Todo iba mejorando y ahora llega ella.
- ¿Llegaste a hablar con ella? – le pregunto a Emilio mientras esperamos la llegada de la señora Robinson.
- Sí, no entiendo por qué está aquí.
- ¿Qué le dijiste? – cuestiono.
- Le dije que te dejará en paz, que tú no querías verla, y que yo entendía perfectamente tus motivos. También le dije que no me gustaba que siguiera insistiendo y actuando a mis espaldas – me contesta con tranquilidad.
Tiene una mirada inexpresiva que no refleja nada.
- ¿Y ella qué dijo?
- Como siempre evadió cualquier responsabilidad y lo minimizo solo como ella sabe hacerlo – murmura.
- No entiendo por qué está aquí – digo frustrado – Lamento decírtelo, pero arruino nuestro momento – Hago una mueca con los labios.
Emilio se encoge de hombros, y me acaricia la mejilla.
- Yo tampoco lo entiendo. Parece no entenderlo – dice fastidiado, mientras me sigue acariciando con mucha delicadeza – Sí, sí lo arruino. En serio no sé qué podría querer.
Textos vuelve a entrar en el salón.
- La señora Lincoln – anuncia.
Sí, ese es su feo aroma. Cada vez me gusta menos el aroma a limón.
Mi omega no puede evitar soltar un pequeño gruñido que trato de ahogar para que ella no se dé cuenta de que tanto me molesta su presencia, pero de forma muy "sutil" libero un poquito mi aroma para impregnar a Emi de él.
Emilio me atrae hacia él, y se aferra a mi cintura. Y copia mi acción, liberando un poco de su aroma, por lo que se forma esa combinación deliciosa de nuestros aromas.
- Elena – dice.
Ella me mira completamente sorprendida y se queda paralizada. Le cuesta recuperar la voz y parpadea, analizando la situación y aspirando nuestros aromas como si la combinación fuera algo extraño o desagradable.
- Lo siento. No sabía que estabas acompañado, Emilio. Es lunes – dice como si eso explicara su presencia aquí.
No me puedo contener, así que pongo los ojos en blanco.
- Es mi novio. Por supuesto que estaré con él – responde Emilio, mientras ladea la cabeza y le dedica una sonrisa fría.
Ese es mi Emi.
- Claro. Hola, Joaquín. No sabía que estabas aquí. Sé que no quieres hablar conmigo, y lo entiendo – murmura Elena.
- ¿Ah, sí? – respondo en voz baja, y la miro a la cara de un modo que la sorprende – Pensé que no había sido lo suficientemente claro, ya que has seguido insistiendo.
Puedo escuchar que Emilio contiene una carcajada.
Ella frunce el ceño y avanza un paso más para entrar en la habitación, provocando que mi omega se sienta acorralado.
La expresión de Emilio cambia, se vuelve más serio, y de forma muy sutil y lenta, me pega más a su cuerpo, rodeándome por completo.
- Sí, he captado el mensaje, aunque no lo creas... Y no he venido a verte a ti. Como he dicho, Emilio no suele tener compañía entre semana. – Hace una pausa – Tengo un problema y necesito hablarlo con Emilio.
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Mi alfa y sus sombras más oscuras (Adaptación)
FanfictionJoaquín Bondoni llegó a la vida de Emilio Marcos para darle un giro de 180°, poniendo su mundo de cabeza y todo lo que creyó que no necesitaba, ahora necesita. Emilio sigue teniendo demasiadas sombras, demasiados traumas y demasiadas cicatrices que...