El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Amenaza acechante

Bajo la silueta pálida de la luna, los tres líderes originales se encontraban en una acalorada discusión, con el Omega apenas aportando una descripción vaga de lo que vio, mientras Hoseok acariciaba en círculos su espalda, consolándolo. Namjoon estaba preguntando frenético todo lo que pudiera sobre la nueva forma de Tafari.

-Debí haberlo matado esa vez- Maldijo al recordar ese día, cuando Juma y Tafari los interceptaron con una docena de Tigres guerreros, dispuestos a matar hasta a SeokJin, con tal de que el linaje de un León no heredara el liderazgo que era de ellos.

La batalla fue injusta pues la pareja solo estaba acompañada por los padres de Nam, por lo que los dos Alfas fueron abordados por 6 Tigres cada uno, mientras Khalid, su padre Omega defendió con su vida a un Jin embarazado.

En aquella ocasión el León negro luchó más allá de su límite, sin sentir dolor por sus heridas o cansancio por la larga batalla, simplemente entró en automático, matando a cada uno de sus contrincantes sin miramientos, hasta que Tafari se le echó encima como humano, empuñando una larga lanza que por centímetros casi le clava en la cabeza.

Namjoon fue obligado a transmutar a humano, aun cuando era una forma vulnerable, necesito sus pulgares para hacerle frente. El Alfa recuerda bien a Tafari, mostrándole feroces colmillos manchados de sangre, mirándolo enloquecido, apretando la empuñadura de su arma con una mal disimulada emoción. No había conocido al chamán antes, pero esa primera vez dejó marcado al León, temiendo esa clase de locura rabiosa, de un ser dispuesto a todo por cumplir su objetivo.

Y no había estado equivocado. Ahora más que nunca renegaba de ese recuerdo, cuando tuvo en sus manos esa misma lanza que casi lo mata, alzándola sobre un furioso Tafari que intentó transmutar en ese instante. Por la impresión Namjoon había retrocedido, pues le habían enseñado a respetar en una batalla el tiempo de transformación, pero ese no era el momento para ser honrado, así que volvió a cargar, clavando la punta en la amalgama de energía que se retorció, gritando en una mezcla inhumana, hasta que él cambia-forma volvió a ser un ser físico, atravesado por un profundo corte que hizo de nuevo retroceder a Nam, que siendo aún joven no había presenciado tal masacre, impidiéndole acabar por completo con la existencia de tan retorcido ser.

-Que sobreviviera fue un milagro, no te tortures por eso- Hoseok fue el primero en llegar al lugar, luego de que acabara la batalla, y había sido un escenario brutal, por lo que angustiado en atender a sus familiares, no prestó atención a los cadáveres de los Tigres.

-Jin una vez me dijo que temía más a Tafari que a Juma, y es entendible, ese tipo no tiene escrúpulos- El líder Alfa se dejó caer en una silla, echando la cabeza atrás a la par que se frotaba la cara con frustración.

-Contaminó el templo original de los Tigres. Manchó su conexión con el gran Astro. Condenó la grandeza que tanto juraba proteger- Cualquier cambia-forma con conocimiento espiritual conocía la historia de los impuros, como una de las máximas traiciones al núcleo, tanto así que cualquier implicado era condenado por la eternidad en el infierno.

-Tal vez eso ya no le importa- Intervino Jimin, deseando finalizar la discusión. El encuentro le dejó un extraño escalofrío en todo el cuerpo, por lo que a diferencia de sus ofuscados hermanos, él sólo deseaba ir a envolverse entre sus sábanas y cojines.

-Sabe que Shiva aprobó la unión con los Leones, y antes de entregarnos más poder, lo destruyó para que no fuera de nadie- Reflexionó Hoseok, pero al final todo era especulaciones y por parte de Namjoon, no le importaba las razones que tuviera Tafari, solo sabía que debían actuar rápido.

-Necesitamos un plan de acción más agresivo, no podemos permitir que ninguno de los nuestros muera en las garras de un impuro- El Alfa se preocupó aún más al pensar en Chanmi sola en cualquier lado.