El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Pelea de Alfas

El León qué debía hacer rondas extras para vigilar el territorio del Líder Omega, estaba comportándose de forma irrespetuosa, según las estrictas reglas de dominio que deben acatar todos los del clan, al encontrarse en el hogar de otro integrante. Pero en la mente del Alfa, estaba justificado su actuar, pues apenas a la distancia vio a Jimin y se dio cuenta de inmediato, de lo arreglado que se encontraba el Omega, un suceso inusual, a menos que se celebrara algo importante.

Por años Anuel estuvo enamorado del inalcanzable Omega macho del Clan, esperando que su fuerza le ganara una oportunidad con el feroz cazador, sin embargo, lo que debía ser un intercambio juguetón se convirtió en una competencia de orgullo, todo por las malintencionadas palabras de algunos leones del clan, que hicieron sentir a Jimin, que perder contra ellos le quitaría méritos como líder.

Ahora la pareja destinada estaba junta, y se consideraba un insulto al mismo gran Astro, intentar interponerse entre ellos. Era una lástima, pero nada le impedía contemplar la belleza de los Omegas en general, así que por eso terminó acercándose tanto a la tienda del Líder, casi merodeando.

Hasta que el grosero intruso fue golpeado justo en el centro de la espalda, cayendo hacia adelante con el tiempo justo de reacción, para evitar magullarse la cara.

- ¿A quién crees que estás tratando de acechar? Aunque no tuviera Alfa, esta impertinencia atenta contra la convivencia del clan- Jimin se alzó sobre él caído Alfa, con su ceño fruncido y sus dientes desenfundados, siendo alumbrado magistralmente, en esa aura dorada que impactaba a los demás.

-Perdóneme Líder, me pareció ver algo sospechoso cerca- El Omega suavizó su expresión, pero fue más por sentirse decepcionado por tan estúpida excusa.

- ¿Crees que un enemigo podría estar caminando a sus anchas por mi hogar? De ser así estarías haciendo un pésimo trabajo, o acusando a las Leonas de que se les escabullera un intruso- Jimin no estaba a cargo de los Alfas, por lo que activamente evitaba tener que ser quien "disciplinaba" o daba órdenes, lo que no quitaba que fuera aterrador rendirle cuentas.

-Yo no quería insinuar nada parecido, Líder- El Alfa se dio cuenta de en cuantos problemas estaba metido, por lo que ninguna excusa sería mejor que la verdad.

-Sinceramente no me importa, solo mantente en tu ruta, no quiero que causes problemas innecesarios en mi... en el territorio que comparto con mi Alfa ¿entendiste? – Indiferente como de costumbre, el Omega hirió el ego del otro macho.

- ¿Y dónde está ese Alfa? Debería ser él quien me enfrentara por el dominio de este lugar- Una muy mala elección de palabras, que Anuel lamento, cuando golpearon su abdomen, con la suficiente fuerza como para nublarle la vista, impidiéndole respirar adecuadamente por el dolor que lo doblegaba.

-Yo puedo hacerte mucho más daño que cualquier Alfa en este clan, por lo que mi dominio está más que ganado. Deja de insultarme en mi hogar, o me temo que tendremos un guerrero menos antes del atardecer- Jimin estaba realmente furioso, como para usar su privilegio como Líder Omega de ser intocable, para infligir un castigo físico. Pero la verdad solo estaba ansioso, porque Yoongi estaba jugando con el limite saludable de la resistencia, y el peor escenario posible, es que hubiera una pelea, simplemente porque los Leones de su clan querían una clase de validación.

-Lamentó que tenga que seguir actuando así- Aunque el efecto no fue el deseado, porque el Alfa después de recomponerse, miro al Omega con lastima, teniendo la idea equivocada de que conocía más allá de la rudeza al Leoncito.

-Oh por el gran astro, no puedes ser tan idiota- Jimin no sintió que valiera la pena seguir discutiendo, pues ese León era conocido por ser muy hablador. Entre las hembras tendían a categorizar a los Alfas, y este tipo tenía un harem numeroso por esa razón, gustaba a las chicas por tener palabras dulces, lo que significaba buenos mimos, como ser un escuchador paciente que se exprimiría el cerebro tratando de ser elocuente, en una forma tierna que les era muy entretenido.