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Mis ojos se abrieron como platos, cuando vi a mi madre acercarse trotando en mi dirección.

Cargaba un par de bolsas de compras en ambas manos.

— Mi pequeñita. ¿Cómo has estado, pastelito? — llegó finalmente a mí y me rodeó fuertemente con sus brazos.

Juro que casi me ahogo al escuchar ese apodo.

— Mamá — fingí ignorar el sobrenombre anterior —, no esperaba verte pronto.

— Veo que tienes compañía. Muy buena compañía, de hecho — me ignoró por completo, mirando a Seokjin. — Hola, tú debes ser el novio de mi hija, ¿No es así? — sonrió.

— ¡Mamá! — dije entre dientes, ella realmente me estaba haciendo caer en la vergüenza.

Seokjin, en cambio, sonrió de una manera encantadora hacia mi madre. Hizo una reverencia antes de hablar — Lamentablemente no es así. Mi nombre es Kim Seokjin, soy amigo de su hija, y compañero en el club de Teatro de la academia.

— ¿Club de Teatro? ¿Mi pastelito está en un club de actuación? — me miró —, recuerdo cuando eras pequeña y te gustaba jugar a que eras BlancaNieves, y tu hermano era uno de los Siete Enanos.

Bueno, para ese momento mis mejillas estaban completamente rojas.

Y lo peor, Seokjin no dejaba de mirarme y sonreír bobamente encantador.

Como pude hablé — ¿Qué te trae por aquí, mamá? ¿No deberías estar en Daegu?

— Oh, sí. Pero tu padre tiene algunos asuntos que atender en su trabajo aquí en la ciudad. Y ya sabes, como no puede permanecer mucho tiempo lejos de mí, según él, me pidió que lo acompañara. Y bueno, considerando que estamos a pocos días de celebrar nuestro aniversario, decidí venir a buscar un regalo especial para él.

Sí, eso explicaba muy bien el porqué de que mi madre estuviera en Seúl.

— Bueno, eso tiene sentido.

— Por cierto, ¿Cómo está tu hermano?

— ¿Él? Está bien... Por ahí, creo.

Mi mamá me miró con duda — ¿Cómo que no sabes dónde está? ¿No se supone que deberían estar juntos, por cierto?

Reí nerviosa. — Disculpa un momento — dije a Seokjin. Entonces tomé a mi madre de la muñeca y la llevé algunos metros lejos de él. — Escucha, es un poco.. complicado. Prometo que te explicaré todo la próxima vez, pero por favor, no le digas a Yoongi que me viste aquí con Seokjin — rogué.

Ella volvió a verme, más extrañada aún. — No estás haciendo nada malo, ¿Verdad?

— ¿Qué? ¡No, mamá! Es que... — dudaba si hablarle de la situación era una buena idea, pero no tenía opción si quería que me ayudara. — Seokjin es un universitario de la academia, y en ella hay una tonta regla sin sentido, que dice que las chicas de secundaria no podemos salir con los universitarios. Que, por cierto, no quiere decir que estemos saliendo, sólo somos amigos — bueno, algo así —. De cualquier manera, por favor no le digas a Yoongi que me has visto con él. Te prometo que no estamos haciendo nada malo.

Mi progenitora lo pensó por unos segundos antes de hablar. — Confío en ti, Lia. Pero, de todos modos, por favor sé cuidadosa, ¿Está bien?

— Lo haré, mamá. Gracias.

— Pero... ¿Él te gusta? — preguntó con complicidad, haciéndome sonrojar.

— ¡Ma!

Rió. — Está bien, está bien. No te preguntaré, por ahora —. Me hizo dar media vuelta para que comenzáramos a caminar de vuelta con Seokjin. — Muy bien, tengo que irme ahora. Fue un placer conocerte, Seokjin. Espero poder verte pronto otra vez, quizá en Navidad, ¿Acompañando a mi hija?

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora