Bud se había negado a contestar las preguntas que le hacían los hermanos. ¿Como rayos les podía explicar lo que es un burdel? Sentía que si lo hacia estaría corrompiendo unas inocentes mentes y no quería la responsabilidad por eso. Como pudo desvío la conversación, pero sabía que Kate no se quedaría tranquila y volvería a preguntar.
—¿Que piensan sobre Sheryl?— dijo Kate, antes de tomar una decisión siempre debatían las cosas entre los tres.
—Realmente no tengo ningún motivo para oponerme— contesto Bud —de igual modo nos la seguiremos encontrando pues como ella dijo estamos en el mismo "camino"—
—Yo... yo tampoco me opongo— dijo Dilan.
—Eso ya lo había dado por hecho— dijo Kate rodando los ojos —no puedo creer que te embobaras tanto—
—No se de que hablas— negó Dilan.
—Pero si fue un deleite ver cómo se te caía la baba— se burló Bud. Kate río y Dilan escondió el rostro avergonzado pues no sabía cómo responder.
—Bien, vayamos a la taberna más cercana— sentenció Kate.
El lugar no quedaba muy lejos así que no tardaron en llegar, podría decirse que al entrar resaltaron inmediatamente. Como de costumbre, los tres entraron con una capucha que ocultaba casi todo su rostro, en una taberna de mala muerte nadie se fijaría en ellos pero al parecer este lugar tenía algo de "clase". Kate se acercó rápidamente a la barra y ante la curiosa mirada del tabernero tomó asiento. Dilan y Bud la secundaron.
—¿Que puedo ofrecerles?— dijo aquel robusto hombre.
—Un Cherry pie— dijo Bud. El tabernero se quedo inmóvil unos segundos y después se alejo, volvió con una nota y se las entregó. No intercambiaron más palabras y los tres se retiraron.
La nota contenía el nombre de una taberna y como llegar, el lugar estaba en el pueblo vecino a menos de una hora de distancia así que rápidamente se pusieron en marcha.
Al llegar se dieron cuenta de que no era una taberna cualquiera, era un lugar distinguido visitado por la aristocracia. Bud se dirigió a la entrada para ver si habría algún inconveniente al entrar pero rápidamente fue detenido por una especie guardia y después de intercambiar un par de palabras volvió hacia los hermanos que lo esperaban ansiosos.—No cualquiera puede entrar, se necesita una invitación especial. Pero pregunte por el "Cherry pie" e inmediatamente me dijo por donde entrar— informó Bud.
Los hermanos siguieron a Bud hacia un lado del edificio y entraron por una pequeña puerta. Ahí los recibió otro sujeto al que también se le informó que venían por el "Cherry pie", el sujeto los guió a unas mesas en un rincón bastante oscuro de la taberna, de hecho era muy poco probable que alguien se percatara de su presencia al estar tan lejos del bullicio.
—Miren hacia allá— dijo Kate señalando el centro del lugar.
Ahí estaba Sheryl, la cual hizo contacto visual con ellos inmediatamente. Les sonrió y al instante se escuchó música, ella comenzó a bailar, sus movimientos se volvieron más sutiles y gráciles, era casi imposible no prestarle atención. Después de unos movimientos bajo del escenario y comenzó a caminar entre los clientes. De inmediato, Kate noto como a algunos los tocaba sutilmente y a otros no, era como si escogiera a quien hipnotizar. Los hombres no tardaron en hacerle cumplidos y peticiones bastante subidas de tono, esto hizo que a Dilan le hirviera la sangre. Estuvo a punto de ponerse de pie e intervenir en la situación pero Kate lo tomo del brazo.
—No seas estúpido y usa esos ojos de una buena vez— dijo Kate —ella los tiene bajo su control, ninguno de ellos hará algo que ella no quiera—
Dilan observó que lo que decía su hermana era verdad, por mas palabras vulgares que dijeran ninguno se movía de su lugar ni trataba de acercarse más, eso no pasaba en las otras tabernas, él había sido testigo de cómo le faltaban al respeto a las mesetas.
Kate estaba asombrada por la habilidad que presenciaba, cuando vivían en la casa de Khronth ella leyó varios libros que hablaban de la habilidad de manipular la conducta humana mediante movimientos sutiles de las manos, en ese momento no creyó que fueran más que un rumor pues no había registros fiables, y el reino que fue pionero en esas Artes habían sido destruido así que no era información confiable, pero ahora que veía a Sheryl dudaba de sus suposiciones. Sin duda ella aportaría grandes cosas al grupo.
Al terminar su baile los clientes arrojaron una gran cantidad de monedas a sus pies, monedas de oro. Sheryl ni siquiera las tuvo que levantar por si misma pues uno de los hombres a los que había tocado se inclino ante ella a recoger todo y se lo entregó en las manos. Ella se dirigió detrás del escenario y uno tras otro los hombres que había tocado fueron tras de ella.
Una hora después Sheryl se sentaba al lado de sus tres visitantes.
—Eso fue sorprendente— soltó Kate.
—Había escuchado rumores pero nada como verlo en persona— secundo Bud. Dilan permaneció en silencio pues temía quedar en ridículo como la vez anterior.
—Gracias, no suelo recibir halagos de ese tipo— sonrió —y bien tienes una respuesta—
—Te queremos de nuestro lado, de eso no hay duda— dijo Kate y Sheryl sonrió más —espero estés dispuesta a dejar este lugar por mas lucrativo que te sea— Kate sonrió — pues partimos dentro de tres días— esto desconcertó a todos sus acompañantes.
—¿De que hablas?— replicó Dilan rápidamente. Kate sonrió, pues mientras todos estos acontecimientos sucedían, en su mente ella maquinaba un nuevo plan.
—Es hora de movernos y volvernos realmente una amenaza—
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Sangre de Reyes
PertualanganKate y Dilan creían tener una vida normal con su padre, pero todo cambio el día que pidieron ir a la capital del reino. Ese día su destino se desencadenó trayéndoles sufrimiento y desesperación, hasta que una luz apareció, tuvieron un nuevo hogar q...