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— ¿En serio quieres ponerme a prueba? ¿Por qué?

— Tengo curiosidad... Nunca había visto un temperamento igual dentro de una persona tan pequeña como tú.

— Bueno, me sorprende mucho, en realidad. Considerando el catálogo de chicas a las que has tenido oportunidad de conocer, que por cierto ha de ser gigantesco.

— Oye, no me culpes por ser demasiado atractivo. Yo no pedí llegar a este mundo para cautivar a las chicas con este fantastico par de labios.

— Estás alardeando demasiado, ¿No lo crees?

— No es por alardear, Lia. Pero no conozco ninguna chica que se resista a probar mi boca.

— En ese caso... Hola, soy Min Lia.

— Oh, vamos, tienes que aceptar que incluso ese pequeño beso en la mejilla tuvo algo de especial para ti.

— ¿Que, ese beso? — reí — Por favor, Seokjin. He recibido cientos de besos en la mejilla por parte de mi padre cada que se siente orgulloso de mí.

— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó intrigado.

— Digo que, de haber sido especial para mí, que evidentemente no es el caso, para ti seguramente fue algo rutinario, nada de otro mundo. Además, fue un beso en la mejilla, completamente diferente a experimentar uno en los labios.

Pero entonces, sin previo aviso, Seokjin acercó su rostro al mío con tal rapidez que, estoy segura, mis ojos se abrieron como platos por tal sorpresa.

— ¿Crees que no fue especial para mí? —. Tenía una de sus típicas sonrisas de victoria y coqueteo que ya conocía.

— Estoy segura — sonreí de igual modo.

El revoloteo de las mariposas de pronto pareció tener sentido en mi vida. El viento y el pequeño sonido apenas perceptible que su par de alas emitían, después de todo y con la persona indicada, se sienten como si nada alrededor importara otra vez.

Así mismo se sentía mirar los labios de Kim Seokjin, y percibir que sus ojos también estaban centrados en mi boca. Todos mis sentidos estaban cegados ante la deleitante vista y la curiosidad de conocer sus labios. Ver cómo se dibujaba esa sonrisa hacía que mi corazón deseara salirse de mi pecho.

Admitirlo ya no tenía ninguna dificultad; Kim Seokjin me hacía querer romper las reglas.

La distancia no era algo que justo en ese momento ambos conociéramos. Mirar sus pupilas marrones y brillantes, y sentir su respiración a pocos centímetros de mi rostro me tentaba a arriesgarlo todo.

— Habrá que hacer algo al respecto entonces. — Por más que lo deseara, Seokjin solo se limitó a acariciar mi mejilla con la falangeta de sus dedos. Y, de igual manera, me gustó que lo hiciera. Entonces se puso de pie y sonrió — Te veré de nuevo, Min Lia.

Finalmente lo vi irse, con las manos ocultas en los bolsillos de su chaqueta, y mi corazón queriendo ceder a su encanto.

~

Durante mi regreso al dormitorio, decidí dar un último paseo para reflexionar todo lo que había ocurrido minutos atrás. Tenía  una  desbordante sonrisa de oreja a oreja, completamente consciente de lo que mi corazón sentía por aquel chico.

Mi día no pudo ser mejor, de no ser por lo que ocurrió cuando reconocí dos siluetas a la distancia. La colorida vestimenta de la chica, y el rubio cabello del muchacho eran completamente inconfundibles.

Hyori y Yoongi estaban tomados de la mano, caminando muy cerca el uno al otro. Ambos sujetaban una bebida, y reían muy alegres.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora