⛺Campamento cercano a la Sombra, Kribirsk Ravka Oriental.Pov Alina
Me arrastraron a través de una colina baja en dirección a la carretera donde esperaba el carruaje negro del Oscuro, rodeado de un círculo de Grisha Etherealki a caballo y flanqueado por filas de caballería armada.
Dos de los guardias del Oscuro vestidos de gris esperaban junto a la puerta del carruaje junto a una mujer y un hombre de pelo claro. Ambos vestían el rojo de los Corporalki.
—Entra —ordenó Iván. Después, pareciendo recordar las instrucciones del Oscuro, añadió—Por favor.
—No —contesté.
Iván parecía verdaderamente sorprendido. Los otros Corporalki estaban atónitos.
—¡No! —repetí—. No voy a ir a ningún sitio. Ha habido algún error—Iván me cortó agarrándome el brazo con más fuerza.
—El Oscuro no comete errores —dijo apretando los dientes—. Entra en
el carruaje.—No quiero...
Iván bajó la cabeza hasta que su nariz estuvo a tan solo unos centímetros de la mía y prácticamente escupió:
—¿Crees que me importa lo que tú quieras? En unas horas, todos los espías fjerdanos y los asesinos Shu Han sabrán lo que sucedió en la Sombra, y vendrán a por ti. Nuestra única oportunidad es llevarte a Os Alta, tras los muros del palacio, antes de que se sepa lo que eres. Ahora, entra en el carruaje.
Me empujó a través de la puerta y me siguió al interior, sentándose frente a mí, molesto. Los otros Corporalki se le unieron.
—Entonces, ¿soy la prisionera del Oscuro?
—Estás bajo su protección.
—¿Qué diferencia hay?
La expresión de Iván era inescrutable. —Reza por no descubrirlo nunca.
Fruncí el ceño y me desplomé sobre el asiento acolchado, y después solté un gruñido de dolor. Había olvidado mis heridas.
—Ocúpate de ella —ordenó Iván a la Corporalnik. Sus puños estaban bordados con el gris de los Sanadores.
La mujer cambió de sitio con uno de los oprichniki para poder sentarse a mi lado y curar mis heridas, suspire aliviada.
Uno de los soldados metió la cabeza por la puerta.
—Estamos listos —dijo.
—Bien —replicó Iván—. Permaneced alerta y en movimiento.
—Solo nos detendremos para cambiar de caballo. Si paramos antes, sabrás que algo va mal.
El soldado desapareció, cerrando la puerta tras él. El cochero no dudó: con un grito y el chasquido de un látigo, el carruaje dio una sacudida hacia delante. Y volvió a detenerse, un golpeteo hizo que Ivan abriera la puerta, encontrándose con su majestad.
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𝓡𝓤𝓛𝓔𝓡
أدب الهواة𝑵𝒐 𝒔𝒖𝒃𝒆𝒔𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅, 𝒊𝒏𝒄𝒍𝒖𝒔𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒎á𝒔 𝒑𝒖𝒓𝒐𝒔 𝒔𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍𝒍𝒂. 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘 & 𝑩𝒐𝒏𝒆 . 𝑶𝑪 𝑭𝒆𝒎𝒂𝒍𝒆 🥇 #genyasafin...