El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Leones celosos

La mañana pasó en un borrón y antes de que se diera cuenta, Jimin ya se encontraba en la parte del día donde su organismo le pedía una larga siesta. Pero no podía solo dormir, porque Hoseok no se había comunicado con el Clan, cuando ya había pasado el suficiente tiempo para que al menos les hubiera avisado cuánto tardaría en volver.

El Omega miró como las hembras se iban a sus respectivas tiendas, seguro con la intención de dormir. No le gustaba la idea de quedarse solo, aunque no lo admitiera abiertamente, la hostilidad del Alfa civilizado lo ponía ansioso. Estar solo aún en su propio territorio, era peligroso.

-Chanmi- Se acercó a su amiga, que se encontraba sacando el pan para la cena de las crías.

-Si querido Líder- La Leona tarareó, robándose una rebanada que había untado de mermelada.

-Dile a Namjoon que venga. Voy a usar mi don, y necesito una persona de confianza que me cubra- Chanmi asintió, mirando con pesar al doméstico, que se encontraba vagando sin rumbo, luego de ayudar a lavar las vasijas.

-No hay necesidad de pedirlo- Los dos Omegas se voltearon en dirección al líder Alfa, la oscura e imponente figura del León llamó la atención de las pocas hembras, y de Yoongi, que se sorprendió por la exuberante cabellera negra del salvaje. -Voy a cuidarte hasta que vuelvan las hembras.

-Bueno gracias, por fin te portas como un Alfa decente- Aunque podía ser malicioso, Namjoon vio el alivio y la felicidad de su pequeño hermano.

-Si a veces viene a mí la inspiración- Siguió el juego del Omega, desordenándole la melena para después abrazarlo por los hombros, atrayéndolo hacia su pecho.

- ¿Por qué tan cariñoso? Yo no pedí mimos, estás desafiando tu suerte al darlos sin mi permiso- Jimin solo confiaba en los Alfas de su familia, pero luego de su padre, era a sus hermanos a los que acudía por atención, aunque solo cuando tenía ganas, sino los mordía por atrevidos.

-Vamos sigue la corriente- Namjoon lo obligó a caminar cerca de la tienda, aun abrazándolo pegado a su cuerpo.

-Oh vamos, no voy a caer tan bajo. Ya tengo un plan, que no incluye fingir ser pareja de mi hermano- El Leoncito ya estaba tratando de alejarse, interponiendo su antebrazo para hacer palanca.

-No estamos haciendo eso, solo quiero consolar a mi querido hermano- Namjoon apretó de nuevo al Omega, quien, enfurruñado le mostró sus afilados colmillos.

-Haz lo que quieras, pero no voy a corresponderte. Tengo dignidad- Con la cabeza en alto, siguió caminando hacia el doméstico, que los miraba fijamente, como si estuviera enceguecido por una luz brillantes.

-Vaya en realidad sigues vivo, después de ser manejado como una muñeca de trapos, es raro verlo sentado por sí mismo- El Alfa salvaje se burló en su cara, golpeando el maltrecho orgullo de Yoongi.

-Si bueno, cuando llegaste escuché de las Leonas riéndose, y por lo que dijeron, también fuiste arrastrado cuando ocurrió todo el incidente, así que seguro no te veías mejor que yo en esa situación- Jimin no pudo ocultar una pequeña risa, antes de taparse la boca.

-Perdón- Murmuro ante la mirada malhumorada de su hermano mayor. Yoongi estaba sorprendido, no pensaba que el Omega supiera formular esa palabra, o que se mostrara de repente tan respetuoso con otro.

Cuando Namjoon se disponía a contraatacar, Jimin lo paró tapándole la boca. -Tenemos asuntos importantes, así que espérame en nuestro árbol, tengo que ponerle trabajo al prisionero- El Alfa salvaje asintió a regañadientes, yendo al lado izquierdo, lejos de la zona común.

- ¿Tienen un árbol especial? - Yoongi mordió la pregunta con amargura, nunca hubiera imaginado sentirse tan inferior con respecto a los Leones de allí. Tan grandes, con brazos y piernas esculpidos para las más duras batallas.