Un Pilar para Todos

Por ti Douma×Tomioka

Dedicado a unapersonadivina Espero te guste ^w^

♡AU Reverse

♡Tomioka Fem

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━   ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Atrapados en una tormenta, juntos, en una cueva ambos cubiertos de heridas tras una fuerte batalla. Ninguno decía nada, solo se quedaban callados con sus pensamientos y recuerdos haciendo eco en sus mentes.

—¿Es cierto? —dijo el Pilar con escepticismo.

—Cada palabra... —Más silencio —, solo quiero saber si tu sientes lo mismo por mí... —Los minutos pasaron pero él otro no dijo nada, derrotada suspiro y se levantó para dirigirse a la entrada del refugio —Entonces ya no te molesto más, Douma-sama —Y se fue, sin mirar atrás, ¿Para qué? ¿Para qué el otro viera como lloraba? No, no le daría ese privilegio. No otra vez.

Por su lado Douma, Pilar del Hielo,  solo se quedo ahí sentado pensando en todo lo que había pasado.

Hace tiempo ayudo a una aldea con un problema de demonios que había en su área, esos monstruos capturaban a mujeres jóvenes para devorarlas de maneras grotescas y crueles. Marcaban a sus victimas con un tatuaje de sangre, de la desafortunada anterior, para infundirles el miedo, cuando menos se lo esperaban ellas ya no estaban en sus casas; no podía imaginarse el vivir día a día con ese temor latente de que en cualquier momento sería tu turno de desaparecer.

Hablando con los pueblerinos pudo dar con la chica marcará, la siguiente en la lista carmesí como decían ellos. Frente a una casa alejada de los demás, en lo alto de las montañas, vivía aquella jovencita que tenía que proteger, con suavidad tocó la puerta esperando respuesta, no fue tras unos minutos que al fin alguien le abrió.
Una mujer de no más de veinte años de cabellos oscuros y ojos azules se presentó como Tomioka Giyuu, dueña de la vivienda. Su rostro calmado lo shokeaba un poco, para el ojo inexperto podría parecer que había cero miedo pero para él era fácil notar el leve temblor que su cuerpo producía con solo la mención del demonio.

—No se preocupe, yo la protegeré del peligro —Tomó sus manos con delicadeza y le propinó una sonrisa, la diferencias de tamaño era notoria, sus palmas eran como sostener las de una muñeca.

—Pero... ¿Vale la pena hacerlo? —dijo con una voz de miseria bajando la mirada.

-¿A qué se refiere? -Siempre le sorprendía que tan únicos podían ser algunas personas.

—Verá, hace tiempo mi hermana mayor y su prometido murieron por mi culpa. Un demonio entró a la casa, ella me escondió para mantenerme a salvo, vi como esa bestia la devoraba —Ese recuerdo era amargo, una pesadilla que siempre la perseguía.

》Al amanecer su prometido llegó para buscarla, era el día de su boda y ella no apareció. Terminó él también siendo devorado... Y no pude hacer nada... —El nudo en su garganta le dificultaba seguir con la historia —Nadie me creyó, me echaron del pueblo, me llamaron loca... Creo que empecé a pensar que tenían razón —Las lágrimas humedecieron su vista, nublándola por completo. Un pulgar limpió cada una con sumo cuidado.

—Debió ser muy difícil para usted —Le dijo con una mirada de comprensión —Lamento que halla sufrido eso pero le diré algo —Levantó el mentón de la femenina para verlo a los ojos —Viva, viva por aquellos que dieron su vida por usted. A ellos no les gustaría saber que vive con tanta culpa y remordimiento ahogándola, si no es por usted hágalo por ellos. Sin embargo, he de decir que su vida es igual de valiosa que la de un Emperador —Tomioka lo miro sorprendido, hacía tanto que nadie le decía eso.