Capitulo 29

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Dilan se encontraba sentado sobre una piedra observando el pueblo donde aún se escuchaban los festejos del día anterior, sus heridas no eran de gravedad pero aún así requeriría reposo.

La sensación que lo invadía era inigualable, nunca había sentido una victoria como esa. Con la mirada perdida en la lejanía sonrió, quería vivir esa sensación de nuevo y estaba seguro de que su querida hermanita le daría más oportunidades de ponerse a prueba.

Con un poco de esfuerzo volvió a lo que era su campamento temporal y noto que Sheryl y Bud  parecían moverse con cautela tratando de no provocar sonido alguno.

—¿No me digan que ya está planeando algo nuevo?— pregunto Dilan y le respondieron con asentimiento.

Dilan se acercó a dónde se encontraba su hermana, la cual estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, ella mencionaba que así pensaba mejor.

—¿No deberías estar descansando?— pregunto la menor al sentir a su hermano colocarse a su lado.

—¿Te has vuelto tan hábil que ya sientes mi presencia?—

—Yo más bien diría que necesitas un baño y con urgencia—

—¡Oye! ¡Casi muero ayer! ¡Merezco un día conservando mi suciedad!— ambos rieron —Pero ya hablando enserio ¿que te traes entre manos?—

—Es cierto que ayer ganamos— Kate miro a Dilan —pero no es una victoria de la que orgullecernos— Dilan iba a replicar pero Kate le hizo una seña de que la dejara continuar —Lo hicimos bien así que tranquilo, pero logré ver varía deficiencia en nuestro grupo— Bud y Sheryl se sentaron junto a ellos al escuchar la conversación —para atacar a los nobles somos muy hábiles y organizados pero a la hora de una batalla es como si olvidaramos como sincronizar nos—

—Tambien lo note— mencionó Bud.

—Además mi falta de experiencia en combate fue bastante obvia así como el echo de que Sheryl no está acostumbrada al combate cuerpo a cuerpo—

—Nunca antes lo había necesitado, pero tienes razón— acepto la pelinegra.

—Tu y Bud estarán bien— le dijo Kate a Dilan —son los que más experiencia tienen y al ser nuestro ataque frontal adquirirán más con el tiempo pero el caso de nosotras es diferente—

—Le quitas lo divertido a la victoria— Dilan suspiró —pero estoy seguro de que ya tienes una idea de cómo remediar esas deficiencias—

—Primero necesito que prometas que me dejaras llevar acabo mi plan sin importar que tan mala idea te parezca—

—Por que siento que voy a estar en completo desacuerdo—

—¡Prometelo!—

—Bien, bien, lo prometo—

—Ahora, Bud necesito que averigues si hay un lugar cercano donde se lleven a cabo peleas clandestinas—

—No tardaré en encontrarlo— le dió un trago a su botella y sonrió pues había comprendido la idea de la menor —pero empezarás en lo más bajo—

—Esa es la idea—

—Espera... ¡¿Que rayos estás planeando hacer?!— Dilan se exaltó.

—Lo prometiste así que espero toda tu cooperación—

—¡¿Como si fuera a dejarte...—

—¡Tienes que hacerlo! ¿Que harás cuando ninguno pueda protegerme? ¡No puedo ser el eslabón débil del grupo!— Dilan iba a replicar pero los recuerdos de aquella vez que le falló y no pudo protegerla le impidieron pronunciar palabra —Me conoces y sabes que no me arriesgaré más allá de lo que pueda hacer—

—Bien— acepto de mala gana —pero iré contigo—

—Necesitas recuperarte así no puedes pelear—

—¿Quien dijo que pelearía? Me voy a encargar de apostar por ti—

—Supongo que es mejor que nada— entonces la menor dirigió su mirada a Sheryl —mientras tanto tu entrenaras con Bud el combate cuerpo a cuerpo— la pelinegra sonrió —y ya que Dilan está herido ustedes dos se encargarán de seguir causando miedo entre los nobles pero solo entraran en casas de bajo riesgo, no podemos dejar que el pueblo piense que nos debilitamos y menos que el Rey vea que nos puede dañar—

—Esa cabeza tuya nunca me decepciona— Sheryl sonrió aún más —supongo que necesitarás algunas prendas especiales para cubrir esos hermosos ojos que portas así que déjamelo a mi, conozco a alguien que nos será útil—

—Bien, entonces dejo el resto en sus manos—

Después de conversar un poco más, Bud y Sheryl se perdieron entre la espesura del bosque cada uno dispuesto a llevar a cabo sus respectivas tareas.

Kate obligó a Dilan a recostarse y  ella fue a encontrarse con una sombra.

—¿Conseguiste la información?— dijo Kate hacia la nada.

—Si, pero no fue fácil y siendo sincero tal vez no sea muy util— le respondió una voz.

—Dimelo—

—Jahiel es quien está al mando de toda la Guardia Real, pero muy pocos lo han visto. Parece ser que recibe órdenes directas del rey y por lo que escuche es temido en el uso de la espada—

—¿Algún indicio para reconocerlo?—

—Lamento decepcionarla pero no pude verlo, y ninguno de los informantes lo ha visto—

—¿Cómo es eso posible?—

—Tambien me pareció extraño y trate de encontrar a algún fugitivo que haya escapado de la guardia real y ahí estaba el problema—

—¿A qué te refieres?—

—Nadie a escapado de él, objetivo que le asignan objetivo que es capturado—

—¿Estas seguro?—

—Si, incluso intenté acercarme a sus tropas personales pero todos parecían jóvenes de la misma edad y me detectaron al instante así que no pude averiguar mas—

—Eso no es bueno— murmuró Kate —¿Dónde se encuentra Jahiel en este momento?—

—Me temo que no tengo respuesta para eso, él suele trabajar solo y rara vez está junto a sus hombres—

—Asi que podría estar en cualquier parte del país en este momento—

—Lamento no haberle dado información útil—

—No, fue muy útil pero de ahora en adelante cualquier cosa que escuches sobre él informamela por favor—

—Asi será ¿Requiere algo más de mi?—

—Si, investiga lo que puedas de "El asesino de Leyendas" y de "El Titiritero"—

—No hay necesidad de investigar eso, dígame qué desea saber y se lo diré—

—Dimelo todo—

Sangre de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora