El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Pesadilla en la ciudad

Era apenas medio día, por lo que la pequeña ciudad se encontraba ajetreada, con los trabajadores llenando los restaurantes en su hora de descanso. Taehyung normalmente apenas estaría levantándose en estos momentos, pues como León era más activo en las horas de la tarde u ocaso, pero como ahora ese tiempo estaba destinado a su pareja, quería dejarlo libre, por lo que estaba tratando de levantarse temprano para terminar su jornada antes.

Como ese era su segundo día en esa nueva rutina, no estaba nada acostumbrado, por lo que ya le estaba doliendo la cabeza, y su estómago, aunque pedía comida, su sistema parecía asqueado de comer algo en estos momentos. Era extraño por lo que prefería hacer algunas cosas desde su casa, antes de asistir a las reuniones por la tarde. El problema es que caminaba lleno de papeles a todas partes, sin tener aún un buen sistema para ordenarse. En definitiva, era un ajuste molesto pero necesario.

Un lugar a domicilio tenía la tarea de llevarle el almuerzo, por lo que cuando tocaron el timbre, el Omega se apresuró a salir de su oficina privada para recibirlo, encontrándose en su camino a Yoongi, echado en su sofá de cuero, bebiendo desde la boca de una botella alguna especie de alcohol oscuro.

-Buenas tardes Dennis- Tae recibió tres recipientes, uno con un sándwich de carne blanca, otro con una ensalada y una limonada, de manos de una temblorosa mujer, que aun con su porte atlético y midiendo una cabeza más que el León, se encontraba aterrada por el depredador. -Se ve delicioso, ¿No tendrás algo que te sobre? Es que tengo una visita sorpresa.

La cambia-forma que pertenecía a la especie de las cebras, se puso incómoda de inmediato, rebuscando apurada en su mochila. -De verdad quisiera ayudarlo señor Min pero... ah alguien no quiso una ensalada de huevo y algún pez, no se cual, lo siento pero ¿le sirve?

Taehyung siempre era formal con todos a su alrededor, pero aquellas razas que algunos de sus pares seguían llamando presas, parecían nunca olvidar su miedo a los carnívoros. Por lo que el Omega se limitó a suspirar por el temblor de la Cebra, al sostener la comida cerca de él -Bastante aceptable ¿cuánto sería?

Yoongi por su parte ignoró el intercambio a dos metros de él, recostando la cabeza contra el respaldo del asiento, dejando que el mareo de la bebida pasara un poco para terminar la botella en su mano.

- ¿Desde qué horas estás bebiendo? - El tono fuerte del Omega de la casa, se sintió doloroso por su lamentable estado.

-No recuerdo- Murmuró sin ganas, cerrando los ojos con fuerza, aun cuando la habitación ya estaba oscura.

Taehyung no entendía que había salido tan mal, pues después de ver a Sungjong, su sobrino se puso a llorar de inmediato, teniendo un extraño duelo tardío, como si la realidad lo golpeará por primera vez. Aunque trato de animarlo, el Alfa estuvo sin fuerzas lo que quedó de ese día, durmiendo o lamentándose cuando se levantó al siguiente. Al parecer en algún momento, mientras estaba en la oficina, fue a comprar alcohol, y no ha parado el consumo desde entonces.

-Ve a bañarte y luego comerás algo sólido- Dio una orden firme, escuchando los lloriqueos del borracho.

-No quiero estar sobrio- Declaró Volviendo a beber de la botella, que ya solo le quedaba un tercio de contenido. -Pensare en Jimin y como estoy lastimando la memoria de Sungjong al hacerlo.

-Ya no puedes lastimarlo Yoongi, y pensar en otra persona no lo afectaría, aunque estuviera vivo, solo te estás haciendo un daño innecesario- Malhumorado, Taehyung le arrebato la bebida, agarrándolo de la camisa para tratar de llevarlo al baño a rastras, aunque solo rompió la camisa y por sus constantes gritos, el Alfa termino levantándose por sí mismo de todos modos.

-Eres tan malo- Siguió con sus alaridos, caminando sin gracia junto al Omega de menor tamaño.

-No tengo ni idea de que decirte en esta situación, por lo que estoy tratando de ser sincero, no cruel- Con un último empujón llego al baño, abriéndolo con dificultad con una sola mano, para luego tratar de meter al Alfa, que se precipitó, casi cayendo sobre el lavamanos. - ¡Yoongi! Ayúdame, yo no tengo la fuerza de Jimin, no soy un Omega atlético.