Borracho de amor

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En la azotea de un impresionante edificio en el corazón de la ciudad, un grupo de amigos se reunía bajo un cielo crepuscular. La azotea, transformada en un oasis urbano, ofrecía una vista panorámica de la ciudad, con luces centelleantes que comenzaban a iluminar el horizonte. En el centro, un espacio acogedor estaba dispuesto con cómodos asientos y una mesa baja, rodeada de macetas con plantas y pequeñas luces de hadas que creaban un ambiente íntimo y relajado.

Yoongi se sentía fuera de lugar, en medio de esa reunión, aunque conocía y apreciaba a todos los presentes, ahora sentía esta vida muy lejana. No podía relajarse, compartiendo risas y anécdotas, mientras habían impuros acechando a su Clan.

-...¿Mi clan?- El civilizado se agito por ese nuevo sentir.

Había pasado mucho tiempo en lo salvaje, por lo que tal vez si fue una buena idea salir a despejarse. Tratando de participar más, le presto atención a su amigos Lucas, quien era un cambia-forma de flamenco, siendo el único ser alado que conocía. Al León siempre le fascino que el cabello de esos seres, era en realidad esponjosas plumas y no hebras, aparte de que el plumaje de su amigo, era de un vibrante rosa, por lo que era imposible que pasara desapercibido. 

Lucas trabajaba como arquitecto, y su pasión por los detalles se reflejaba tanto en su profesión como en su habilidad para equilibrar la vida social. -...realmente, la estructura de la ciudad ha cambiado tanto...- Logro captar a medias la conversación. -...pero siempre es un reto los espacios para la caza. Los depredadores no pueden dejar de correr tras los Demons. Ojala fueran más como Yoongi, aunque sea un León jamás ha tenido la necesidad de cazar su propia comida.

Vaya forma de involucrarlo, pensó el susodicho al sentir las miradas en él.

-Bueno...eso es porque en los Leones, las que cazan son las hembras- Tratando de no sonar tan tenso, atino a reírse al final de su oración.

Valeria una Omega de Antílope, se dedicaba a dar terapias espirituales, por lo que con su aguda percepción, notó el cambio sutil en la postura de su amigo. Así que se apresuró a intervenir, consciente de que Sungjong murió en las garras de un León salvaje.

-Lucas, ¿no crees que sería fascinante explorar cómo las ciudades pueden adaptarse mejor a nuestras formas animales? - Con una sonrisa forzada, enviando una mirada significativa que gritaba "cambio de tema".

El Flamenco asintió rápidamente. -¡Oh, sí! De hecho, he estado trabajando en un proyecto que incorpora áreas verdes urbanas, pensando precisamente en eso. 

Miguel, un ingeniero con un animal interno de zorro siempre perspicaz, observaba la interacción con interés. -Hablando de adaptaciones urbanas, ¿han visto los nuevos diseños de parques con áreas específicas para los Jerbos? Me parece que este es el camino para espacios públicos mas inclusivos.  

-Sí, esos parques suenan como un gran paso adelante. - Respondió Yoongi sin mucho interés, a Sungjong era el que le apasionaban mucho esos temas. 

Valeria, siempre atenta a las emociones de los demás, notaba que su amigo se encontraba cada vez mas decaído, por lo que se inclinó ligeramente hacia Yoongi. Su expresión trataba de mostrarse tranquila, pues la compasión era la forma mas rápida de crispar a un felino. 

-Yoongi, nos alegra volver a tenerte en nuestras reuniones. Lo que más queremos es ayudarte para reintegrarte a la sociedad ¿Quieres ayuda de algún tipo, o todavía no estas listo? Estamos aquí para apoyarte en cualquier decisión- Sus ojos llenos de empatía. 

El León se encontró sumergido en un mar de recuerdos y emociones complejas. Pensó en todo lo que había sucedido últimamente, los desafíos que había enfrentado, las pérdidas, las victorias, y lo difícil que sería explicar todo eso, especialmente el torbellino de sentimientos en torno a Jimin y los eventos que habían cambiado por completo su vida.

El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora