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Ver a mi hermano al otro lado de la avenida me aterró, especialmente porque Seokjin estaba a mi lado, sujetando mi mano, ajeno a la presencia de Yoongi. Al menos eso fue lo que creí, hasta que sentí que sujetó mi mano con un poco de fuerza para llamar mi atención.

— Todo estará bien, tú estarás bien.

Lo miré. Miré su sonrisa, y con ella me hizo saber que estaba diciendo la verdad. Todo iba a estar bien.

Luego volví a buscar a mi hermano, quien caminó hasta el cruce peatonal para llegar hacia mí. Una vez que estuvo enfrente, hizo una media sonrisa.

— Lia, ¿Podemos hablar? — cuestionó.

Miré a Seokjin, y él habló — Te veré después, ¿Está bien? — asentí, él soltó mi mano y se fue.

Estar frente a mi hermano después de nuestra discusión se sentía diferente, me sentía como una extraña junto a él y no podía sostener su mirada por mucho tiempo.

Yoongi sugirió que visitáramos una cafetería y compráramos alguna bebida caliente, así que ahí estábamos los dos, sentados frente a frente sin poder iniciar una conversación, y sin siquiera poder beber nuestro café con crema.

— ¿Tuviste un buen día hoy? — fue lo único que Yoongi pudo decir. Dolió escucharlo decir solo eso, así que asentí. Pero dolía todavía más observar como poco a poco el café se enfriaba, y ninguno de los dos podía decir algo más.

Aquello era algo nuevo, porque ni siquiera cuando éramos unos niños inmaduros habíamos permanecido ese tiempo sin poder arreglar nuestros asuntos. Y aunque el mismo no podía compararse con aquella vez en la que Yoongi se comió el helado que yo había conservado en la nevera, era todavía más absurdo que a nuestra edad no supiéramos como solucionar un problema.

Así pasaron casi veinte minutos sin que nadie dijera algo, en los que prácticamente ahogábamos nuestras palabras y alimentábamos al incómodo silencio.

— Creo que no es el momento indicado para hablar... — dije sin mirar a Yoongi.

Suspiró — Tienes razón.

Tras su respuesta, me pusé de pie para que ambos nos fuéramos, pero él no hizo lo mismo, y se quedó ahí, intentando decir algo.

— ¿Yoongi? — lo llamé.

— Sabes, no podemos seguir así. No puedo seguir haciendo esto. Sé que fue mi culpa, Lia, yo... No debí llamarte débil, lo lamento en serio. Es solo que, hemos cuidado uno del otro desde que somos niños, y yo solo estoy tratando de cuidar de ti como siempre he procurado hacerlo — hizo una pausa para suspirar. — Sé bien el tipo de chico que es Kim Seokjin tanto como sé que eres lo suficientemente inteligente para darte cuenta desde la primera señal.

Nuevamente estaba juzgando a Seokjin sin conocerlo realmente, y yo no quería volver a escucharlo decir que, según él, no sabía con qué chico estaba saliendo. No quería responderle tampoco, porque sabía que de igual manera no me iba a entender. Sin embargo, eso no fue lo único que Yoongi tuvo para decir.

— Y también sé perfectamente que eres muy capaz de cuidar de ti y tomar tus propias decisiones. De los dos tú siempre has sido más valiente, lamento no haberme dado cuenta antes.

Explicarlo sería algo casi imposible, pero la sinceridad que acompañaba a las palabras de mi hermano fue más que suficiente. Aunque todavía tenía algo que hacer, así que tomé asiento y comencé a hablar.

— No quería llorar hasta que tú me abrazaste y me dijiste que no tenía de qué preocuparme. No lloré por ese chico porque ni siquiera empezamos a salir.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora