Fin Parte 2

9 1 0
                                    

Adler

(Parte 2)

Pasado, presente y futuro.

El hábito de fumar, nunca fue una necesidad para mí, en realidad cuando lo inicie fue por una simple señalización de mis amigos de que no podía hacerlo, despues de ese día lo probé unas cuantas veces hasta que se volvió algo recurrente cuando me encontraba con emociones negativas en mi cuerpo, pero el día de hoy esas emociones no son negativas solo son sentimientos que no sé cómo explicar, ni como comprender para mejorarlas o cambiarlas.

Siempre fui el chico lindo con el aura misteriosa y que no fumara era una falta de respeto para todas esas historias de amor que leí en algunas instancias de mi vida, cuando ella aún se encontraba en la tierra.

Siento como la nicotina del cigarrillo adsorbe todas mis preocupaciones y desilusiones, llevándoselas mientras el humo abandona mi cuerpo por los orificios de mi rostro, llegando a mí los recuerdos de sus ojos, sus cabellos y las sonrisas de dos chicas que marcaron mi vida pero de maneras tan diferentes que se siente surreal la comparación.

Una era luz mientras la otra es rabia, oscuridad y seguridad, la otra era lo que el mundo no merecía por ser superior, esta era lo que el mundo necesitaba para tratar de mejorar un poco.

Sentimientos diferentes me albergan por las dos, a una la amaba con cada poro de mi cuerpo y a la otra la estaba aprendiendo a querer con todo y sus defectos, que en vez de tratar esconder o mejorar los míos solo los hacia salir más a flote.

Sonrió cuando la veo salir de la fiesta, la chica que me empujo a la muerte un día que solo deseaba eso, pero que no lo hice porque ella llego... Cree que sus palabras me mataron, pero en realidad lo único que hicieron fueron darme ese incentivo de seguir aquí.

Pretendo acercarme a ella, pero me detengo al ver la interacción que comparte con mi donador de semen, la mueca en su rostro cuando él se le acerca no pasa desapercibida para mí.

Acaso lo conoce... Cuando salgo de mi confusión por la escena veo como abordan el auto que emprende su recorrido; saliendo de la propiedad de la chica de gafas, sin saber que hacer solo viene una persona a mi cabeza que deporto pueda decirme ¿Qué está pasando?

Me adentro nuevamente al salón viendo a mi hermano en una esquina tomando de un vaso que posa en su mano, toco su hombro cuando estoy a su lado.

— ¿por qué le dijiste a papa que se llevara a mía? — le pregunto ya que por mi mente pasa la posibilidad de que fue orden del, la relación que tenían mi padre y su primogénito era sin duda mejor que la mía.

Para él soy la deshonra al no querer seguir con sus negocios, nunca me interesó ser el hijo favorito por esa razón cuando Agnes ocupo el lugar de jefe no puse resistencia, él tenía eso en las venas mientras a mí solo me corría ganas de vivir cada día como el ultimo.

Ver su cara de confusión me llevo a saber que mi teoría era errónea.

— No le he dicho nada, mía salió del salón un momento... — no termina la frase cuando veo como su mirada se nubla y sus pupilas se dilatan camina de manera apresura hacia la salida sin comentarme nada, pero ideas de que está pensando por mi cabeza.

No podemos permitir que lo vuelva a hacer...

Llegamos a el estacionamiento y son pocos hombres de nuestra seguridad que se encuentra, algo extraño ya que habíamos traído varios por la amenaza que habíamos recibido.

— ¡¡Renzo!! — Grita mi hermano a nuestro primo el cual es el jefe de seguridad, este viene de manera inmediata.

— ¿Qué pasa?

Perfecto Engaño [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora