Editado 21/12/21Dejen un voto :)
Escucho el familiar pitido del monitor cardiaco y me obligo a abrir los ojos. Por un momento la luz me nubla la mirada, pero con unos cuantos revoloteos de mis párpados logro acomodarme a ella.
Intento mover las manos que se encuentran sobre mi vientre, pero noto que alguien las está sujetando, impidiendo que logre mi cometido. Despacio, mis ojos se centran en el cuerpo de David que yace dormido sobre mi regazo y con ambas manos sobre las mías.
Intento mover mis manos una vez más, pero el movimiento despierta a David, quien en cuanto siente el ligero cambio en la posición de mi cuerpo se levanta de golpe con una expresión angustiada.
Mis ojos se sumen en los suyos y aunque sé que en este momento no estamos del todo bien, la preocupación brilla en su mirada y es suficiente para hacerme saber lo angustiado que estaba por mi estado.
Sus manos toman las mías y las lleva a sus labios para depositar un casto beso en cada una aun sin despegar su mirada de la mía.
—Estás bien —susurra en cuanto sus labios se separan de la helada piel de mis manos.
—Eso creo —respondo con la voz ligeramente carrasposa.
—¿Qué me pasó? —Le pregunto al notar sus ojos un poco rojos con unas ojeras enormes y más brillosos de lo normal.
Él suspira en un gesto cansado y pasa una mano sobre mi coronilla, acariciando mi cabello con suavidad—, te desmayaste en la cena de graduación. Los médicos dicen que se te bajó el azúcar. ¿No has estado comiendo muy bien cierto? —Pregunta con lo que reconozco como culpa en cada palabra que deja su boca.
—La verdad es que no... Desde la luna de miel he perdido el apetito —me sincero desviando la mirada de la suya.
Él cierra sus ojos al entender lo que implican mis palabras y como acto reflejo aprieto su mano con la mía.
—Todo esto es mi culpa, lo siento —murmura con la cabeza gacha y siento como algo en mi pecho se estremece al notar la forma en que su voz se quiebra a mitad de oración.
Tomo su rostro entre mi mano y lo obligo a mirarme—. Nada ha sido tu culpa. Tú no tienes la culpa de que nuestra familia no acepte que estemos juntos. Tú no me dejaste porque quisiste, simplemente no fue el momento correcto. Por favor no te eches la culpa —suplico mordiendo mi mejilla para suprimir las lágrimas que se quieren escapar de mis ojos.
—Claro que es mi culpa, fui lo suficientemente estúpido como para dejarte ir. Karen, estos meses que hemos estado separados han sido un completo infierno para mí y lo que acaba de suceder demuestra que tú también estás muy afectada por todo. Nos hacemos daño intentando estar separados del otro —dice.
Sus palabras me atraviesan y se clavan en mi corazón como una estaca. Lo que acaba de decir solo confirma lo mucho que nos necesitamos el uno al otro. Sin embargo, por más que queramos las circunstancias nunca nos permitirán estar juntos.
—David —susurro al borde de las lágrimas.
—No podemos. Te vas a estudiar al otro lado del país, hoy mismo me lo dijiste. Además, tendríamos que sacrificar la relación con nuestras familias y tú sabes de sobra que Axel es mi otra mitad.
Observo entristecida como la luz se va de sus ojos y justo cuando abro la boca para consolarlo la puerta de mi habitación se abre de golpe. Ambos nos alejamos del otro de un brinco y centramos nuestra mirada en el rostro lloroso de mi mamá.
La manera en que sus ojos se clavan sobre mí y la fuerza con que muerde su labio inferior me desvelan sus sentimientos. Conozco a mi mamá como la palma de mi mano y sé de sobra que la expresión que porta está cargada de culpa y arrepentimiento.
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Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]
Teen FictionEl destino parece estar en contra de Karen desde el día en que descubre que su madre está comprometida y la sorpresa es aun mayor cuando conoce al prometido y a su hijo. David no puede soportar ver a su padre con otra mujer que no sea su madre. Des...