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Nuevamente el sonido de la puerta llamó mi atención.

Esta vez, la alta y delgada figura de la mujer, vestida con una bata médica, apareció en el lugar.

La enfermera había vuelto después de unos minutos.

— Bueno, ya llamé a sus padres, ellos estarán aquí pronto — asientí. — ¿Puedes decirme exactamente lo que ocurrió?

— Estábamos en la clase de deportes. Ya habíamos rodeado el perímetro del campo tres veces, y ella de repente comenzó a detenerse y decir que no podía respirar, entonces la trajimos aquí.

La enfermera, quien estaba atenta a mis palabras anteriores, asintió mirando y jugando con un bolígrafo entre sus dedos.

— Ya veo.

Pero ella no solo tenía esa respuesta; ella sabía más que el hecho de que Janhye solo hubiera experimentado agotamiento físico.

Y yo también lo sabía.

— Ella... ¿Estará bien?

— Por el momento lo estará... Después, dependerá de ella estarlo.

Asentí, la enfermera tenía toda la razón. Janhye tenía que hacer mucho por sí misma y su bienestar.

— Debes volver a clases; sus padres no tardarán en llegar y yo estaré vigilándola.

Dudé, pero quizá no estaba siendo de mucha ayuda ahí. Entonces hice una inclinación en agradecimiento y salí.

Y cuando lo hice, la figura de Kim Seokjin, quien antes estaba sentado unos metros de la entrada, se puso de pie y caminó hacia mí.

— ¿Segura que estás bien? — asentí —. Gracias a Dios.

Fue así como Seokjin sujetó mis hombros y dejó caer su cabeza hacia enfrente, como si estuviera demasiado cansado.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan preocupado? — pregunté curiosa.

Seokjin se alejó lentamente. — Es que, escuché a un par de chicos hablar sobre que una chica de tu clase se había desmayado en el campo de soccer, y también dijeron que te habían visto yendo a la enfermería.

Claro, los rumores en la academia eran como el pan de cada día.

— Descuida, solo ayudé a mi compañera. Yo estoy bien.

Los ojos de Seokjin brillaron ligeramente con mi respuesta. O quizá solo brillaron naturalmente.

De cualquier manera, seguro que ya se entiende por qué reconocía el brillo en los ojos de Kim Seokjin.

— Bueno... Debo volver a clase — dije, señalando con mis pulgares la dirección en la que se encontraba el campo de soccer. — Gracias por.. preocuparte.

— Lia, yo-

Su voz fue interrumpida por el sonido que indicaba el cambio de clases, y cuando en los pasillos del edificio central comenzaron a aparecer algunos alumnos.

Sabíamos lo que significaba que una estudiante de secundaria y Kim Seokjin estuvieran algo cercanos, aun cuando no hubiera nada más allá que una conversación.

Entonces era mejor evitar especulaciones.

Continué caminando en dirección a la salida, esta vez con más rapidez para llegar al campo y tomar mis pertenencias antes de volver a portar mi uniforme diario.

Pero, como si algún tipo de buen profesor se tratara, el profesor de deportes de pronto comenzó a regañarme por haber llevado a Janhye a la enfermería sin haberle dicho antes a él, justificándose con que si algo más le hubiera pasado a mi compañera él hubiera sido responsable y yo culpable.

RULES BREAKER [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora