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Solo me dediqué a seguir a mi hermano por aquella gigantesca y prestigiosa escuela.

Observaba y escuchaba a Yoongi explicar cada rincón de cada sitio que cruzamos, sin preguntar.

Me sentía muy diferente. La vida en Seúl era mucho más distinta que en Daegu, y de eso no me quedaba ninguna duda.

— Llegamos — dijo Yoongi.

Ni siquiera estábamos en un dormitorio en específico. Llegamos a la entrada del complejo de dormitorios.

— ¿Dormiré en el pasillo, o qué? — pregunté con sarcasmo.

— Sí, acomódate en una esquina — Yoongi siguió con el sarcasmo. — ¡Claro que no, tonta! Revisa el correo que te enviaron, ahí dice el número de dormitorio que te asignaron.

A regañadientes saqué mi celular y entré al aplicativo del correo electrónico.

— Treinta y dos.

— Debe estar arriba. Toma el ascensor y encuentra el dormitorio. Deja tus cosas y corre de inmediato hacia acá — ordenó.

— ¿No me ayudarás?

— Oh, no, no — negó continuamente. — Lo haría, si tuviese permitido entrar a la sección de dormitorio de las chicas. Ve tú sola, te esperaré aquí.

Me parecía una razón lógica, aunque tenía curiosidad.

Tomé el ascensor junto con mis dos maletas y presioné el botón para subir . Luego bajé de él, pero tuve que volver a tomarlo, porque había subido un piso más de al que debía llegar. Qué inteligente.

Cuando al fin llegué, caminé por el largo pasillo hasta la puerta marcada con "32". Supuse que no tendría un dormitorio para mí sola, así que golpeé la puerta dos veces esperando una respuesta. Sin embargo, al no escuchar nada, me dispuse a abrir la puerta y entrar.

Y sí, no había nadie dentro, pero sí encontré un lado de la habitación completamente lleno de color rosa. Rápidamente imaginé cómo podía ser mi compañera de habitación: una chica muy tierna, inocente, y amante de los osos de felpa.

Al otro extremo se encontraba un espacio completamente vacío, que supuse era mío. Pronto dejé mis maletas en ese lado del dormitorio y me dispuse a irme, no sin antes echar un vistazo a través de la ventana.

Sonreí al ver los edificios de aulas, las inmensas áreas verdes, y las demás instalaciones del lugar. Y me sentí tan bien.

Escuché el sonido de mi teléfono interrumpir el momento. Era Yoongi.

"¿Estás construyendo el dormitorio o qué? Apresúrate, tenemos mucho que recorrer"

Rodeé los ojos, ni que hubiese tardado tanto.

Bajé tan rápido como pude, hasta que encontré a Yoongi en el mismo lugar donde se quedó antes.

— ¡Te dije que solo dejaras tus cosas y volvieras, te esperé siglos! — gritó, ya que aún estábamos algunos metros de distancia separados.

— ¡Eres un dramático! — grité también. Luego corrí para llegar más rápido. Cuando lo alcancé, comenzamos a caminar — Hablando de ello, ¿Por qué no pudiste acompañarme? ¿No se supone que esta es una academia mixta?

— Sí lo es, pero no las secciones de dormitorios. Los varones tenemos prohibido entrar a la sección de las chicas, al igual que ustedes. No tienen autorización para estar dentro, así que ni se te ocurra merodear por allí — advirtió.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora