Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]

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Editado 21/12/21

Advertencia: este capítulo contiene escenas no aptas para menores. Estará señalizada con (*******)

Cuelgo la llamada y siento un nudo en la garganta ante las posibilidades de lo que puede llegar a suceder hoy.

Puede que David acepte mis disculpas y por fin podamos estar juntos, esta vez con la aceptación de nuestros padres. O puede que él decida no darme otra oportunidad.

Las ansias recorren cada centímetro de mi piel por lo que cuando suena el timbre y me asomo a la ventana para ver a mis dos amigas bajándose del auto de la mamá de Lu me calmo al instante.

Bajo emocionada al encuentro de Cam y Lu que en cuanto me ven atravesar el umbral de la puerta se abalanzan a abrazarme.

—Qué bueno que estés mejor —me dice Luisa al separarse de mí y noto de reojo la manera en que su mano se posa cómodamente sobre su estómago.

—Gracias por preocuparse por mí, chicas, y siento mucho el susto, prometo que no volveré a descuidarme así —les digo con una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro.

Rápidamente las invito a entrar y como en los viejos tiempos vamos directo a mi habitación para poder hablar con mayor tranquilidad.

Cuchicheamos acerca de las fiestas de graduación y de cómo Claudia no se apareció a recibir su diploma. Lu dice que la vergüenza se lo impidió y Cam opina que es probable que ella esté cuidando de su hijo o trabajando.

Todos en la escuela supieron acerca de su embarazo, de como ella intentó engañar a David y de cómo sus padres al enterarse del embarazo la pusieron de patitas en la calle. Por lo que no fue una gran sorpresa que no se presentara el día de la graduación, de hecho, con su falta de asistencia y con las malas notas que llevaba del año es bastante probable que ni siquiera haya podido graduarse.

—Escuchen chicas, hay algo que debo decirles —murmura Cam alejándome de mis divagaciones.

La noto nerviosa y ello me incomoda.

Entonces, cuando Lu y yo le damos toda nuestra atención nos suelta de golpe que se va a mudar del país.

Mis ojos se abren como platos y sin poder evitarlo se llenan de lágrimas mientras la escucho.

—Jay y yo decidimos que necesitamos un nuevo comienzo, él ha estado ahorrando y por fin tiene lo suficiente para que nos larguemos de la casa del alcohólico de mi tío —dice ella con emoción y comprendo las ganas que tiene de poder iniciar desde cero. Después de toda la mierda por la que han tenido que pasar desde el fallecimiento de sus padres se lo merecen, en especial Jason, que a pesar de haberme herido con sus acciones sé que sólo ha hecho lo que estaba en sus manos por el bien de su hermana, para evitarle más sufrimientos innecesarios.

—¿Y a dónde se van? —Pregunta Lu acercándose a Cam para consentir su cabello en un intento de consolara.

La rubia se limpia las lágrimas de las mejillas con ambas manos y nos sonríe con esfuerzo—. A Londres —replica y observo con emoción cómo sus ojos se vuelven a llenar de lágrimas ante lo que implican sus palabras.

Lu y yo ni siquiera perdemos el tiempo cuestionando la decisión de los hermanos y nos limitamos a abrazarnos y consolarnos.

—No importa, Cam, la distancia no va a romper nuestra amistad, cuando tú y Jay se mudaron con sus padres nuestra amistad siguió y así será hasta que estemos viejas y arrugadas —digo con cariño.

—Además no voy a permitir bajo ninguna circunstancia que te pierdas de la vida de mi bebé, tiene que conocer a su tía —añade Lu sacándonos una risa a todas.