Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]

Especial 500k

Seis meses después del epílogo.

POV Karen.

Camille cubre mi rostro con el velo en tanto las lágrimas corren por sus mejillas libremente haciendo que mi propio llanto amenace con desbordarse, pero el regaño de mi maquillista me obliga a tragarme las lágrimas por el bien del maquillaje que me tuvieron que reaplicar unas cuatro veces cuando se corrió porque no me pude aguantar.

Lu me pasa el ramo el cual tomo entre mis manos temblorosas y le regalo una sonrisa llena de agradecimiento, viéndome incapaz de hablar sin soltar a chillar como una niña pequeña.

—La más hermosa novia —comentan a mis espaldas y me giro para encontrarme con Miranda, mi otra dama de honor a la cual conocí desde el instituto y ahora está comprometida con mi mejor amigo.

El momento se ve interrumpido cuando una de sus manos vuela a su estómago y se apresura en tomar la mía justo para sentir el suave revoloteo del bebé en su vientre haciendo que mi felicidad se triplique.

—¿Mi sobrina? —Inquiere Cam acercándose para poner su mano sobre el abultado vientre de mi amiga y ella hace un gesto de desagrado cuando otro golpe, esta vez más fuerte es asestado por el pequeño.

—Jay sigue diciendo que es un niño, y yo también tengo el presentimiento, así que no estés tan segura —replica Miranda consiguiendo que Camille ruede los ojos y tanto Lu como yo echamos a reír.

—Que sea lo que Dios quiera, pero ahora fórmense porque ya es hora —interfiere mi planeadora ganándose las miradas frígidas de mis damas de honor.

Después de que Miranda y Jay anunciaran su embarazo tuvimos que hacer varias modificaciones tanto a las fechas como al vestido y Paola, la mujer que mi madre contrató para planear mi boda no se lo tomó muy bien. Desde ese día su disgusto hacia la otra no ha sido escondido por ninguna y me he tenido que aguantar las constantes peleas entre ella y Miranda.

—Venga, es mí momento. No peleen ahora —les pido alisándome el vestido.

Ambas se miran y es Miranda quien rueda los ojos antes de colocarse frente a Lu que sostiene la mano de la pequeña Sara, quien será la encargada de lanzar pétalos en el camino que me llevará al altar.

—Las mujeres y sus dramas.

La voz de Marcos inunda el salón y rápidamente me aferro al brazo que me ofrece, sintiendo que estoy a punto de desmayarme de los nervios.

—No te lo había dicho, pero estás hermosa. Mi hijo es un hombre afortunado —vuelve a hablar causando que una sonrisa se tome mis labios.

—Gracias.

Él pone una de sus manos sobre la mía, que se aprieta en torno a su antebrazo y me estremezco cuando la aguda voz de la planeadora acapara la atención de todos.

—Bien. ¡Abran las puertas! —Instruye.

Juro que dejo de respirar, pero Marcos estrecha mi mano entre la suya y me obligo a despegar la mirada del suelo, lista para comenzar a caminar hasta el hombre que amo.

La marcha de bodas comienza a inundar la capilla y la atención de todos los invitados se centra en las damas de honor, quienes comienzas su ascenso hasta el altar donde diviso a David junto a Axel y Jason.

Todo a mí alrededor parece pasar a segundo plano y mí mirada se queda perdida en los ojos azules inundados de lágrimas que consiguen detonar el llanto que tanto tiempo llevaba evadiendo.

Axel le da un par de palmadas en el hombro y David se seca las lágrimas rápidamente al tiempo que siento a Marcos riéndose a mi lado.

—Creo que no lo veía llorar desde que tenía cuatro años —susurra en mi oído y no puedo acallar la pequeña carcajada que sale de mis labios.