El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Verdades a medias

En el Clan de Leones se respetaban los días de descanso, así que como era viernes, las hembras se encontraban aprontando la comida del sábado y domingo, por lo que el territorio del Líder Omega, estaba más allá de ajetreado. Jimin por su parte iba a estar solo esos dos días, por lo que no les dio tanta importancia a esas tareas. Por esa razón dejo su tienda desde temprano, para dormitar cerca del fresco aire del oasis, mientras llegaba la hora de escoltar al civilizado hacia su familia.

Yoongi se encontraba a unos metros del salvaje, ya que sin el Omega frenando a las hembras, era muy difícil para él convivir en un mismo espacio con las leonas. Pero tenía hambre, y aunque la relación entre los dos no fuera tan tensa como antes, no sabía cómo empezar una charla con el Omega.

- ¡Jimin, Yoongi! - La juvenil silueta de Chanmi atravesando unos matorrales, atrajo la atención de los dos adultos. La Leona de largos cabellos anaranjados siempre llamo la atención del Alfa, no solo por su inusual tono para una hembra de su especie, que por regla general eran rubias, sino también por su actitud más apacible. No es como si el animal interior dictaminara la personalidad, pero la adolescente no parecía querer demostrar algo siempre a los machos, un rasgo que caracterizaba hasta a las féminas de la ciudad.

- ¿Estas trayendo comida? - Jimin de inmediato se acercó entusiasmado a su joven amiga.

-Ustedes dos abandonaron el lugar sin nada ¿En que estaban pensando? Con el hambre que hace hoy- Chasqueo la lengua, para ofrecer una olla grande de guiso de carne, y un plato envuelto que contenía aperitivos fritos.

-Gracias Chanmi- Yoongi casi hizo una reverencia, viendo como el Omega distribuía con facilidad la comida, poniendo en el plato la parte que le tendió a él, para luego comer concentrado.

El León de ciudad se había acostumbrado rápidamente, a la gran cantidad de proteínas que consumían los salvajes, por lo que no le costó terminar en un par de mordiscos su desayuno-almuerzo.

-Vaya Yoongi, ya tienes el apetito de los Alfas del clan- La Omega se burló en un tono juguetón, con su gran sonrisa animando el ambiente. Al civilizado le agradaba la joven, pues ha sido por mucho el ser más simpático durante su condena, hasta le pidió disculpas por el golpe que le dio al inicio, y tuvo la delicadeza de preguntar su nombre, usándolo desde esa vez en adelante.

-Sí, y va hacer difícil medirme en la ciudad, normalmente tratamos de no comer mucha carne, porque nos hace ver demasiado...carnívoros- La adolescente soltó una ligera risa.

-No importa donde vayas, todo al final se trata de apariencias- Suspirando al finalizar esa oración, Yoongi noto como flaqueaba la alegre actitud de la Leonas.

-Debe ser difícil, aunque no es igual, mis hermanas siempre recibieron mucha presión por ser las hijas del líder alfa- Jimin se atraganto a su lado, mandándole una mirada molesta al civilizado, que lo miro sin entender su falla.

-No soy hija biológica de nuestro Líder Alfa, me encontraron cuando era una cachorra en una caravana ambulante que fue atacada, así que ni siquiera me consideran del todo alguien del clan, sino fuera por nuestros líderes, no sería bienvenida- Yoongi ahora entendía su error, y como sabía que la lastima no era una opción, trato de actuar casual.

-No lo hubiera imaginado, te mueves muy bien entre las hembras, aunque ahora que lo recuerdo, no parecías pertenecer a ningún grupo- Por la mirada que le daba el Omega, el civilizado estaba intuyendo que debería dejar el tema.

-Bueno las forasteras no son bien recibidas en los harems ya establecidos, aunque igual no estoy interesada en la idea. Sé que suena como una locura, pero no me imagino compartiendo...- Jimin dejo la olla a un lado, con la intención de interponerse en la conversación.