CAPITULO 1

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Capítulo 1

Despedida

— mmm — brota de mi boca sin mi consentimiento mientras muerdo mi labio inferior al ver como el hombre que está al frente de mi sostiene ese artefacto duro, largo y grueso con firmeza, para comenzar a moverlo de una forma lenta, dolorosa y placentera para mis ojos, de arriba hacia bajo.

Sus movimientos se van intensificando a medida que los segundos van avanzando dando una clara señal del manejo y experiencia que tiene haciendo eso, veo como todos observan la escena también embobado por el espectáculo y es que no sé cómo me preste para esto, eso se supone que debería ser solo mío, pero veo como todos lo observan con clara ganas de comérselo.

Paso mi lengua por mis labios dando a mostrar que me encanta las sensaciones que solo ver ese movimiento me genera, el artefacto punzante separa capa por capa para apartarlas, repitiendo esa acción una y otra vez, arriba y abajo, abre y cierra, alza una de las capas para dar a mostrarlas y claramente están húmedas y deliciosas, la cara de boba que tengo solo me la puede generar ver esa acción porque sé que, es lo más sabroso que puede existir.

Le dedico una mala mira a todos lo que están observando y todavía me pregunto cómo acepte y permití que todas estas personas estén observando la misma escena, con una clara señal de comerse lo que es mío, el lleva su dedo por la capa de esa humedad y la pasa por su boca, eso hace que un ¡ah! de total satisfacción y envidia salga de mí.

No escucho nada de mi alrededor solo lo observo a él y la forma tan profesional que maneja ese cuchillo en las tan deliciosas capas, yo solo me pierdo en lo que eso provoca en mi cuerpo.

— ¿Por qué mirar el pastel como si acabarás de llegar a un orgasmo?

Preguntan de manera divertida a mis espaldas, lo que provoca que yo salga de mi ensoñamiento y quite mi mirada del delicioso postre, que mi padre en estos momentos estaba comenzando a servir.

Un gruñido sale de mi cuerpo, cuando me doy vuelta y veo a él ser que no quería que invitarán a mi fiesta de despedida, pero que igual lo hicieron porque no saben lo que este bastado me hizo, es que no sé, como tiene la dignidad de dirigirme la palabra, creí que había sido lo suficientemente clara con el cuándo le dije que no quería ni su amistad, ni nada que lo involucrara conmigo.

Me mira de manera divertida, mientras le da un largo trago a su bebida sin quitar sus ojos marrones de los míos, ya no me genera nada, esas famosas mariposas en el estómago las mate con un extintor, en realidad esas sensaciones bonitas se volvieron un pequeño desprecio por su persona, pero no puedo hacer nada si mi madre lo invito, aunque no la culpo nadie sabe lo que me hizo.

Lo observó sin decir palabra y sin expresar nada, que lo desprecié, no significa que se lo tengo que mostrar y quedar como ardida, él sabe que no me agrada, su sonrisa no desaparece de su rostro y eso me comenzaba a molestar.

— ¿Qué te importa? — Pregunte de manera borde y despreocupada, eso provoca que su sonrisa se borrara y la mi aparezciera, me encanta ser así con las personas, él es un imbécil que sabe muy bien lo que me hizo así que no le veo el porqué de su acercamiento a mí, sabe perfectamente que no es de mis personas favoritas.

Había decidido que no quería seguir con esta corta conversación, estaba dispuesta a irme a donde mi padre para que me diera de la deliciosa torta que habían hecho para Liz y para mí, ya que mañana tomaríamos un avión con destino a otro país para comenzar a estudiar y una vida nueva, puras patrañas.

Todo mi plan de huida, fue remplaza cuando el chico que tenía al frente me agarra fuerte del brazo y hace que lo voltee a ver, en sus ojos veo ira y sé que no le gustó para nada mi respuesta, pero él sabe que la chica a la cual intimidada y hacía lo que a él se le diera la gana había muerto hace años, lo mire igual que el a mí, nunca permitiría que un chico me tratase mal, no otra vez.

Perfecto Engaño [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora