Emilio baja del carro y saca nuestro equipaje. Una persona encargada del valet parking se acerca a nosotros, parece sorprendido por la hora de nuestra llegada y no lo culpo son un poco más de las tres de la mañana. Emi le lanza las llaves del carro.
- Está a nombre de López – dice.
El señor asiente y se ve muy contento al subirse al R8 antes de arrancar, probando la velocidad. Emilio me da la mano para dirigirnos al vestíbulo del hotel.
- ¿López? – cuestiono.
- El apellido de Textos – me responde.
Mientras estamos en la recepción del hotel me siento un poco fuera de lugar en un hotel tan prestigioso y vestido de esta forma. El pantalón de deporte de Emilio me queda enorme y la chaqueta de jean es muy larga para mí, por lo que tengo que enrollar un poco las mangas para sacar mis manos. Aunque a mi omega le encanta tener algo de su alfa, ya que todavía puedo percibir su aroma en las prendas.
Y claro hay una gran diferencia entre ambos, porque si bien Emi no se ve tan arreglado como siempre, su aspecto inspira autoridad y algo más que se nota que intimida a la recepcionista. No la culpo, Emilio puede ser un alfa muy intimidante y ahora que está tan intranquilo por lo de María, su presencia es aún más amenazante, puedo notar la desesperación de su alfa. Sin embargo, me molesta un poco que esa chica se le quede mirando de esa forma, entiendo que Emilio sea un alfa muy guapo, pero no es necesario que este soltando sus feromonas de esa forma. Omega tonta, no se ha dado cuenta que vengo con él.
Mi omega quiere gruñirle, pero eso no se vería bien. No quiero quedar como un omega celoso. Ante todo, debo de tener un poco de autocontrol... aunque sea un poquito.
- ¿Desea que le ayuden con las maletas, señor López? – pregunta, y se sonroja al verlo a los ojos.
- No, las podemos llevar el señor López y yo. Gracias – le contesta Emilio.
Oh, le ha dado a entender que estamos casados.
Mi omega empieza a dar saltitos, completamente emocionado. Nuestro alfa, queremos estar con él y tener muchos cachorros.
Quito esos pensamientos, mi omega está loco. Este no es el momento para pensar en cosas tan absurdas. ¡Por dios! Estamos atravesando una crisis. Además, estoy muy seguro que Emilio se moriría con un cachorro.
Trato de olvidarme de eso, no es el momento para pensar en algo así. Me dedico a ver la reacción de la omega que está al frente y su expresión de completa sorpresa.
- Claro, el señor López – susurra - Están en la suite Cascade, piso once. Nuestro botones les podrá ayudar con el equipaje.
- No hace falta, como dije – dice Emilio cortante y algo molesto - ¿En dónde se encuentran los ascensores?
La omega se lo indica, y Emilio vuelve a cogerme de la mano. Trato de ver el vestíbulo tan elegante, lleno de sillones y pequeñas mesas; pero como Emilio está caminando tan deprisa no puedo detenerme, dado que me está jalando sin que se de cuenta.
Llegamos a la suite que está conformada por dos dormitorios y un pequeño salón comedor, que tiene un piano de cola. En el salón principal se encuentra una chimenea.
- Bueno, querido esposo de mentira, no sé usted, pero yo necesito una copa con urgencia – murmura Emilio mientras se asegura de cerrar la puerta al entrar.
Deja nuestro equipaje sobre un mueble que se encuentra a los pies de la gigantesca cama de matrimonio y me lleva de la mano hasta el gran salón, que es alumbrado por el fuego de la chimenea.
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Mi alfa y sus sombras más oscuras (Adaptación)
FanfictionJoaquín Bondoni llegó a la vida de Emilio Marcos para darle un giro de 180°, poniendo su mundo de cabeza y todo lo que creyó que no necesitaba, ahora necesita. Emilio sigue teniendo demasiadas sombras, demasiados traumas y demasiadas cicatrices que...