisaje de la ventana sin mirarme a la cara.

－¿Qué... qué dices?

－Que eres humana y te odio. No puedo casarme contigo.

Mis ojos picaron por querer llorar ante sus palabras. ¿Por qué hace esto? ¿Todo iba tan mal y yo estaba en una burbuja de engaños? ¿Solo yo me enamoré?

－No hablas en serio... ¿qué sucede? Ayer estábamos tan bien, ayer... Ayer me pediste que fuera tu novia.

－Te odio, maldita sea－se volteó, sus colmillos eran más grandes, sus ojos estaban rojos sin el brillo habitual de su mirada y yo... ya no lo reconocía. Este no es mi Athan, no lo es... ¿o sí?

－No... Athan tienes una parte de mí y yo de tí－sollocé－, nos necesitamos el uno al otro... Entiéndelo, soy humana, tu vampiro, ¿y qué? ninguno eligió lo que somos, pero debemos seguir nuestro destino...－La voz se me quebró－Yo...yo te amo...－una lágrima rodó por mi mejilla.

－Un maldito destino planeado. ¿Por quién? ¿Por mi padre? No me interesa, ¡No me interesas, Alessia! ¡no quiero ningún puto destino contigo! ¡Entiéndelo, joder!

－¡Mientes!－mi garganta ardió, al igual que mis ojos y mi corazón hecho trizas－. Mientes porque el miedo te tiene segado y tienes miedo de que dañe tu corazón como lo intentó hacer Olivia, pero no soy así, Athan, no lo soy. ¡Maldición, Athan! ¡Entiende tú!, ¡¡No eres así, este no eres tú!! ¿Qué sucede contigo?

－Eres una ingenua, Alessia. Preferiría casarme con Afrodita en vez de con una humana como tú.－«¿Cómo yo? ¿Qué hay de malo en mí?» se marchó dejando pedazos de mi corazón en el suelo.

Mi collar brilló, lo miré, me lo quité y lo arrojé lejos de mí entre llantos.

Athan

Salí de la habitación de Alessia y fui a la reunión que mi padre había convocado.

－¿Qué demonios quieres, Drácula?－Todos están sentados en los muebles color rojo sangre y me miran confusos por mi tono de voz.

Mi padre tiene una copa de vino en su mano.

－¿Qué te pasa a tí? ¿por qué estás así?

－Estoy normal.

Grathen habló－No, Athan, tú eres el tipo burlón de la casa. Te hicieron algo y estás mal.