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Al día siguiente, después de la noche conversando con Kim Seokjin, podría haber creído que se trató de alguna especie de truco de magia, de no haber sido por la indirecta petición que hice hacia Seokjin sobre detener los rumores.

Para entender mejor, cuando puse el primer pie en el edificio de la secundaria, ya esperaba tener que evitar miradas y voces murmurando mi nombre a mi alrededor, pero maravillosamente no fue así.

Repentinamente había dejado de recibir las miradas de otros estudiantes que transitaban por los pasillos de la academia. Ahora, los temas de conversación estaban centrados en chicos, videojuegos, maquillaje y una que otra queja hacia la clase de algún profesor.

Pero ninguno incluía mi nombre, no de nuevo.

Se sintió tan bien volver a la normalidad, sin preocuparme por evitar escuchar los chismes.

El día transcurrió con tranquilidad, tal y como había sido antes de ese incidente del lunes.

Pero, aunque sabía quién podía estar detrás de todo eso, también tenía curiosidad sobre cómo había conseguido detener ese lío.

Quizá lo descubrí en un escenario un tanto.. bizarro.

Durante el día, cuando estaba dentro de un cubículo en el baño, haciendo las cosas que los humanos hacemos y por las que se inventaron los inodoros, un grupo de chicas entró al baño también, riendo y conversando.

— ¿Entonces no fue la chica nueva la que se desmayó? — preguntó una de ellas.

Yo era "la chica nueva", claro.

— No, ella solo ayudó a una chica de su clase, que fue quien se desmayó — respondió otra.

— ¿Y no decía exactamente lo que pasó con la chica, o por qué se desmayó? — cuestionó otra voz diferente a las anteriores.

— No, pero por lo que dice la nota sobre los transtornos alimenticios, seguro tenía algún problema con la comida.

¿De qué nota estaban hablando?

— Oh, es verdad.

Entonces salí del cubículo, más interesada en volver a clases que seguir escuchando conversaciones ajenas.

Cuando lo hice, las miradas de las chicas se dirigieron hacia mí, y de pronto dejaron de hablar y se vieron entre sí.

Me acerqué al lavamanos y tomé un poco de jabón líquido.

— Disculpa, ¿Tú eres Min Lia? — preguntó una de ellas.

Asentí en silencio. Abrí el grifo y comencé a frotar mis manos para lavarlas.

— ¿Sabes qué pasó con la chica que se desmayó el lunes? — otra.

La miré a través del espejo. — Lo siento, pero no. Solo la ayudé a llegar, del resto no sé absolutamente nada — mentí. — ¿Puedo preguntar cómo es que supieron todo esto?

— ¿Sobre la chica que se desmayó? Alguien escribió una nota en el sitio web de los estudiantes de la academia sobre eso.

¿Así que él había sido? Tenía que comprobar mis sospechas.

Finalmente cerré el paso del agua, tomé un pañuelo, sequé mis manos y me fui.

— ¿Ven? Les dije que ella no era quién se había desmayado — murmuró una de ellas cuando salí.

Agradecía inmensamente que todo se hubiera aclarado finalmente, pero aún tenía la duda sobre si Kim Seokjin había sido mi salvador.

En el cambio de una clase a otra, revisé el sitio web del que las chicas habían hablado antes. Y sí, tal como lo habían mencionado, había una gran nota que contaba lo que había ocurrido el lunes: una chica de mi clase había sufrido un colapso durante la clase de deportes, y Min Lia, la recién llegada estudiante de secundaria había auxiliado a su compañera.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora