All i want is You [ Bruno X Camilo, Encanto.]

Bruno papá luchon.

- ¡Tengo hambre!.- Expreso por sexta vez en el día.

- ¡Me cago en tu madre, en la que te pario, me cago en la puta de la esquina! ¡¿Por qué en esta maldita casa no hay mandarinas?!.- Bruno jalo su cabello de forma desesperada.

Su rostro contenía más ojeras de lo normal, no había dormido en tres días seguidos y las chicas ni siquiera lo ayudaban.

Decían que era su castigo por aver tratado mal al niño en un pasado.

- ¡Brunito!.- Camilo quería cariños del mayor, quería que le diera besos en sus mejillas y lo abrazara.

- ah..¿Que pasa mi vida?.- Suspiró cansado para acostarse al lado de su esposo.

- ¿Me das mimos?.- Pregunto con brillitos en los ojos, el mayor solo pudo asentir con una sonrisa.

Estaba cansado si, pero también le gustaba mimar a su esposo aún si se estaba volviendo un caprichoso.

Empezó a dar besos en toda la cara para después abrazarlo.

- ¡Brunooo!.- El menor agitó rápidamente a su esposo al ver que no le hacía caso.

- ¿Q..que pasa?.- Pregunto despertándose de golpe.

- Tengo hambre.- ¡Se había olvidado de eso!, Rápidamente se dirigió a la cocina para traer las mandarinas que hace unos momentos el menor lloraba por ellas.

- ¿Quieres que las pele yo?.- El menor solo asintio.

Con media sonrisa empezaba a quitar la cáscara de una mandarina, estaba Feliz de ayudar a su pequeño esposo y ver una sonrisa en él.

- Ten cariño.- Extendió la mandarina ya pelada.

El menor gustoso empezó a devorarla, compartiendo la mitad con el otro.

- ¿Tienes sueño Bruno?.- Vio a su esposo asentir, rápidamente hizo un espacio en la cama para que se acostara.

El mayor solo rio por el acto tierno del menor y con mucho gusto se acostó abrazando el delicado cuerpo de su esposito.

La tarde transcurrió con más pedidos de Camilo y a un Bruno desesperado por encontrar los pedidos de su esposo.

Sin duda iba a hacer un papá luchon.