Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]

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Editado 10/01/21

Miro varias veces entre los dos chicos que me rodean y observo cómo cada uno se tensa al ver al otro.

—Él es Jason, mi amigo de infancia. Hace dos años se mudó, pero acaba de volver— explico a un muy borracho David.

—Y él— digo a Jason ladeando mi cabeza hacia David—. Es el hijo del prometido de mi madre.

Inmediatamente los ojos de Jason se abren de un tamaño inmensurable y su mandíbula casi que toca el piso.

—Tu mamá, ¿está comprometida?— dice mientras se seca las lagrimas con su camisa lo que causa que una pequeña parte de su tonificado abdomen se exponga y yo no puedo evitar que mis ojos se desvíen a su perfectamente esculpido abdomen.

Rápidamente centro mi vista nuevamente en los ojos de mi amigo y de la nada mi mente se llena de imágenes de lo que está escondiendo el resto de su ropa haciendo que mis mejillas se tornen de un ligero rojo y se me caliente la cara.

Aclaro la garganta tosiendo un par de veces con la esperanza de deshacerme de las imágenes inapropiadas que rondan mi mente.

—Sí, creo que ya es hora de que siga adelante, aunque con Axel pensamos que es importante recordar a papá. Creemos que aunque mi madre este con alguien más él va a seguir con nosotros en nuestros corazones— murmuro intentando evitar que mis ojos se llenen de lágrimas.

No obstante, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos cuando Jason comienza a llorar nuevamente, muy seguramente recordando a sus difuntos padres. No tardo en lanzarme a sus brazos mientras ambos nos desahogamos pensando en nuestros seres queridos.

—Nunca me respondiste cuando te pregunte dónde se están quedando, sé que Camille es un poco pretenciosa para ese tipo de cosas, si necesitas algo no dudes en decirme, es más, si quieres le preguntamos a mi mamá, se que ella no dudaría en dejarlos quedarse con nosotros mientras solucionan las cosas—ofrezco, esforzando mi voz para que no suene estrangulada por llorar.

Siento como los brazos al rededor mío se estremecen y volteo la cara ligeramente para encontrarme con la mirada adolorida de Jason.

—No te preocupes princesa, Camille y yo estamos quedándonos con la abuela ella es nuestra tutora legal hasta que cumplamos veintiuno. A mí solo me queda un año, pero a Camille aún le quedan dos. Creo que es lo mejor, así mientras Camille cumple los 21 yo podre trabajar y ahorrar lo suficiente como para mantenernos estables— me explica Jason con una sonrisa ladeada que me parte el corazón. Él no se merece nada de lo que le está pasando, desde que lo conozco siempre he creído que Jason es de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Con su personalidad siempre alegre y sus chistes estúpidos que nunca fallan en hacerte reír y con su caballerosidad, siempre ha sido así, ese amigo agradable y gentil con el que siempre puedo contar.

No entiendo porque a las personas más nobles siempre les pasan las peores cosas, son las que menos se merecen sufrir.

—Lo lamento demasiado Jason, sabes que si alguna vez necesitas algo, cualquier cosa, puedes contar conmigo— afirmo con cariño.

—Siento interrumpir su momento de pareja, pero me urge llegar a casa— balbucea David luciendo a punto de vomitar.

—¿Necesitas que los lleve?— Inquiere Jason mirando de arriba a abajo a David casi con disgusto, pero es bueno escondiéndolo.

—Por favor— Sonrío angelicalmente mientras tomo a David por el antebrazo y lo arrastro como puedo hasta el lugar donde está aparcado el auto de Jason.

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Quince minutos más tarde Jason y yo ya habíamos dejado a David en su casa después de darle un par de pastillas para la cabeza.