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Editado 20/08/21

Después de haber pasado por el desayuno más incómodo de toda mi vida, invito a David a la casa del bosque para que podamos discutir acerca de la relación de nuestros padres.

Además, aunque no se lo dije, también quiero estar a solas con él. Tras lo que pasó con Claudia lo único que ocupa mi mente es él, lo que me dijo aquella vez que se despidió de mi tras decirme que sería papá, los besos de anoche, lo bien que me sentí junto a él. Por primera vez en mi vida me sentí como alguien deseable, algo que ningún hombre me había hecho sentir antes.

Me bajo de la camioneta de David y entierro la mano en mi bolso en búsqueda de las llaves de la pequeña casa. Para mi gran sorpresa siento la cálida mano de David envolver la mía mientras caminamos hacia nuestro destino.

******

Una vez instalados en la habitación de la casa, David me propone que le escribamos de vuelta al número que ha estado enviándome mensajes desde hace ya dos semanas. Así que con manos temblorosas le paso mi móvil para que escriba el mensaje.

¿Qué es lo que quiere?

El mensaje es conciso y va directo al grano. Así que sin más preámbulos lo enviamos e inmediatamente una bola de nervios se instala en mi estómago.

David parece notar mi angustia y me pregunta si tal vez sepa dónde quedaron las cosas de mi papá después de que falleciera.

—No creo que hayamos guardado nada, mucho menos con la mudanza. Mamá dijo que sería una falta de respeto con tu papá llevar cosas del mío —le digo repasando mentalmente los eventos póstumos al fallecimiento de mi padre.

David coloca una mano en mi muslo y comienza a trazar pequeños círculos. De inmediato siento como mis músculos tensos se relajan. Me acomodo a su lado y él envuelve un brazo alrededor de mi espalda.

Pasamos algunos minutos sumidos en un cómodo silencio hasta que de la nada, David se reincorpora haciendo que mi cabeza caiga de su pecho.

—¿Sabes si hay cosas suyas aquí?

Volteo mi cabeza para mirarle a los ojos y un pequeño bombillo se enciende en mi cabeza.

—No sabía de la existencia de esta casa hasta hace unos cuantos meses, no me he dado el lujo de pasear por ella —murmuro observando de reojo la enorme estantería que está repleta de libros viejos y polvorientos.

David se levanta de la cama y señala el mueble que me encontraba inspeccionando.

—Creo que podría ser útil. Si ustedes se acaban de enterar de la existencia de esta casa, es muy probable que tu papá la utilizara para guardar cosas que no quisiera que salieran a la luz.

Con esa esperanza nos disponemos a rebuscar por los libros desgastados hasta que por fin David da con algo que podría cambiar las cosas. Es una pequeña libreta de cuero que lleva en su interior un par de fotografías y algunos recibos y cuentas.

Lo que nos llama la atención es que ninguno de los recibos está a nombre de mi papá. Todos llevan el nombre de Harrison Murphy y la lista de las compras en su mayoría son armas o municiones.

—No entiendo, David, ¿por qué mi papá tendría esto?

La cabeza me comienza a doler y siento cómo la frustración me invade cada segundo que pasa.

David deja de lado el pequeño libro y toma mi rostro entre sus manos con delicadeza.

—Oye, no te desesperes preciosa. Primero terminemos de buscar en esta casa, y luego vemos que hacemos con lo que encontremos. De hecho, si quieres más tarde podemos pasar a la tienda de los recibos, me di cuenta de que todos pertenecen al mismo lugar —asegura con un tono tranquilo que me calma al instante.

—Está bien, intentaré ser más paciente. Lo siento. Pero la incertidumbre me está matando.

David me regala una pequeña sonrisa y me enseña una de las fotografías que había en el libro. Para mi gran sorpresa se trata de una foto de mi papá junto con un grupo de hombres, todos están vestidos de negro y cada uno de ellos, incluido mi padre tienen una pistola entre manos.

Mis ojos se centran en la esquina superior de la fotografía, donde hay una pequeña inscripción en letras blancas.

—Mira, dice 14 de agosto de 2018. Eso es un par de semanas antes de que papá muriera —señalo.

Con David decidimos dejar en una caja todas las cosas que parezcan importantes para así podernos sentar a observarlas detalladamente y quizás atar cabos.

Cuando acabamos de revisar todo el contenido de la habitación, el sol se ha puesto indicándonos que es hora de ir a casa. En todo el día logramos encontrar una gran variedad de cosas que podrían suponer que mi papá hacía parte de alguna organización ilegal, quizás una mafia o algo por el estilo.

En un cajón del armario hallamos un fondo falso, el cual escondía un pasaporte, identificación y licencia de conducción bajo el mismo nombre de los recibos, sólo que todos tenían la foto de papá.

—Esto podría suponer muchas cosas Karen. Es evidente que tu papá llevaba dos vidas, cada una con identidades diferentes. La verdad todo apunta a que mi teoría era cierta, quizás haya estado involucrado en negocios con agrupaciones ilegales, tal vez algún tipo de mafia u organización de contrabando.

Ante la idea de que mi papá estuviera involucrado en ese tipo de asuntos mis ojos se llenan de lágrimas.

—No, no, no, no, David, esto no puede estar pasando, eso quiere decir que todo lo que pensé que sabía de mi papá es falso, que en realidad el hombre al que idolatraba, mi héroe no era más que un mentiroso —entierro mi rostro entre mis manos y sin más remedio me echo a llorar.

Toda mi vida era una mentira.

Nada tiene sentido.

Me siento defraudada.

David me envuelve entre sus brazos susurrando palabras confortantes, pero aún así mi cabeza no deja de doler y las lágrimas no dejan de caer.

—Vamos preciosa, creo que ya ha sido suficiente por hoy. Pienso que es mejor que vayamos a casa y tomes un baño para calmarte un poco.

Con suavidad, David me ayuda a levantarme y envuelve su brazo sobre mis hombros plantando una sensación de seguridad en mí. Por alguna razón este lado más sensible de David me hace sentir protegida, es como si a su lado nada malo pudiese pasar y aunque muchos dirían que eso es algo bueno, no puedo evitar sentirme asustada.

Me aterroriza que termine confiándome, que me vuelva dependiente y me hunda. Si algo sé por experiencia es que siempre que uno espera algo de alguien, termina mal. Prefiero llevar una vida sin expectativas, sin esperar nada de nadie, pero con David no puedo evitarlo, quizás es porque ha estado conmigo en momentos de debilidad, o tal vez simplemente ya he comenzado a caer por él.

 Prefiero llevar una vida sin expectativas, sin esperar nada de nadie, pero con David no puedo evitarlo, quizás es porque ha estado conmigo en momentos de debilidad, o tal vez simplemente ya he comenzado a caer por él

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Holaaa, se que estuvo bien cortito el capítulo y que hace muuuuucho que no actualizaba pero la verdad me estaba enfocando más en mi primera historia en inglés, sin embargo he decidido que primero quiero acabar esta. Llevo casi cuatro años escribiéndola, la he reescrito y releído mil veces así que no se preocupen porque si algo tengo claro es que este bebé lo acabo si o si. Solo les pido que me tengan un poco de paciencia, pues tiendo a bloquearme con regularidad.

También quería tomarme este espacio para pedirles que se cuiden mucho, la situación está muy complicada con el coronavirus y es muy importante que todos nos quedemos en casa.

Los quiero y gracias por apoyarme siempre.

Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora