El rugido salvaje /Yoonmin (Omegaverse)

Destapando la mentira

El gran astro iluminaba con fulgor una nueva mañana, un día de descanso perfecto para los Leones, que se encontraban tomando baños de luz muy a gusto. Hasta que el grupo de leonas se dio cuenta que su amado Líder Omega, no estaba presente para tan importante evento.

-Chanmi ¿Le pasó algo a Jimin? Es raro que no esté desde temprano reclamando la roca del rey- Yuna fue en su época adolescente parte del séquito del Omega, ahora aunque seguían apreciándose, no eran tan unidos como antes.

-Je no es algo malo, es más, creo que por fin lo veremos de buen humor- Bromeó la joven leona, presentando un ligero sonrojo, que hizo reír a las demás al entenderlo.

-Uuff que buena noticia, todas estábamos preocupadas- Las tres leonas del líder Alfa, eran reconocidas como segundas al mando ante cualquier eventualidad, por lo que tendían a ser las hembras más serias del Clan.

-Gracias al gran astro, pensé que esos dos estarían riñéndose mutuamente hasta que muriera otra persona por sus celos-Namjoon intervino en la conversación, siendo obligado a seguir a todas partes a su Omega embarazada.

-Eso me recuerda que el Omega de la ciudad mató a dos leonas con su don- Hye como Yuna tenían cada quien, una hija de tres años, pero no con Namjoon, a diferencia de muchos en el Clan, ellas sí sabían toda la historia, más porque la descubrieron por su cuenta.

Ellas con otras cuatro de sus hermanas, iban a ser el harem del líder Alfa, pero cuando todo el caos se dio con el Omega Tigre, todas decidieron buscar un Alfa fuerte para apoyar a su líder Omega. No obstante, Namjoon volvió, así que decidieron rotarse entre dos harems, en uno siendo solidarias con el León negro, en otro con el macho que apreciaban de forma romántica y con quien cada una tuvo una cachorra hace pocos años, cuando la protectora les anunció que era el momento.

Naya era diferente, siendo mayor que Namjoon estuvo al tanto del incidente con los Tigres, porque era la sucesora al título de Khepri, así que se le encargó animar al decaído Alfa y dejar descendencia antes de seguir con su entrenamiento.

Ninguna de las leonas del harem sentía algo especial por el líder Alfa, aparte de lealtad. solo pasaban el tiempo antes de que volviera con su legítima pareja, aunque eso no las detenía para exigir al menos ser recompensadas por su labor.

-Líder- interrumpió el tiempo de descanso uno de los Alfas del clan. -Mai vio a los Tigres de ayer por la frontera, son dos jóvenes y uno tiene el cabello rubio- Al final Chanmi tuvo que dar todos los detalles, para el notable descontento de Namjoon.

-Iré a encargarme de esto- El gran Alfa negro fue atacado por Yuna y Hye, que lo clavaron a la roca.

-Son solo dos adolescentes traviesos, como va a ir el mismísimo Líder Alfa para tal trivialidad- Reprendieron las dos Leonas, que no se inmutaron ante el rugido del macho.

-Es verdad, aparte tienes que estar siempre a mi lado- Se unió Naya, uniéndose a la sonrisa colectiva de las otras dos hembras.

-Dejemos que Chanmi vaya y eche un vistazo, después de todo ya sabe cómo se ven- Namjoon se alteró, negándose rotundamente, mientras la joven se quedaba al margen, poniéndose una máscara estoica, cuando su interior rugía emocionada ante la posibilidad.

-Si ve hermosa, eres nuestra guerrera feroz, ve y muéstrale a esos machos con quien se están metiendo- Animada por las palabras de las adultas, la adolescente corrió hacia la frontera, sin escuchar las protestas del Alfa, que se encontraba siendo amordazado por Hye.

- ¿Qué hicieron? - Exigió Namjoon, cuando fue liberado por fin.

-Deja de intervenir, Khepri dijo que tenían que afrontar esta batalla por ellos mismos- El Alfa se levantó enojado, no contradijo nada de lo que dijo la protectora, pero eso no significaba que estaba de acuerdo.