Capítulo 32. Reconciliaciones II.
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Aleksandr empieza a avanzar hacia mí, por lo que yo retrocedo, esperando no tropezar con nada y romperme el cuello. El paso de Aleksandr no es apresurado, pues toma el trayecto de su cama a la bañera para deshacerse de sus zapatos, gemelos y camisa.
Cuando este deja al descubierto su torso, logro ver con claridad su tatuaje gracias a la luz que hay. Ahora que lo detallo bien, noto que no es un solo tatuaje, sino muchos -quizás llegaran a cincuenta-, y que todos juntos forman lo que parece ser un dragón siendo aprisionado por una soga o una serpiente.
—¿Qué es?
Aleksandr mira su pecho por un par de segundos, tiempo que aprovecho para mirar hacia atrás y así no chocar contra la bañera y caer. Afortunadamente logro mirar a tiempo.
—Un dragón chino —murmura él, notablemente incómodo.
Frunzo el ceño, hallándome de lo más desconcertante que un ruso lleve un dragón chino en el pecho.
¿Que acaso era amigo de los chinos, o solo le caen bien?
—¿Y tiene algún significado?
Aleksandr corta la poca distancia que hay entre nuestros cuerpos, alzándome con sus brazos fornidos y obligándome así a enredar mis piernas en su cintura para no caer.
—Si, pero no quiero hablar de eso justo ahora.
Antes de que pueda quejarme o decir otra cosa referente a su tatuaje, la boca de Aleksandr cubre la mía, sellando nuestros labios en un beso profundo y obligándome a callar lo que quería decir con anterioridad. Como siempre, Aleksandr marca el ritmo del beso, guiándome por donde quiere.
No puedo evitar jadear al sentir como luego de haber entrado en la bañera, Aleksandr me aprisiona contra una de las paredes, abriendo el grifo por error y haciendo que el agua helada caiga sobre los dos, empapándonos.
Como la ropa entre nosotros sobra y ahora está empapada, Aleksandr deja mi boca por un momento y empieza a sacarme la blusa mojada por encima de la cabeza, todavía sin yo haber desenredado mis piernas de su torso.
Mientras él se encarga de deshacerse de mi sostén, yo aprovecho para restregarme contra su erección, sintiendo cómo al hacerlo, mi cuerpo reacciona, causando que mi vagina empiece a arder.
—Alek...
Siento como mis pechos son liberados del ajustado sostén, y seguido de sentir como el agua corre por ellos ahora sin nada de por medio, siento el caliente de la boca de Aleksandr en uno de mis picos.
Gimo con fuerza cuando lo hace, arqueando mi espalda y echando la cabeza hacia atrás. A continuación, la boca de Aleksandr empieza a subir, pasando por mi pecho, clavícula y cuello, hasta que finalmente llega a mi oreja.
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Poker Face {A #1}
RomanceLibro I de la bilogía Azares: Poker Face. ♠ · ♦ · ♠ · ♦ · ♠ · ♦ · ♠ «Lo que pasa en Las Vegas, no siempre se queda en Las Vegas» · ♠ · ♦ · ♠ · Para Becka Foster su cumpleaños número dieciocho era la oportunidad perfecta de conquistar a s...