Jugando a cazar

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En el territorio salvaje era común ver a los Leones luchando entre ellos o persiguiendo Leonas, en un juego de fuerza antes de poder copular. Por la cantidad de feromonas liberadas durante este acto, otros cambia-formas, carnívoros o no, se mantenían alejados del lugar designado para el juego rudo de los grandes felinos.

Jimin no ha participado antes en este juego de caza, y puede apostar a que Yoongi ni siquiera había visto uno, pero los instintos los guiaban como si las reglas estuvieran escritas en sus almas. Correteándose en el territorio del salvaje, este se escabullo entre las mesas del comedor comunitario, siendo seguido de cerca por el gran león Alfa, que no perdió tiempo y salto de una en una.

Con dificultad, el Omega trato de arrastrarse debajo de los muebles. No estaba en la mejor situación para huir, pues su pantalón estaba empapado de su lubricante, que seguía bajando por sus piernas, provocando que la tela se pegara a la piel, para luego ir deslizándose por los bruscos movimientos de Jimin.

Mientras gateaba, el Alfa se posiciono enfrente, interponiéndose en su camino. Gruñendo el Omega se detuvo, pues si optaba por devolverse, sería atrapado rápidamente de un solo salto. Al menos bajo la mesa tenía una oportunidad. Con eso en mente, decidió deshacerse de la única prenda que llevaba, que estaba estorbándole en este punto. Al desprenderse de esta, se dio cuenta que sus manos tenían una leve costra de arena pegada, y por lo pegajoso que estaban sus muslos, está se estaba pegando con facilidad por todas partes.

De forma maliciosa, Jimin arrojó su pantalón al hocico del León, perfumado como estaba, fue una distracción lo suficientemente buena, para salir del callejón sin salida en el que estaba. Corrió en dirección a su tienda, pero Yoongi realmente fue más rápido, derrapando frente a él. El salvaje por poco cae como un idiota, pero logró recomponerse para ir en otra dirección.

En este momento el Alfa podría atraparlo, pero se quedó quieto, dándole tiempo a seguir huyendo al Omega. Jimin quiso rugir al darse cuenta, que cada vez que trataba de salir del espacio del comedor, era interceptado por Yoongi.

¿Cómo era posible que un amaestrado, supiera jugar de esa manera con su presa? El Omega tembló excitado ante esa muestra de dominio por parte del Alfa. No solo estaba amenazando con atraparlo, sino que le demostraba control absoluto sobre el área.

Jimin paro de correr, con su perseguidor de nuevo delante de él. La figura imponente del León se deslizaba con elegancia sobre la arena, transmitiendo en su caminar lento, que esto no era nada para el Alfa. La poderosa mirada del depredador lo clavó en su lugar, demandando sumisión de su parte.

El Omega ahora se encontraba ansioso por ser tomado, luego de aceptar que no tenía escapatoria alguna, estaba a merced de Yoongi, quien terminó de acercarse aún como un animal, rugiéndole. Jimin acató la orden y descubrió su cuello, en una posición sumisa. El hocico pasó con parsimonia sobre la piel expuesta, sintiendo la agitación con la que la sangre era bombeada a todo el caliente cuerpo de su compañero, solo estimulando la zona con ráfagas de aire cálido que expulsaba de su nariz.

Jimin podía sentirse a sí mismo empapado de feromonas, con el lubricante de su agujero fluyendo fresco por sus muslos, sin detenerse en ningún momento de la persecución. Luego el Alfa pasó la lengua áspera por el cuello del Omega, agitando de nuevo el mundo del leoncito, que gimió de sorpresa, llevando su mano por reflejo, a su propia erección, la cual apretó tratando de calmarla, porque se sentía tan caliente y tirante esa parte, en un punto doloroso de necesidad, donde por más que la agitara, esta seguía palpitando demasiado sensible.

Yoongi volvió a rugir una orden, logrando que su Omega asintiera de forma dócil, para acto seguido levantarse a duras penas, para caminar hacia el árbol donde estaba el asiento flotante, pues allí se encontraba algunas mantas y cojines. El Alfa aprovecho para volver a su forma humana, siguiendo unos pasos atrás a Jimin, que mantenía la cabeza baja, avergonzado por estar desnudo y con los muslos brillantes a causa del lubricante, siendo consciente de la mirada depredadora del Alfa que lo acompañaba en silencio.

El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora