♠ · Capítulo 31 · ♠

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Capítulo 31

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Capítulo 31. Reconciliaciones I.

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A mi lado derecho, los edificios, casas y parques pasan con tal rapidez que se me es imposible detallarlos, y a mi izquierdo tengo a Aleksandr conduciendo con la mirada fija al frente.

Sus puños se encuentran cerrados sobre el volante con firmeza y su mirada inexpresiva se encuentra hacia adelante, solo mirándome de reojo las pocas veces que nos detenemos en un semáforo.

Antes de salir de la mansión quería preguntarle acerca de la hoja desaparecida, pero no creí que fuera lo más inteligente; pues si él la tiene, supuse que lo negaría, y si no la tiene, la buscará solo para saber por qué le pregunté sobre ella.

En ambas ocasiones pierdo yo, así que preferí no preguntarle nada.

—Llegamos.

Despierto de mi mar de pensamientos cuando la voz de Aleksandr se escucha justamente a mi lado, y la brisa, ahora mucho más fría que días anteriores en los que había tenido permitido salir, hizo revolotear mi cabello. Juntamente con la brisa me golpeó una hoja seca en el rostro, recordándome la llegada del otoño a Rusia.

Aleksandr parecía curioso ante mi distracción, pero no dijo nada, solo extendió su mano hacia mí para ayudarme a desmontarme de la camioneta, con cuidado de no resbalar.

Detrás de nosotros se estacionó otra camioneta negra, y aunque nadie salió de ella, sabía que dentro iban Rhett, Sinaí y otros guardias del ruso.

—Mira al frente cuando caminas.

Obedecí a Aleksandr y dejé de mirar en dirección hacia la camioneta para atender al frente. Como la anterior vez, nos dirigimos al ascensor del final del pasillo sin hablar o esperar a alguien.

El camino esta vez se me hizo más corto, pues el ruso caminaba mucho más rápido que la otra vez, obligándome a ir casi corriendo a su lado.

Cuando siento que mis músculos se desgarran por el ejercicio luego de tener tiempo sin moverme tanto, a lo lejos diviso al doctor Poll portando una bata blanca de hospital y una sonrisa en el rostro.

No sabía qué estaba pasando, pero lo que sea que fuera, al doctor Poll lo tenía muy emocionado.

Dnem Rozhdeniya, Aleksandr.

«Feliz cumpleaños, Aleksandr»

Frunzo el ceño, pues no entiendo nada de lo que dijo, y vuelvo mi cara a la del ruso.

Aleksandr no tiene expresión ninguna en su cara, pero en sus ojos veo sorpresa, como si no esperara que el doctor Poll dijera lo que sea que dijo o nada relacionado.

Za tvoy den' rozhdeniya sdelayu tebe skidku —pareció bromear el doctor Poll, riendo y haciendo sonreír a Aleksandr también. Por un par de segundos me quedo embobada viéndolo sonreír genuinamente, cosa que nunca hace, hasta que alguien posa su mano en mi hombro, asustándome—. Bienvenida otra vez, Señorita.

Poker Face {A #1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora