Capitulo 18

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Kate y Dilan se dirigieron una sutil mirada al escuchar las palabras de su acompañante, no era un secreto que los buscaban pero casi nadie sabía o sospechaba que era el mismo rey quien queria sus cabezas.

—O no me vean así— dijo el desconocido —ser sigiloso me permite enterarme de cosas que no cualquiera sabe, además soy muy observador al igual que tu Kate— ambos hermanos se tensaron al escuchar que sabía sus nombres, nadie los sabía.

—¿Quien eres?— pregunto Dilan cambiando su postura a una más amenazante y defensiva.

—Solo soy un fugitivo más, con el minúsculo detalle de que el rey en persona quiere mi cabeza—

—¿Que quieres de nosotros?— pregunto Kate.

—Por como me miras ya debes tener una idea, pues sin duda esa cabecita tuya trabaja demasiado rápido— el sujeto sonrió —ustedes se están oponiendo al rey con sus actos y yo quiero hacer lo mismo, pero soy muy sigiloso para hacerme notar a diferencia de ustedes que en poco tiempo se han hecho de un nombre. El rey pronto los buscará y cuando lo haga quiero estar ahí, tengo unas cuentas que saldar con él— sonrió pero era una sonrisa triste.

—No sabemos nada de ti ¿y así quieres que te dejemos unirte a nos otros?— replicó Dilan pero Kate observaba en silencio.

—Si te refieres a por que me busca el rey, esa es una carga que sufriré en silencio. Pero no olvides que tenemos al mismo enemigo—

—Tu obtendrías tu venganza— dijo Kate —claro suponiendo que lleguemos a ser una gran amenaza para el rey, lo cual no es seguro ¿Pero que ganamos nosotros?—

—Lo veo en sus ojos, ustedes no se detendrán, están sedientos de justicia. Por eso sus actos han ido aumentando de nivel y riesgo, no se detendrán y menos cuando descubran su pasado. Yo puedo ayudarles con eso y enseñarles un par de cosas—

—¿Nuestro pasado?— Kate y Dilan se sorprendieron con estas palabras, así que Kate pregunto —¿Que sabes de nosotros?—

—Realmente no se mucho, pero se donde pueden encontrar respuestas. De pequeño trabaje en el Palacio Real, y en varias pinturas vi las espadas de ambos, así que para saber la verdad necesitan entrar en ese lugar— sonrió amargamente —por el momento no tenemos la capacidad de hacerlo, pero en un futuro seguro será diferente— sonrió de nuevo, guardándose un detalle en sus palabras. Él sabía quienes eran sus padres, los había visto en los retratos y eran la viva imagen de sus antecesores. Pero temía que si revelaba más información intentarán acercarse al Palacio en ese mismo momento y de seguro terminarían muertos y su venganza con ellos.

—No se por que, pero desde el primer momento confié en ti y por algún extraño motivo aún lo hago— dijo Kate, después le dirigió una mirada a Dilan de asentimiento.

—Creo que lo primero que deberías decirnos es tu nombre— dijo Dilan.

—Mi nombre murió hace mucho años, pero pueden llamarme Bud— sonrió.

Esa noche regresaron a casa en silencio, con miles de dudas pero los tres sentían que habían hecho lo correcto.

Su nuevo inquilino era un poco extraño, pasaba la mayor parte del día bebiendo y no tenían la mas mínima idea de donde sacaba tanto alcohol. Según les dijo comenzó a beber desde muy pequeño y era un mal hábito que lo ayudaba a tener una gran agilidad cuando estaba sobrio. Tenía 26 años pero huía del rey desde hace más de 15 años, por más que le preguntaban qué era lo que había hecho no obtenían la verdad. Cada vez les daba una respuesta diferente, decía que le había robado algo valioso al rey, o que se bebió toda la bodega Real, o que había causado un alboroto en la cena de año nuevo comiéndose todo el banquete, cada vez sus respuestas parecían más improbables así que se rindieron en saber la verdad.

Bud resultó ser muy útil a la hora de entrenar, había visto innumerables batallas y tenido varios oponentes así que daba consejos bastante acertados. Le ayudó a Dilan a mejorar su postura y esto le dio más precisión. A Kate le enseñó a observar el lenguaje corporal y como obtener información de ello. Resulto ser una compañía muy útil y confiable, en menos de lo que esperaban se volvieron buenos amigos.

Y con el aumentaron sus ataques contra los recaudadores de impuestos, la agilidad de Bud era extraordinaria y usada bajo las instrucciones de Kate resultaba un arma de temer. Llegó el momento en el que nadie quería aceptar un trabajo en esa zona del Reino, el rumor de que los difuntos Reyes volvieron de la muerte por la injusticia tomo más fuerza y comenzó a extenderse por el resto del Reino.

Pero aquel Rey necio que se sentaba sobre el trono no le tomó importancia a dichos rumores, pues había escuchado peores y siempre eran bandidos de mala muerte los que los creaban. Mando movilizar una parte de sus guardias para acallar el rumor protegiendo a sus enviados. Eso le pareció suficiente y por un momento lo fue, pues el rumor de los antiguos Reyes se fue desvaneciendo bajo la mano dura de aquel monarca.

Kate, Dilan y Bud permanecieron en silencio un tiempo, el necesario para nos ser encontrados. Pero estaban dispuestos a resurgir y Kate ya tenía una idea de como hacer ruido nuevamente.

Sangre de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora