𝖙𝖍𝖊 𝖇𝖊𝖌𝖌𝖎𝖓𝖎𝖓𝖌

291 28 6
                                    

🏯Pequeño Palacio, Os Alta, Ravka Oriental🏯

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🏯Pequeño Palacio, Os Alta, Ravka Oriental🏯

Pov Katya

—Permite decirte, Katya, que luces hermosa esta noche. —halago algo tímido, para mi extrañeza me sonroje y aparte la vista de él.

—Gracias, fuiste el único lo noto

—Lo dudo mucho, los hombres somos idiotas y nunca nos percatamos de lo que tenemos hasta que lo perdemos.—se encogió de hombros tratando de mostrar indiferencia.

—Así que lo notaste... —murmure refiriéndome al acercamiento de Alina y el Oscuro.

—Si, no soy ciego. —trato de bromear pero sus facciones se habían puesto tristes.

—Ni yo soy sorda.— por supuesto que había escuchado la pelea que tenían Mal y Alina.

Ambos suspiramos a la par, nos miramos sorprendidos por la sincronía antes de empezar a reír como un par de locos.

—Tal parece que somos más parecidos de lo que creemos. —le dije una vez controle mi risa, era increíble la manera en la que podia congeniar con él pese que no lo conocía en lo absoluto.

Pronto llegamos al jardín principal, está totalmente desierto, podíamos ver a todos celebrando frente a nosotros.

—Bueno... —comenzó rascando su nuca nerviosamente. —Realmente fue un placer acompañarte y exponer mi triste historia.

Sonreí divertida era agradable la sensación

—Ni que lo digas, el placer fue mío Mal.

Ambos nos quedamos en silencio, mirándonos a los ojos con sonrisas agradecidas, ninguno parecía tener la intención de alejarse.

—Deberías irte. —susurre dando un paso hacia el.

—Debería hacerlo. —susurro de vuelta dando un paso hacia mi.

—Tal vez deberíamos vernos luego. —me acerque otro poco a él, nuestros cuerpos chocaban por completo.

—Deberíamos de hacerlo . —contestó eliminando la distancia entre nosotros y besando suavemente mis labios. Cuando el beso termino no se separó por completo, aun podía sentir nuestras respiraciones mezclarse, alce mi mano acariciando su mejilla sintiendo una cicatriz en su mandíbula, me incline un poco besando la línea de la cicatriz en una silenciosa invitación por continuar.

Tome las solapas de su traje y jale hasta que de nuevo nuestros labios se volvieron a juntar en los besos necesitado, el beso hubiera continuado más de no ser el crujir de unas ramas. Hizo que nos separáramos abruptamente.

—Lo lamentó majestad no era mi intención asustarla.

—No pasa nada. Yo... ayudaba al rastreador a encontrar la salida.

𝓡𝓤𝓛𝓔𝓡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora