Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]

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Editado 19/01/21

—Eso era lo que me ibas a decir— susurro mirándolo.

Esperaría que llevara una expresión de angustia o de arrepentimiento, pero lo único visible en su rostro en este momento es alegría—. Así es Karen, Claudia y yo vamos a tener un hijo—responde con la mirada fija en el techo. Seguramente ya está visualizando su vida de papá con Claudia.

Tomo aire por la nariz y le dedico una sonrisa de boca cerrada. Por alguna extraña razón hay un nudo en mi garganta y los ojos me arden.

Aclaro la garganta y su mirada se enfoca en mi expectante, como si estuviera esperando mi aprobación.

—Supongo que es bueno que te hagas responsable por el... bebé— aseguro pasándome la mano por el cuello tratando de aliviar el leve ardor que aun perdura.

David parece percatarse de ese pequeño movimiento y nuevamente sus ojos se llenan de culpa.

El toma aire y frota su dedo por encima de mis nudillos—. Siento haberte preocupado Karen, si te soy sincero creo que no te merezco. Desde el primer día me he portado como todo un patán contigo y tu no has hecho mas que ayudarme. Nunca te rendiste y siempre estuviste ahí para mi aún cuando yo te rechazaba. Por eso me gustaría agradecerte— declara en un tono que jamás en mi vida hubiera esperado escuchar por parte de el.

Reconozco que sus palabras son en gran parte ciertas, pero él no sabe que yo tampoco soy perfecta, muchas veces fui grosera y lo juzgué erróneamente.

Le sonrío y me acomodo en la cama de manera que mi espalda esté recostada contra la pared.

—Tampoco es que sea una santa David, yo también tengo mis peros e imperfecciones. La forma en que hablas de mi me hace sentir como alguien que no soy. La verdadera yo tiene muchas inseguridades, en varias ocasiones me daban ganas de pegarte en la entrepierna y si estamos sacándolo todo, he de admitir que siempre te juzgué. Así que esto va de parte y parte, tu siendo un idiota completo y yo una superficial.

David coloca su mano en mi muslo y me muerdo el labio con fuerza para suprimir un jadeo ante el contacto. Supongo que después de todo mis hormonas aún se alborotan cuando hay alguien tan guapo como David cerca.

Sus ojos se plantan en mi boca, se fija en mis movimientos haciendo que me ponga tensa de inmediato. ¡Es que estamos locos! Hace tan solo dos segundos estábamos hablando de que pronto él será papá y ahora estamos a escasos centímetros del otro.

David capta el mensaje y quita su mano tan rápido como llegó allí mientras me sonríe inocentemente—. Entonces supongo que estamos a mano— dice levantando los hombros.

Dejo salir una risa y asiento con la cabeza—. Eso creo grandote— hablo en tono de burla.

David levanta las cejas y me mira como si me preguntara ¿es en serio Karen?

Me limito a rodar los ojos y pegarle en el antebrazo.

Es inevitable sentirme como si un peso hubiese sido retirado de mis hombros, después de todo por fin puedo llevar una conversación con David que dure más de dos minutos sin que uno atente contra la vida del otro.

Me incorporo en la cama y me volteo ligeramente para poder ver a David a la cara sin necesidad de girar toda mi cabeza.

—Ahora David, dime. ¿Qué piensan hacer con el bebé?— Inquiero adoptando un tono más serio.

Traer un niño al mundo no es algo que deba ser tomado a la ligera. Menos a esta edad.

David parece entrar en pánico y resopla—. La verdad es que no tengo ni la menor idea, Claudia dijo que no quería abortar así que supongo que lo más sensato es estar allí para ella y el bebé cuando nazca— dice decidido.