El jodido empresario.|One shot|

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Situado en Japón.

Camilo un empresario de 21 años.

Bruno un camarero de un pequeño local donde se vende café.

El típico cliché de historias.

Camilo madrigal, un empresario deseado por muchachas. Tan solo con 21 años pudo hacerse cargo de la empresa más importante de su país.

Bruno un muchacho de 30 años que a pesar de ser tan conocido como el camarero joven de aquel local. Se desconocía el apellido de éste.

Las mañanas por Japón eran frías y solitarias. Más sin embargo aquel empresario lo traía enamorado.

Camilo siempre le pedía para que fuera su camarero eso era algo que subía su pequeño autoestima. A pesar de que su jefa y su camarera siempre le hicieran burla, amaba que lo eligiera a él.

Dolores su amiga y mirabel su jefa de local. No hacían nada más que burlarse de él por hacer que un jodido empresario "rico" estubiera comiendo de la palma de su mano.

Por mientras tanto, un joven de 21 años se encontraba haciendo su maldito papeleo que lo traía de mal humor.

Quería ir a tomar su jodido café para ver a aquel camarero que alegraba su mañanas. Mas sin embargo está vez tuvo que le levantarse a las 4 AM para ir a su empresa por problemas.

Definitivamente despidió a aquellos dos que solo la cagaron.

- Jefe.

Habló aquél hombre robusto con barba. Mariano era uno de sus trabajadores favoritos.

Pues nunca lo decepcionaba y tampoco le hacía sufrir inconvenientes.

- ¿Qué sucede Mariano?.

Levantó la mirada para fijarse que este traía más papeleo.

De un arranque de irá hizo que su bolígrafo se rompiera en pequeñas partes.

- Uh..al parecer alguien no tubo un buen inicio de semana.

- Por supuesto que no, Mariano.

Suspiro al decir el nombre del contrario, no quería desquitarse con su trabajador solo por enojos suyos.

- Puede irse, yo haré su papeleo. A parte ví una promoción en aquel café que tanto le gusta.

Burlesco Mariano saco a empujones a su jefe de su oficina, poniendo manos a la obra para acabar con aquel papeleo que traía enojado al contrario.

Mientras tanto Camilo no tenía humor de reclamar el acto que hizo el contrario así que solo se fue a su coche deportivo para ir a la cafetería.

Vestía de una camisa manga larga blanca, con su típica corbata negra. Sus botines negros de tacón de unos 5 centímetros.

Y no podían faltar sus guantes negros de tela delgada y fina. Al igual que su típico peinado que constaba de una coleta.

Su auto era lo que más destacaba, color negro con puertas deslizables.

Al llegar pudo ver poca gente reunida, al parecer el frío de esta mañana había afectado las ventas de aquel local.

Bajo lentamente de su coche guardando sus llaves en su bolsillo izquierdo.

Al abrir aquella puerta donde una campanita anuncio su llegada, la gente volteo a verlo.

Murmullos y susurros podía escuchar, no tomaba importancia de aquella palabrería así que solo se sentó en su típica mesa que era pegada al gran ventanal que daba a la carretera.

- ¿Qué desea ordenar, joven?.

Esa Maldita voz lo saco de sus pensamientos, observando a aquel hombre que lo traía loco.

Con una de sus típicas sonrisas coquetas que solo eran para aquel adulto pidió lo de siempre.

Un capuchino con poca espuma.

- Por favor, lindura.

Bruno se fue de allí medio sonrojado mientras que el empresario quedó embobado con el nuevo uniforme.

Este hacía resaltar más lo dotes de aquel adulto, así que claramente se aprovecharía de eso más tarde.

- Tomé, su capuchino con poca espuma joven.

Extendió el pedido hacía la mesa.

- Si no es molestia, ¿Puedes sentarte a conversar conmigo, hermoso?.

Bruno algo nervioso acepto gustoso, sabía que mirabel no se enojaría con él si fue para eso.

- ¿De qué quiere hablar jóven?.

Arqueó una de sus cejas mostrando interés por aquel muchacho menor que él.

- Por favor no me diga joven, llámeme Camilo por favor Bruno.

Sin duda era alguien con mucha confianza para referirse así hacía él.

- Entiendo Camilo.

Camilo solo platicaba de cosas comunes por ejemplo, videojuegos o sobre sus gustos.

Bruno claramente amaba platicar también con el mayor, le hacía sentir feliz.

- Oh un momento por favor.

Dijo Camilo para contestar la llamada, era Mariano diciendo que había terminado todo el papeleo y que se podía tomar la semana libre.

Normalmente todo su trabajo estaba hecho así que no tenía nada que hacer.

Colgó para guardar de nuevo su celular en su bolsillo, prestando atención al adulto que tenía la mirada perdida en el ventanal.

- ¿Te gustan los paisajes?.

Esa pregunta hizo que el mayor se exaltará y sorprendiera.

- P-por supuesto...amo cualquier tipo de paisajes.

- Ya veo..a mi también me gustan.

Bruno solo se sentía feliz de compartir mismo gustos con aquel joven.

- Por cierto, me gustaría invitarte a salir tampoco puedes decir que no así que toma.

Extendió una pequeña tarjeta donde estaba su número, pago la cuenta dejando dinero extra para aquel chico.

¿Unos, 100 mil pesos?.

Si, era muy exagerado cuando se trataba de amor pero no podía culparse, aquel camarero merecía el mundo entero y se lo daría.

El jodido empresario. |one shot| 1/?.

All i want is You [ Bruno X Camilo, Encanto.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora