All i want is You [ Bruno X Camilo, Encanto.]

jealousy

Enojado se acomodó en la esquina de su cama, pensando si lo que sentía estaba bien. Quería gritar más sin embargo al tener una hermana con un don de poder escuchar todo no era muy encantador.

Había una simple razón por la cual estaba así, el tío Bruno siempre estaba con Mirabel TODO EL RATO ni siquiera lo notaba a él.

Agarró una almohada tratando de ahogarse con ella misma, suspiró derrotado al ver que lo único que estaba haciendo era un maldito berrinche por querer que su tío pasará más tiempo con él.

La puerta empezó a ser tocada "¡Camilo, baja a desayunar.! Ya voy tío bruno esperé." Mirabel se retiró con una risa, esa fue la gota que derramó el vaso.

Se perfumo y salió de la habitación azotando la puerta. Sus pisadas eran muy bruscas, hacían un sonido fuerte que claramente todos notaron.

- ¿Sucede algo Camí?.- su padre Félix se sentó a su lado.

- Por supuesto que no papá.- dió una de sus mejores sonrisas, aunque parecía a simple vista un sonrisa muy incómoda y forzada.

- ¿Seguro?, Porque las pisadas y tú comportamiento no dicen lo mismo Camí.- Se estaba burlando de su propio hijo, el madrigal solo se alejo de su padre no quería iniciar una pelea con su tutor.

- Maldita sea...que les pasa a todos en esta casa, ¿Acaso no puedo estar un momento a solas?.- bufó otra vez estando de mal humor.

Dolores que se encontraba en una esquina había escuchado todo, más no quería molestar a su hermano así que se fue sin decir nada.

Camilo se alertó cuando escuchó unas risas, asomó su cabeza por la entrada de casita viendo a Mirabel con el tío Bruno divirtiéndose.

De nuevo se encontraba enojado y celoso, casita solo temía por lo que iba a hacer el menor y si, Camilo azotó la puerta principal haciendo que casita se removiera.

Todos se alertaron, bajaron aver que había sucedido más no encontraron a nadie. Mirabel y Bruno también habían ido aver.

Camilo se encontraba en su habitación, no tenía ganas de nada, sus ojos querían votar algunas lágrimas por el enojo. Quitó su prenda de color amarilla dejando solo su camisa manga larga de color blanca, se acostó en su cama tratando de evitar su llanto ya provocado.

- ¿Mijo, estás ahí?.

Estaba teniendo una muy mala suerte, trato de parar su llanto pero este se hacía más fuerte alertando al mayor detrás de su puerta.

- ¿Camilo estás llorando?, Oye abre la puerta.- forzó la cerradura haciendo que casita se rindiera y abriera la puerta dejando ver a un Camilo desesperado tratando de calmar su llanto.

- ¡Tío Bruno! Po..por favor vete, no quiero hablar ahora.- cabizbajo se acostó de nuevo en su cama dándole la espalda al mayor.

- Camí..oye ¿Que tienes?.- tomo asiento a lado del menor, lo agarro de su brazo haciendo que se levantará.

- Solo quiero estar un momento a solas.- nunca se atrevió a mirar a los ojos del mayor.

Bruno con sumo cuidado tomo de la barbilla al menor alzando su cabeza. Con una delicadeza abrazo al menor, este solo rompió en llanto de nuevo pero ya no estaba solo ahora estaba con la persona que más amaba.

- ¿Me dirás qué te sucede Camí?.- dejo de abrazar al menor.

- Por ahora no, solo quiero estar más tiempo contigo..- Iba a abrazar al mayor si no fuera por otro llamado.

- ¡Tío Bruno!.- Era Mirabel.

- Dios...otra vez no.- Camilo apretó los puños del enojo.

- ¡Tío Bruno, lo eh estado buscando!.- Jalo al mayor del brazo tratando de sacarlo de la habitación.

- Mirabel espera..- Si el mayor era tímido ahora lo hacía mucho más.

- Mirabel, sal de mi cuarto el tío Bruno estaba conmigo tu ya pasastes mucho tiempo con él así que adiós.- empujó a su prima a fuera de su cuarto cerrando la puerta de un azotó.

- Eh... Camí..¿Estabas celoso todo este tiempo?.- Oh carajo...se había dado cuenta.

- ¡Por supuesto que no!.- Se tiró de nuevo a su cama dándole la espalda al mayor, este solo se estaba riendo.

- oye si estabas celoso de que no pasará tiempo contigo solo lo hubieras dicho, ya sabes que eres mi sobrino favorito.

- Ujum.- Dejo de ignorar al mayor volteandose para verlo cara a cara.- Si, si estaba celoso y qué?.

- No hay nada malo en eso Camí.- Abrazo al menor tumbandolo de nuevo a la comoda y suave cama, eso bastó para que los dos cayeran dormidos.

Sin duda había Sido un día muy raro, pero tenía sus cosas buenas como dormir con el tío Bruno.