En la batalla (Segunda parte)

678 161 17
                                    

Los Tigres y Leones fueron testigos del cambio en la balanza de la batalla. Observaron asombrados cómo el cielo oscurecido comenzó a resquebrajarse, donde las delgadas grietas de energía pura, se abrieron paso a través de la espesa niebla que cubría el campo de batalla.

El impacto fue tal, que los cambia-formas de la ciudad vieron el resplandor a lo lejos, y los seres alados fueron perturbados en sus moradas, reuniéndose para observar las locuras de los terrestres. Por su parte los Impuros comenzaron a aullar y retorcerse, sus formas viles consumidas por la luz que penetraba sus esencias oscuras. La luz, impregnada de Energía purificadora, funcionaba como un fuego divino, quemando la maldad y limpiando el aire de su pestilencia.

Darren y Jae, eran los únicos que sabían a que se debía este cambio. Y aunque una parte estaban aliviados, la preocupación por su hermana no los dejaba relajarse. Chanmi estaba atrapada en el templo, por lo que estaban decididos a regresar y enfrentar lo que fuera necesario para salvarla.

Sin embargo, su avance fue abruptamente detenido por la ominosa presencia de Tafari, quien emergió de las sombras con una sonrisa burlona y dos Impuros a su lado. Estas criaturas, emanando una aura de poder y corrupción, tan imponentes como el Tigre corrupto, con sus formas retorcidas y oscuras, también parecían dichosas ante la idea de hacerles daño.

Tafari, con una voz gélida les dijo. -Realmente, no he conocido mayores plagas que los Leones, en especial toda la familia de ese usurpador. Ese maldito de Khalid, aún muerto es capaz de luchar. Sin embargo,- indicó con un gesto despreocupado hacia sus dos acompañantes, -no existen tales restricciones para sus ellos.

Los Impuros, con movimientos rápidos y feroces, se lanzaron contra los hermanos, que aunque hábiles, se dieron cuenta de que enfrentaban una diferencia de poder abrumadora. Los ataques de los Impuros eran implacables y brutales, cada golpe cargado con una fuerza sobrenatural que amenazaba con aplastarlos, obligándolos a esquivar constantemente. 

En el caos de la persecución, Tafari, parado en un punto elevado, observaba el frenesí con una sonrisa torcida en su rostro. Sus ojos, llenos de malicia y resentimiento, brillaban con una luz siniestra. -¡Corran, corran!-, gritaba con burla. -¿Es todo lo que pueden hacer? ¡Tan patéticos! Sus genes mezclados jamás serán merecedores de nuestro linaje.

Mientras los hermanos esquivaban y se zambullían, evitando por poco los ataques de los Impuros, el Tigre corrupto continuaba, su voz llena de veneno. -¿Pensaban sucios bastardos, que me arrebatarían el Clan? ¡Ya ni siquiera me sirven como sacrificio, solo serán unos bocadillos para mis peones! Luego esa impostora caerá, igual que todos.

Tafari se regodeaba en su aparente victoria, convencido de su superioridad. -Luchen todo lo que quieran, es inútil. Al final, todos caerán ante mí. Vuestra resistencia solo hace más dulce el final.

Un tigre imponente, con una agilidad y fuerza que desafiaban su tamaño, se abalanzó sobre uno de los Impuros, derribándolo con un impacto que sacudió el suelo. Jae, girando para enfrentar esta nueva amenaza, quedó asombrado al reconocer en los ojos del tigre la familiaridad de su propio padre, SeokJin.

-Papá- Incrédulo, apenas lo dijo como un susurro, pues no podía creer que aquel Omega moribundo tuviera tal fiereza al combatir. SeokJin, en su forma de tigre, le devolvió una mirada llena de determinación y cariño, antes de volver a enfrentarse al Impuro.

Otro tigre apareció para apoyar a Jin, moviéndose con una velocidad impresionante. Jae de inmediato lo reconoció, era su querido Dae, quien con un salto preciso y mortal se lanzó sobre el Impuro. 

El combate entre los dos Tigres y el ser corrupto fue una danza mortal de ataques. Finalmente, con un golpe decisivo, Dae logró prensarse de la yugular de su imponente enemigo, desgarrando con esfuerzo aquella curtida piel. La escena no fue heroica, con el Alfa bañado en la desagradable peste de aquel ser, con el peor regusto en la lengua; pero aún así su rugido de triunfo resonó entusiasta. 

El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora