Perfecto Engaño [TERMINADA]

CAPITULO 37

Unos segundos.

Unos minutos.

Un pulso acelerado.

Miradas de todo tipo; deseo, miedo, angustia, confusión, reto, enojo....

Y yo solo observaba mi objetivo, la única bola que me faltaba para poder tener más puntos que este chico y ganar esto, necesitaba meter la bola 8 pero a esta se le interponía una 7, quería meter las dos y se que si me posicionó en la manera que pienso podría hacer una jugada maestra, pongo el palo en un ángulo de 180 grados apuntando con la bola blanca para que esta solo le pegara a un costado de la 7 y la gravedad lo llevara a golpear la 8 así entraba las dos.

Suspiré porque la tensión ya estaba llegando a mis manos ya que me temblaban, se que si dejo hacer a mi contrincante el tiro; lo mas seguro es que me gane y eso no lo podía permitir.. porque ahora mas que nunca no quiero morirme.

Sin mas preámbulo golpeó la bola y como si todo en ese momento se volviera una película de esas antiguas que eran en cámara lenta toda la jugada fue así, me doy el tiempo de mirar a mi alrededor mientras se ejecuta y puedo ver como mis amigas están comiéndose las uñas de los nervios sin quitar los ojos de la mesa de villar y que con el tiempo se acercaron más a esta, veo también a él chico suicida que solo observa la escena sin decir nada y lo veo a él que está a la expectativa de todo lo que estaba pasando, pero como lo predije la bola le pego a la siete haciendo que esta se fuera hacia la 8 chocándola saliendo hacia la izquierda Donde fue recibida por un agujero, al cual entró sin problemas.... la 8 siguió su rumbo y quedó a escasos centímetros de entrar en el agujero pienso que no lo hará ya que pierde potencia, pero cuando lo hace todo queda en un silencio rotundo, solo un grito hace que salga de mi estado.

— ¡siiii! — sentir unos brazos rodearme después de ese grito, me giro a mirar al personaje que se encuentra eufórica; y me doy cuenta que en realidad son dos las cuales se encuentran gritando y celebrado porque yo... ¡Yo eh ganado!

Eh ganado... O por dios no lo puedo creer, me uno a la alegría de las chica sonriendo y saltando como niñas pequeñas que han conseguido un premio, pues conseguimos eso, salvar nuestras vidas.

Después de unos minutos de alegría por fin me volteo a mi contrincante y me dieron ganas de golpearlo cuando lo vi, la expresión de su cara me hizo pensar en que fue en vano ganar, ya que la indignación en ella era latente, eso era por la mirada de todos los hombre en ese lugar; se encontraban perplejos lo que me hizo que mi ego aumentara mas, pero todas las miradas no eran de conmoción una era de burlona y diversión.

— no puede ser — fue un susurro poco detectable para una persona que no tiene el lóbulo temporal desarrollado; pero yo lo alcance a escuchar, lo mire y el reto en mi mirada ante mis pensamientos es mas identificable, si cambia de parecer le haría la bronca para que no fuera tan cabron.

— eh ganada, lo que significa que nos dejaras libres — no le hablaba con sumisión, tampoco le hablaba con miedo, hable con decisión y seguridad.

la autoridad que obtenía al a ver ganado la apuesta, hace que lo quiera retar y hacerlo ver que soy mejor que el.....no tientes a el diablo mía.  

— lo que pasa....

— lo que pasa nada hermanito, perdiste así que tienes que cumplir con tu palabra y darles la libertad — el que hablo fue el chico suicida, que al parecer también tenía el mismo pasamiento que su servidora, que se echaría para atrás, estos se mirar y el reto en ellos están latente que creería que no se están moliendo a golpes por nuestra presencia.

— en ningún momento e dicho que no respetaría mi palabra, solo que le iba a proponer otro trato — eso no me lo dijo a mi, sus ojos nunca abandono los de su hermano y aunque no me miraba se que esperaba mi respuesta.