Dilan llevaba dos meses entrenando día y noche con Khronth, había recibido una buena cantidad de golpes, a penas se recuperaba de uno y Khronth le causaba una herida más.
Al salir el sol, Khronth, usaba una hora o dos para enseñarle movimientos nuevos y el resto del día pelaban poniendo en práctica lo aprendido. En la noche antes de ir a dormir, peleaban una vez más pero lo hacían en completa oscuridad. Esto es lo que más se le dificultaba a Dilan, pero comenzaba a aprender cómo escuchar, como sentir, como no depender de su vista.
Eso no quitaba el hecho de que Khronth todos los días le daba una paliza, lo único bueno es que ya se había acostumbrado al peso de las espadas.
Kate seguía ayudando en la casa y se aseguraba cada día de verificar la ruta de escape que habían planeado, se aseguraba de que el equipaje previsto para escapar estuviera listo.
Desde que sabían que en cualquier momento podrían salir huyendo vivían bajo una tensión constante. El solo escuchar los cascos de unos caballos pasar cerca los alarmaba e inmediatamente se reunían los tres preparándose para escapar. Pero por el momento parecían estar a salvo, al parecer Khronth si había logrado desviar la atención de ellos por un tiempo.
Los días pasaron hasta convertirse en meses, había momento en los que se sentían seguros pero inmediatamente el sentido de alarma volvía. Un año había pasado desde el regreso de Khronth, un año desde que Dilan había comenzado a manejar sus espadas.
Hoy un joven de ahora 15 años se acercaba para luchar una vez más con su mentor, pero ahora sería diferente ambos lo presentían. Los días en los que sólo se limitaba a esquivar habían acabado.
-¿Estas listo?- pregunto Khronth sonriendo al ver el fruto de su trabajo frente a él -Como te prometí está vez iré enserio-
-Lo se, estoy listo- contestó Dilan moviendo sus espadas.
De un momento a otro, Khronth, se lanzó al ataque dándole sólo segundos a Dilan para reaccionar quien con suerte logro cubrirse del ataque. Khronth retrocedió sólo para obtener impulso y atacar de nuevo. Pero esta vez Dilan estaba preparado y estuvo a centímetros de tocar a su mentor. Por unos minutos se mantuvieron atacándose mutuamente sin ninguno ceder, hasta que Khronth paso su espada cerca de la ceja de Dilan haciéndolo sangrar e impidiéndole la visón de su lado derecho. Khronth se detuvo momentáneamente, Dilan inhaló y exhaló, cerro ambos ojos y atacó. Khronth se sorprendió por que su alumno se había vuelto repentinamente más rápido y seguro con sus ataques a pesar de no ver. Dilan había aprendido a guiarse por su instinto, cosa que en la gente común tardaría un par de años más. Pero ahí estaba él, demostrando ser un digno hijo de su padre.
Continuaron atacando y defendiendo, hasta que por un segundo uno fue más rápido que el otro. Una ligera gota de sangre cayó bañando una espada. Dilan tenía ambas espadas cruzadas en el cuello de su maestro, no había nada más que hacer. Dilan bajo sus armas.
-Te dije que algún día te vencería- recordó el menor.
-Yo no esperaba menos- dijo Khronth revisando la herida de su cuello que sólo era un rasguño, su alumno se había vuelto tan peligroso como lo pretendía -¿estas consiente que una victoria no significa que puedas dejar de entrenar?-
-Lo se, me encontraré con personas más fuertes que tu-
-Lo harás, no serán muchos pero los habrá y espero que estés preparado para cuando el momento llegué, por que él lo estará-
-¿Él?-
-Debe de tener tu misma edad, pero es por lo menos tres veces más letal que tu, así que no debes bajar la guardia-
-¿De quien se trata?-
-Creo que ha llegado el momento de hablar de algunas cosas, vayamos por Kate y se lo explicaré a ambos-
Caminaban hacia la casa cuando escucharon los cascos de varios caballos, ambos se quedaron inmóviles. Normalmente el sonido terminaba alejándose y ellos seguían con su vida, pero esta vez no fue así, el sonido aumento y a la distancia lograron distinguir a varios guardias dirigirse a la casa. Rápidamente corrieron adentro, donde ya todos estaban listos. Los sirvientes ya se preparaban para tomar su ruta de escape. Kate estaba esperándolos con el equipaje de emergencia ya listo.
Khronth repitió unas instrucciones en voz alta y rápidamente despidió a sus empleados por las diferentes rutas que tomarían. Luego él y los chicos salieron por otro lado, se dirigieron a la montaña en la que entrenaban todos los días, pues ahí comenzaba el bosque y seria mas difícil encontrarlos.
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Pero al llegar a la sima el instinto de Khronth lo hizo detenerse, sabía lo que venía, sabía que no podía seguir. Así que miro a los ojos a aquellos dos chicos que había criado y con los que se había encariñado. Faltaba poco para que los encontrarán. Se quitó su mochila y se la entregó a Dilan.
-Tienen que irse, ya conocen la ruta-
-No vendrás ¿cierto?- dijo Kate sintiendo las lágrimas acumularse.
-Me temo que no, me prometí que los protegería aun a costa de mi vida y así será-
-¡Podemos pelear juntos y salir juntos de esto!- intento Dilan.
-No, no están listos para enfrentar lo que viene, aun no- los miro y los abrazo -estoy orgulloso de ustedes, el destino que los aguarda es muy grande pero estoy seguro de que podrán con ello- les sonrió una vez más -ahora vayanse, yo ganaré tiempo-
Kate se quedó inmóvil, no podía creer que esto le pasara de nuevo. Su mente le decía que tenían que irse rápido pero su corazón le impedía abandonar a ese hombre que los amo como un padre.
-¡Ya no hay tiempo, vayanse!- grito Khronth.
Dilan tomo a Kate de la mano y la arrastró dentro del bosque, corrieron por la ruta que ya conocían. Ambos sentían la presión en sus corazones, de algún modo sabían que era lo correcto pero no querían aceptarlo.
Khronth espero a que estuvieran lo suficientemente lejos y desenfundó su espada.
-No esperaba vernos tan pronto, Jahiel-
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Sangre de Reyes
AventureKate y Dilan creían tener una vida normal con su padre, pero todo cambio el día que pidieron ir a la capital del reino. Ese día su destino se desencadenó trayéndoles sufrimiento y desesperación, hasta que una luz apareció, tuvieron un nuevo hogar q...