El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

El fin de una era

Namjoon y Darren llevaban tiempo luchando, y aún no habían logrado atravesar el duro pellejo de la criatura. Su enfoque principal ha sido evitar que Tafari ejecute otro de sus trucos maliciosos, manteniéndolo sometido en un combate constante.

El León negro ya mostraba signos evidentes del desgaste de la batalla. Su pelaje, normalmente brillante, parecía raído, evidencia de los innumerables encuentros cercanos con la corrosiva naturaleza de Tafari. Cada movimiento le causaba dolor, pero su determinación no flaqueaba.

Darren aunque agotado y con múltiples cortes que sangran, parecía ser inmune a la corrosión expulsada, por lo que seguía moviéndose con facilidad, evitando que el Impuro contraatacara contra su padre. 

En ese momento los cuatro omegas, aún recuperándose pero llenos de una ira incontenible, se acercaron a la escena. Sus figuras, aunque marcadas por la reciente batalla interna, seguían siendo imponentes. Sus posturas eran firmes y sus semblantes, aterradores, reflejando una determinación férrea y un enojo profundo hacia Tafari.

Jae, con una concentración intensa, utilizó su habilidad para crear varios clones, lo que le permitió someter a Tafari con una eficacia sorprendente. Todos coordinados rodearon al impuro, impidiéndole cualquier movimiento y dejándolo vulnerable.

Al mismo tiempo, Taehyung invocó a sus leones de luz, quienes resplandecientes y majestuosas, se abalanzaron sobre el Impuro, mordiendo el grueso pellejo de su espalda. La presión obligó al inmundo ser a erguirse, exponiendo todo su pecho.

Sin embargo, no importo la obvia ventaja sobre él, porque Tafari solo intensifico su risa burlona, especialmente al encontrarse frente a frente con SeokJin y Jimin. -¡Ustedes Omegas son peor que una plaga!- se mofó, su voz destilando desprecio. -¿Qué los hace tan especiales? Aparte de dar a luz ¿Qué pueden hacer?

Las garras de ambos Omegas brillaron con la misma intensidad, que la luz que rodeaba incesantemente el templo. Iba a ser duro, pero ninguno flaqueo, el León y el Tigre comenzaron a arremeter a garra limpia contra la garganta del despreciable ser. 

Las burlas por parte de Tafari no cesaron. -Son solo herramientas para la procreación, débiles y sin importancia en el verdadero juego del poder. ¡Qué ridículo verlos intentar luchar como si fueran guerreros de verdad!

En medio de una de sus carcajadas despectivas, SeokJin con un golpe particularmente potente, sintió que la punta afilada de sus garras encontró su camino a través del grueso y duro pellejo de Tafari, penetrando finalmente la defensa aparentemente impenetrable del impuro. Por un instante, el tiempo pareció detenerse, con el Impuro por fin guardando silencio. 

El cambio en la expresión de Tafari fue instantáneo y revelador. Su sonrisa burlona se desvaneció, reemplazada por una mirada de miedo. Por primera vez desde el comienzo de la batalla, la confianza del impuro se vio sacudida.

Con una serie de golpes rápidos y certeros, SeokJin y Jimin atacaron la región de la yugular de Tafari. Cada impacto era como el toque de un tambor de guerra, resonando con la fuerza de su voluntad inquebrantable. Los movimientos de SeokJin eran como hojas de viento cortante, rápidos y precisos, mientras que los de Jimin eran como el golpear de olas furiosas contra una roca, implacables y poderosos.

A medida que sus ataques impactaban, la figura de Tafari comenzó a tambalearse. El impuro, que una vez se había burlado con arrogancia, ahora luchaba por mantenerse en pie. La yugular, simbólicamente y literalmente, se convirtió en el punto focal de la batalla.

Con cada impacto, Jimin gritaba con una voz llena de furia y dolor: -¡Esto es por mi padre, Khalid! ¡Por su muerte, que nunca será olvidada!

Por otro lado, SeokJin, con cada golpe que daba, enumeraba las razones de su ira y resentimiento: -¡Esto es por mentirme!- Rugió con el primer golpe. -¡Por atacarme cuando estaba vulnerable!- con el siguiente. La fuerza de sus golpes aumentaba con cada acusación: -¡Por alejarme de mi familia! ¡Por hacer que mi propio clan me odie!- Su voz se llenaba de dolor al recordar los años de sufrimiento y traición.