Una vez que mi despertador me avisó que era momento de levantarme, obedecí para alistarme para ir a mi voluntariado en el invernadero.
Hyori también se despertó, y sonreímos débilmente cuando cruzamos miradas.
— ¿Desayunamos juntas? Solo tú y yo — preguntó.
Una de las cosas que más valoraba de mi amistad con Hyori, era que, de cierta manera, ella había aprendido a descifrar mis sentimientos. Y en aquella ocasión en la que no quería hablar sobre lo ocurrido el día anterior, agradecí con todo mi corazón que no me cuestionara ni comentara nada sobre eso.
Acepté su invitación antes de tener que irme al invernadero.
Realmente me sorprendía cómo algunas frutas y vegetales eran capaces de soportar las bajas temperaturas del invierno, en especial las fresas, que aunque fueran pequeñas también eran muy fuertes. Mientras cortaba algunas de ellas y las colocaba en el canasto que me habían otorgado antes, uno de los empleados del invernadero explicó que los climas fríos favorecían a la fructificación de la fruta. Por ello, para que una fresa sea lo suficientemente dulce, también necesita de periodos fríos.
Mi última tarea en el invernadero ese día consistía en recolectar fresas, así que ahí estaba yo, buscando las fresas más rojas y de tamaño considerable para cortarlas.
Ya que estaba concentrada seleccionando las frutas, no me percaté de que una pequeña personita llegó a mi lado, hasta que esta golpeó suavemente mi pierna, llamando mi atención.
Era el pequeño Jeon Jungkook.
— ¿De nuevo escapaste de los brazos de tu mamá, pequeño? — pregunté al niño.
Evidentemente no me respondería tal y como lo esperaba.
— Fesa — pronunció apenas.
— ¿Quieres ayudarme a recolectar fresas? — asintió. — Bien, entonces vamos a recolectar fresas.
Como una manera de evitar que se fuera a algún otro lado donde fuera más difícil encontrarlo, consideré que entretenerlo un poco mientras sus padres o Kim Namjoon aparecían para llevarlo con ellos era una buena opción. Entonces, dejé el canasto en el piso, y con todas mis fuerzas sujeté a Jungkook para poder elevarlo a la altura de las frutas.
— Mira, tenemos que elegir las que sean grandes y bonitas, ¿Está bien? Como esta — señalé una fresa perfecta para ser recolectada.
Jungkook la sujetó, y con toda la fuerza que su pequeña manita poseía, arrancó la fresa de la planta. Lo felicité cuando lo logró.
Después de dejarla en el canasto, el pequeño quería recolectar una que todavía no estaba lista. Era pequeña y apenas se estaba tornando rosada.
— No, Kookie, esa todavía no está lista —. Cuando observé el pequeño rostro de Jungkook, encontré una ligera similitud entre el color de aquella fruta que todavía no estaba madura, y la nariz del niño que, debido al frío en el lugar, también estaba casi roja. — Es pequeña y rosada, al igual que tu nariz, ¿No es así? — toqué suavemente su nariz, haciéndolo sonreír ligeramente. Sonreí de ternura también.
— De hecho, también se parece a tu nariz — dijo alguien a mi espalda.
Cuando reconocí el timbre de voz, giré para encontrarme con Seokjin. Entonces bajé a Jungkook y le pedí que sujetara mi mano por un momento.
— Hola, ¿Qué haces aquí? — pregunté a Seokjin.
— Vine a conseguir algunas frutas, y también me dieron la oportunidad de recorrer el invernadero.
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RULES BREAKER [KSJ]
FanfictionEn una academia de arte de Seúl, en la que no hay regla más importante que «no involucrarte con un universitario», Min Lia estaba completamente decidida a seguir aquella regla. ¿Qué podía ser más difícil que eso para una estudiante modelo como lo er...