32

37 7 15
                                    

Contrario a como lo había tenido que hacer durante todo ese tiempo, al fin pude mirar sus preciosos ojos con toda la seguridad del mundo. Y perdida durante unos milisegundos en lo brillante de sus pupilas, no pude evitar que una de las comisuras de mis labios se elevara.

Ello hizo que la mandíbula de Seokjin se relajara poco a poco.

— ¿Es por ella que te alejaste de mí? — asentí en silencio —. ¡Agh, Lia, debiste decírmelo!

— ¿Qué hubieras podido hacer? ¿Golpearla?

— ¡Te hubiera protegido!

Sonreí, estaba feliz de verlo. — Lo sé.

— ¿Qué? ¿Por qué sonríes? — preguntó confundido.

— Estoy feliz de verte — volví a sonreír.

Es que, en realidad, me sentía demasiado feliz por tenerlo cerca nuevamente. Por poder apreciar sus facciones y casi escuchar su respiración.

— Lia, estamos hablando en serio. ¿De qué trato estaban hablando?

Por fin alejé mis ojos de los suyos. — Ella estuvo amenazándome con una fotografía de mi hermano y mi mejor amiga juntos. Es que, por la regla, ellos no deberían salir. Entonces Minji los fotografió y amenazó con publicar la foto si no renunciaba a la obra y me alejaba de ti.

— Esa niña... ¿Por qué no me dijiste la verdad? En verdad pensé ''Seguro hiciste algo mal, Kim Seokjin'' — llevó su pulgar y meñique al puente de su nariz, haciéndome sonreír.

— Lo siento mucho. Es que, no sabía cómo resolver esta situación, y me aterró el hecho de que mi hermano y mi amiga resultaran afectados por mi culpa.

— De haberlo dicho, ambos pudimos buscar una solución, no te habría dejado lidiar sola con esto.

Cada vez que él mencionaba algo que nos incluía a los dos, mi corazón latía a gran velocidad.

— Eso lo sé perfectamente, y te agradezco mucho que me ayudes más de lo que deberías. Pero necesitaba cuidar de mí misma, aunque bueno — me avergoncé —, olvidé como hacerlo por un buen tiempo.

Por fin, Seokjin se permitió reír un poco.

— Confío plenamente en que podrás cuidar de ti después de esto, pero yo protegeré también esta vez. Esa chica no volverá a molestarte, te veré más tarde.

— Espera — Seokjin estaba decidido a irse, pero tomé su mano con fuerza y lo hice volver a mirarme —, por favor déjame solucionar esto yo misma.

— Pero Lia, podemos resolverlo fácilmente.

Mi corazón volvió a latir intensamente, y el impulso de entrelazar mis dedos con los suyos llegó de repente. Sonreí cuando sentí como sus dedos se aferraron a mi mano. — Confía en mí, ¿De acuerdo? Después de este día, no volveré a dejarte como lo hice antes. Tal vez no pueda hablar contigo mientras estemos en el club, o mirarte, o sonreirte, pero sí tendremos la oportunidad de hablar mediante mensajes de texto y llamadas; podremos ir lugares fuera de la academia, ¿Qué te parece si volvemos al arcade e intentamos conseguir esas figuras de Mario Bros? Seguro que todavía siguen disponibles.

Seokjin rió — Sí, por favor, la princesa Peach necesita nuevos amigos — yo también reí. Nos miramos a los ojos durante unos segundos, entonces, Seokjin llevó su mano libre hacia mi rostro para acunar mi mejilla. — ¿Me prometes que estarás bien?

Asentí — Lo prometo — sonreí, él hizo lo mismo —. Ahora ve a mentalizarte en ser el mejor Lisandro que haya existido.

— Lo soy, y también el más guapo de todos —. Ahí estaba el Seokjin narcisista que conocía.

Reímos. — Sí, seguramente — fingí sarcasmo. Seokjin pellizcó mi mejilla, haciéndome sonreír.

— Te veré más tarde entonces.

— Está bien —. Entonces Seokjin me soltó y se dió la vuelta para empezar a caminar hacia la salida, pero antes ser que desapareciera de mi vista: — Oye, que no se te ocurra sentir nada por actuar como el amante de Minji, ¿Comprendes?

Seokjin rió. — Eso jamás.

Estaba dispuesto a seguir con su caminata, pero de pronto se detuvo y se giró. Me miró, y con toda seguridad caminó en mi dirección para sujetar nuevamente mis mejillas y plantar un beso en mi frente. Cuando sonrió, en aquella oportunidad no pude evitar que mis mejillas se tornaran rosadas.

Entonces se fue finalmente. Yo me quedé ahí unos minutos más, tratando de tranquilizar mi ritmo cardíaco y que el tono de mi piel volviera a la normalidad. Luego me fui, satisfecha de poder volver a estar cerca de Seokjin y haber encontrado la solución a ese problema con Minji.

~

Jung Hoseok era un bailarín innato. Tenía una destreza increíble para el baile y se desenvolvía en él como si fuera su misión de toda la vida.

Al ritmo de una movida canción, el público aplaudía y gritaba al ver a Hoseok y los otros dos chicos que lo acompañaban hacer movimientos con su cuerpo que otros no podíamos hacer tan fácilmente. Y es que los tres parecían ser unos profesionales. Lo estaban haciendo verdaderamente genial, que el ambiente de la tribuna les hacía saber que su presentación estaba siendo del agrado del público.

Yoongi y yo nos unimos al alborozo de aquella tarde, gritando y aplaudiendo al ritmo de la música mientras nuestro amigo hacía relucir la pista de baile con su talento.

La participación de Hobi y sus compañeros finalizó entre los aplausos y silbidos de los presentes, así que junto a mi hermano nos pusimos de pie para ir a felicitarlo por su gran actuación.

Lo vimos detrás de escenario que habían improvisado en el gimnasio. Yo lo abracé y felicité, mientras que con Yoongi hicieron su típico saludo de amigos.

— ¡Lo hiciste verdaderamente fantástico! — elogié.

Hobi sonrió — Gracias, mini Min.

Yoongi asintió de acuerdo. — Oigan, ¿Pueden acompañarme a buscar unas flores para Hyori? Su presentación empieza en cuarenta minutos.

Hobi aprovechó sus centímetros más que los de Yoongi para abrazarlo por el cuello y burlarse de él por ser un romántico. Me reí y de inmediato les pedí que nos fuéramos de una vez.

Afortunadamente, encontramos un hermoso ramo de lavandas, tulipanes lilas, rosas blancas y algunas ramas de eucalipto dólar, que supimos que le encantaría a Hyori. Pero nos tardamos algo de tiempo buscando, que tuvimos que correr para llegar a tiempo y encontrar un buen lugar para ver su presentación.

Y al igual que Hobi, Hyori parecía saber perfectamente lo que hacía en el escenario. Es que no se necesitaba saber sobre ballet clásico para darse cuenta de lo magnífica que Hyori era para ello.

Junto a otras personas, interpretaba la clásica obra del Lago de los cisnes. Se miraba tan celestial con un aquel conjunto emplumado de color blanco, y su rostro parecía aún más etéreo con las pequeñas perlitas y brillos que decoraban sus párpados.

Hablando acerca del ballet, sus movimientos eran suaves y delicados. Verla mostrar su talento como toda una experta me hacía sentir orgullosa de ella, y en especial a Yoongi, quién movía su cabeza de un lado a otro para seguir los movimientos de su novia mientras sonreía. Cuando la presentación de Hyori también terminó, fue Yoongi uno de los primeros del público en ponerse de pie para aplaudir, provocando que Hyori, desde el escenario, se pusiera tímida.

Alcanzamos a Hyori detrás del escenario, donde también la abrazamos y felicitamos por su participación. Yoongi le entregó el regalo que tenía para ella, y Hyori casi se ponía a llorar.

Tuve que despedirme de ellos, pues pronto se llevaría a cabo la obra teatral y yo tenía que estar presente para ayudar con la escenografía y demás. Acordamos vernos tan pronto terminara la obra, para luego salir a alguna parte a celebrar que aquel era el último día de clases antes de las vacaciones navideñas.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora