Un Pilar para Todos

Corriente Zenitsu x Tomioka

♡Dedicado a una persona que estoy segura que me pidió esta pareja pero no la he encontrado. Si alguien lo hace por favor hagámelo saber.

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Amaba mucho entrenar con su abuelo pero su parte favorita era cuando se sentaban en el patio a cenar mientras escuchaban anécdotas del anciano. Iban desde reflexivas hasta llenas de acción, esa noche Zenitsu le pidió algo fuera de lo usual.

--¿Qué si alguna vez me enamoré? -- Asintió en repetidas veces, quería saber que tipo de mujeres se podría encontrar. El hombre acarició su barbilla tratando de recordar --Sí, hubo alguien --dijo con una sonrisa dulce en su rostro.

--¡Cuéntanos por favor! --Kaigaku trató de reclamar sobre lo aburrido que sería pero terminó siendo arrastrado para oír mejor la historia.

--Nos conocimos cuando estábamos camino a convertirnos en Hashiras, nos topábamos en varias misiones por nuestro rango y pronto nos volvimos cercanos --Zenitsu podía observar el brillo en los ojos de su maestro --. Su rostro era hermoso, que decir de esos movimientos.

--¿Cuándo supiste que te enamoraste, abuelo? --Era obvio que ambos alumnos se hallaban curiosos por la respuesta, se acercaban esperando la respuesta.

--En medio de la batalla, el demonio era rápido así que solo yo podía encargarme, nos pusimos de acuerdo para acorralarlo y que pudiese acabar con él -soltó un suspiro, aun recordarlo lo hacía sonrojar --. Cuando nuestros ataques combinaron sentí una corriente recorrer todo mi cuerpo, como si nos complementáramos --su tono era igual a un joven enamorado --, ese día creí ver un ángel caído del cielo.

--¿Por qué? --preguntó ya sin ocultar el interés por la historia el azabache.

--Siempre tapaba su rostro, a ese punto ya casi lo había olvidado, sin embargo en ese preciso momento las correas que sujetaban la mascara cayeron mientras aun ejecutaba el ataque. Fue el espectáculo más bello que vi --De tan solo imaginárselo el rubio se moría de la emoción por experimentar eso.

--¡Debió ser una mujer hermosa! No solo eso, fuerte y misteriosa, ¡Que emoción! --chilló el rubio.

--¿Mujer? --La pregunta dejó helado a su discípulo, ¿Por qué lo preguntaba?

--S-Sí, la de la historia. La persona de la que te enamoraste.

--No era una mujer mi niño, era un hombre --Los colores del rostro desaparecieron, ¿hablaba en serio? --, quita esa cara de bobo, es muy nornal.

--Lo sé, lo sé pero ¿Cómo? ¿Quién?

--Sakonji Urokodaki, Pilar del Agua en mis tiempos. Sus movimientos eran excepcionales, aun recuerdo nuestro primer encuentro.

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Esa noche esperaba al compañero que le asignaron para esa ocasión, eran apenas rango Mizunoto (cuarto rango) por lo que esperaba que fuese alguien bueno. A lo lejos una figura se acercaba, se levantó del árbol en el que se recargaba para presentarse.

--Debes ser mi compañera, soy Jigoro, trabajaremos juntos --Analizando su rostro pensó en lo amable qie se vería haciéndolo dudar de si sería capaz de matar un demonio.

--Urokodaki, me voy a reforzar para ser un buen compañero --Ahí cayó en cuenta que era un hombre, los rasgos tan delicados lo confundieron. Se disculpó por la confusión y emprendieron camino al pueblo.

La misión fue un excito rotundo, después de eso no se vieron hasta ser Pilares donde compartieron muchas más misiones juntos. La primera vez que lo vio con esa máscara casi no lo reconoce pero ahora diferenciaba su sonido frente al de otros.