Editado 07/98/21
Advertencia: escenas para mayores de 18 años. Estarán señalizadas con un (*******)
Siempre he sentido que en las horas de la madrugada se me da mejor pensar con calma. Algo del silencio rotundo que envuelve estas horas de la noche me trae paz y me despeja la cabeza de cualquier problema que me esté aquejando. Sin embargo, en esta particular madrugada mi mente está por todas partes manteniéndome desvelada.
Hoy en la noche es la cena de ensayo del matrimonio de mi mamá y la realidad de que esa unión trazará el límite de lo incorrecta que es mi relación con David me pesa terriblemente en el pecho.
Ya llevamos dos semanas como novios y debo admitir que al comienzo la adrenalina y emoción de estar involucrados en algo prohibido nos encantaba, pero con la desalentadora realidad que tenemos encima lo vedado pierde el encanto.
A pesar de que son apenas las cuatro y media de la mañana los nervios me tienen sin una gota de sueño y decido que lo mejor para relajarme un poco es tomar una ducha en la tina de mi propio baño. Ya llevo más de tres meses viviendo en esta casa y aun no me he acostumbrado a las comodidades; una tina que fácilmente podría ocupar a dos personas, los enormes balcones con mi vista favorita al mar y la gigantesca cocina que siempre se mantiene dotada con la comida suficiente para alimentar a un equipo de soccer completo.
Mientras el relajante sonido del agua llenando la bañera inunda mi habitación, me doy el lujo de desvestirme con calma. Son muy pocas las ocasiones en las que tengo el tiempo suficiente como para mimarme y a pesar de que la causa de esta no sea la más tranquilizante, mi cuerpo agradece toda la atención que le estoy dando.
Mis manos se deslizan con suavidad sobre cada curva de mi cuerpo a medida que me deshago de todas mis prendas y finalmente se centran en mis tensionados hombros. Un suspiro se escapa de mis labios cuando aprieto las manos sobre la zona adolorida y de repente siento otras manos ocupar el puesto de las mías.
Mi respuesta al sentir otras manos sobre mi cuerpo es cubrirme lo más que puedo considerando el hecho de que estoy completamente desnuda, pero cuando escucho la suave voz de David a mis espaldas siento como mi cuerpo se derrite bajo su tacto.
—¿Qué haces despierta a estas horas, preciosa? —Cuestiona antes de acariciar mi cuello con sus labios.
Un escalofrío me recorre de pies a cabeza al sentir su boca sobre mi piel y por instinto rodeo su cuello con mis brazos para traerlo más hacia mí de manera que mi espalda quede totalmente pegada a su pecho.
—No podía dormir, así que decidí tomar un baño... —murmuro dándome la vuelta para presionar mis senos desnudos sobre su pecho aun cubierto por la tela de la camisa blanca que usa como pijama.
La sensación de sus manos acariciando la curva de mi espalda baja mientras que su boca sigue repartiendo besos sobre mi cuello me vuelve loca. Guiada por el deseo que comienza a consumirme, me paro en la punta de los pies y acerco nuestras bocas hasta que estas se conectan en un apasionado beso.
Mis labios se curvan en una sonrisa traviesa y despego nuestros cuerpos para permitir que David vea cada centímetro de mi piel desnuda.
—¿Quieres unirte? —ofrezco en un susurro antes de virarme para caminar hacía el baño.
Muy consciente de que David me sigue, apoyo una mano en el borde de la tina y me agacho para cerrar la llave dándole una gran vista de mi trasero al chico a mis espaldas. Una risa brota de sus labios ante mi acción y lo siguiente que sé es que David está acomodado a mis espaldas y ambos estamos sumergidos en el agua.
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Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]
Teen FictionEl destino parece estar en contra de Karen desde el día en que descubre que su madre está comprometida y la sorpresa es aun mayor cuando conoce al prometido y a su hijo. David no puede soportar ver a su padre con otra mujer que no sea su madre. Des...