Sangre de Reyes

Capitulo 30

Dilan se canso de estar recostado y justo cuando se puso de pie logró ver a Kate acercándose, su rostro mostraba una expresión complicada.

—Parece ser que la sombra no te dió buena información—

—Es más que eso—

—Sientate y cuentame— Kate obedeció.

—¿Recuerdas lo que dijo "El creador de sirenas" sobre nosotros?—

—¿Te refieres a lo de "El asesino de Leyendas" y  "El Titiritero"?—

—Si, pues resulta que la sombra conocía bastante bien esos nombres— Dilan la miro con curiosidad —asi se le llamo a dos famosos reyes—

—¿Reyes? ¡Espera! ¡¿Estas sugiriendo que tenemos sangre real?!—

—No exactamente—

—¿Entonces?—

—¿Sabes por qué nuestro color de ojos es tan único?—

—No, ni siquiera me había dado curiosidad averiguarlo—

—Hace años este color no era tan difícil de encontrar, lo poseía gran parte de un Reino, incluida la familia real pero después de la guerra muchos murieron y solo unos pocos de los sobrevivientes conservaban los ojos verdes—

—¿De hace cuántos años hablamos?—

—Mas de 70 o 80 años, en aquella época estas tierras estaban divididas en dos Reinos, en la parte norte se encontraba uno dirigido por un Rey muy temido y de mala reputación pero que tenía un hermoso país donde había paz, por otro lado en el sur el Rey parecía bondadoso y agradable pero no sabía reinar—

—Siento que ya he escuchado eso—

—Yo también sentí lo mismo, pero déjame continuar— Dilan asintió —estos dos reyes estaban en constante guerra y rápidamente un Reino se vio más afectado que el otro. Fue entonces cuando una amenaza surgió del mar—

—¿Piratas?—

—Piratas, y como ambos Reinos tenían costa tuvieron problemas, además estos piratas no eran comunes no eran simples ladrones eran conquistadores. Así que los Reyes no tuvieron más opción que unirse y de esas sangrientas batallas surgieron sus nombres, al rey del sur se le llamo "El asesino de Leyendas" por todos los grandes piratas con los que acabo y al rey del norte se le llamo "El Titiritero" por qué era la mente detrás de todo—

—¿Entonces por qué dices que no somos descendientes de reyes?—

—Por que "El creador de sirenas" nos dijo eso por el color de nuestro ojos pero realmente en aquella época antes de las guerras era el color más común y como dijo el viejo Keneth, es un color extraño pero no único. Así que lo más seguro es que seamos desendientes de alguien procedente del antiguo Reino del sur—

—Asi que no puedo descartar la idea de que seamos hijos de reyes ¿Verdad?— se burló Dilan —solo imaginalo "Principe Dilan", no suena tan mal—

—Sueñas demasiado— río la menor pero dentro de ella también compartió la ilusión de su hermano.

—Aun que es una gran historia, no creo que eso sea la mala noticia que te dió la sombra—

—La verdad es que no sé si tomarlo como una mala noticia—

—¿A qué te refieres?—

—¿Recuerdas la carta de Kronth? Dijo que si moría sería a manos de—

—Jahiel— completo Dilan —si, eso que tiene que ver—

—Le pedí a una sombra que lo investigará—

—¿Y que te dijo?—

—No mucho pero siendo sincera me temo que no podamos vencerlo al menos no en este momento— Kate suspiró —De echo estoy segura de que el único motivo por el que no nos ha encontrado es por qué no conoce nuestra apariencia—

—Me lo temía, Kronth lo dijo—

—¿Cuando?—

—El día que huimos, antes de que entraramos a la casa me estaba contando sobre alguien que era por lo menos tres veces más letal que yo y esperaba que cuando llegara el momento estuviera preparado para enfrentarlo—

—¿Y crees poder hacerlo cuando ese momento llegué?—

—No lo sé pero te aseguro que me haré cada día más fuerte. Además se que si no puedo tendrás un plan para sacarme de cualquier apuro—

—¿Cómo sabes que lo haré?—

—Por que eres tú, y estoy seguro de que tienes un plan por si en este momento nos atacan—

—No negare ni confirmaré eso— ambos rieron.

Antes del atardecer, Bud y Sheryl regresaron.

—Encontré un lugar adecuado, mañana te llevaré hacia él— le dijo Bud a Kate —es un lugar seguro y no estarás en riesgo—

—Bien—

—Y yo conseguí algunas cosas que puedes probarte— dijo Sheryl acercando una maleta repleta de ropa —me muero por probarte todo— y segundos después arrastro a la menor a un lugar más privado para vestirse.

—¿Seguro de que estará bien?— le pregunto Dilan a Bud una vez que se quedaron solos.

—Si, resulta que el organizador es un viejo conocido mío—

—¿Crees que sea lo correcto?—

—Tu la conoces más que yo ¿Cuando se ha equivocado?—

—Tienes razón— Dilan sonrió —se que es imposible pero desearía que nunca llegará a equivocarse—

—Aun que se equivoque, de los errores se aprende y estoy seguro de que cuando suceda ella se levantará de nuevo y con más fuerza—

—Solo espero estar ahí para ella—

Segundos después se escuchó un pequeño grito de Kate que alerto a los dos varones, quienes se dirigieron rápidamente hacia ellas.

—¡Nunca usaré algo así!— grito Kate.

—¡Vamos se te ve bien! Además no te estoy diciendo que lo uses, solo quería ver cómo te quedaba—

—¡¿Que rayos sucede aquí?!— se quejo Dilan y Sheryl salió de su escondite.

—Llegan en buen momento, solo le estaba probando algo de ropa a Kate— entonces jalo del brazo a la mencionada dejando que la vieran —¿Verdad que se ve muy linda?—

Kate portaba un vestido de camarera, que si bien no era muy corto si la hacia ver muy atractiva.

—¡TE ME QUITAS ESO EN ESTE INSTANTE!— fue la reacción inmediata de Dilan —¡NI PIENSES QUE TE VOY A DEJAR USAR ALGO ASI!—

—¡No es como si yo quisiera usarlo!— replicó la menor.

—Tranquilo— intervino Sheryl —solo tenía curiosidad por verla vestida así pero no te preocupes ella no lo usará, es algo mas para mi— al escuchar eso, Dilan no pudo evitar imaginar a la pelinegra con dichoso traje y el color rojo invadió su rostro.

—Si fuera tu, pensaría en otra cosa para no ser tan obvio— le susurró Bud al menor.

—¡No se de qué hablas!— Dilan le dió la espalda a las chicas —¡Más vale que lo que vayas a usar tenga suficiente tela!— después se marchó seguido de Bud.

—Dejando el juego de lado— Sheryl se acercó a Kate —tengo exactamente lo que necesitas—

—Mientras no tenga que volver a usar esto—

—¿Que te parece?— la pelinegra acercó las prendas a la menor.

—Me parece perfecto, no puedo esperar a mañana—